martes, 16 de mayo de 2017

Empieza otra fiesta......... 2018

La satisfacción de unas fiestas que hemos vivido con magnifica participación de festeros, metereología excelente, ambiente maravilloso, comparsas y cargos festeros, bien arropados y acompañados, en resumen una fiesta excepcional la del 2017.

La dimensión de participación en la fiesta obliga a un reajuste de horarios algo desfasados con esperas poco agradables para festeros, músicos y cargos festeros.

La coordinación también debe de ser más compartida con los colaboradores en el momento de los boatos donde el de la Comparsa Vizcaínos fue fluido y ameno el de los Moros Nuevos fue lento, más por las esperas que se vieron compensadas con el ballet de Dori Andréu. Se percibió falta de  más comunicación entre los organizadores más producto de los secretos que se guardan del montaje  de boatos que de su desarrollo, que resulto muy lento para una fiesta como la de Petrer, por lo largo que fue.

Las bajadas, subidas  y procesión del Santo Bonifacio le falto ritmo, emoción y pasión con esa lentitud aburrida que imprime la Mayordomía de San Bonifacio, no se oía en cada salida del Santo ese volteo de campanas que imprime al festero esa alegría de ver a su Patrón pasar con un ritmo que siempre nos  ha llevado a sentir el cariño de ver a San Bonifacio, darle sentido a su fiesta.

Actos con cortes no tienen sentido en las fiestas de Petrer, se producen por querer marcar distancias para escuchar mejor a la música o por ganar espacio para mayor lucimiento, en detrimento del resto de la comparsa que tiene que aguardar las desconexiones que producen rompiendo el ritmo de fiesta que caracteriza a Petrer.

Las remodelaciones de actos hechos estos últimos años, son malos sueños que algún día algunos tendrán que solucionar,  como las Guerrillas, Lunes por la tarde y otros, estos actos llevan su tiempo y no terminan de arraigar con más participación, las guerrillas con el problema de la pólvora acentuada con la del Lunes por la mañana donde los festeros empiezan a estar agotados no se ve que son atractivas y buena parte de festeros renuncian a ir a acompañamientos y participar.

Las embajadas han cumplido su objetivo de dar ese contenido cultural a la fiesta, faltando que los festeros y publico tengan más continuidad en su entrada a la plaza una vez han presenciado y aplaudido el paso de  esos boatos magníficos que se organizan  para arropar a los embajadores y sus centinelas, los detalles ya se verán.

La tarde del Lunes que siempre han sido de reserva ante cualquier incidencia, son largas y pesadas, cuando se nos anunciaba en su aprobación que a las 8 de la tarde estaría el acto terminado. Bien pasadas las 12 de la noche aun se oían acompañamientos finales, el acto es largo con la subida del Santo donde hay que esperar que los sistemas de seguridad  ( camión de riego ) termine su trabajo y por el traslado de banderas y bajadas de la ermita pobladas de muchos familiares que junto con los festeros se toma su tiempo cada comparsa haciendo  interminable el acto donde el espectador lo aguanta más por ver a los nuevos cargos y darles su aplauso.

Detalles de organización que seguro los Jefes de Comparsa y Alcaldes de fiesta aportaran también deberán de estudiarse para mejorarlos en lo posible y que Petrer siempre sea  esa referencia en el contexto de las fiestas de Moros y Cristianos, donde destaca por esa organización casi perfecta que siempre nos ha caracterizado.

Que se entienda lo expuesto como la reflexión de un festero que ama la fiesta y que desea que no caigamos en la autocomplacencia.

Pablo Carrillos Huertas

Festero Tercio de Flandes


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