Ante la ausencia y el adiós de Luis Bernabé Reig
Paco Máñez
Ha sido su última excursión, después de que la brisa matinal besara tu frente al salir hacia la calma y el verso floreal del almendro en flor tan ligados a tu
vida.
Como dijo el poeta Mollá, “ascendió a lo más alto” Por Oriente donde la luz se columpiaba en una corona de la silla del Cid, mientras en su corazón, tañía
la campana tiernamente.
Adiós Luis, fuiste el centinela y la
pasión devota por esta tierra ardiente
casi un siglo de vida , después de
enseñándonos a escuchar la serena
voz de tus hondos sentimientos, ligados
a la canción de tu pueblo junto a tus
amigos de cuerpo y alma …y sobre
todo… eso sí, fuiste un gran ejemplo
de grandeza humana que nunca
olvidaremos.
Adiós Luis, te has ido, quedándote
en lo más hondo de nuestras almas, en
el brillo de nuestras lágrimas… En el
perfume de la delicada flor del
almendro… En la luz celeste que ya
asoma ante la eclosión de la nueva
primavera que nuevamente evocará la
fiesta que guardas en tu corazón junto
a tu amigo inseparable Bonifacio.
Descansa en paz, que bien te
mereciste todo lo bueno de esta vida.
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