Es todo un privilegio estar un rato en esta terraza que me trae recuerdos de niño cuando correteaba por los - arcabons - un pasadizo estrecho ya desaparecido, cruzar la rambla después de una buena tormenta, ver tirar al plato en el campo del barchell, todo arropado por la majestuosidad de la - Serra del Cavall -, un monte que recibe pocas visitas comparándola con el altar mayor del valle llamado El Cid.
La Algolecha era visita obligada por muchos amigos que compartíamos - liones - hoy desaparecidos, antes los amigos estábamos muy separados de las amigas, la educación de la época mandaba.
Ahora veo en la terraza grupos de amigos con toda naturalidad se respetan y algunos veo que se enamoran, porque en eso la mujer es la que manda.
La Algolecha se sustituyó con una guardería, hoy desaparecida y con el hogar del pensionista, quedando solares para seguir construyendo y complementar esta zona tan visitada y transitada.
Pablo Carrillos Huertas

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