lunes, 4 de agosto de 2025

Reflexión como voluntario de Cruz Roja

 



Esta mañana, mientras escuchaba en los medios de comunicación que Israel solicitaba a Cruz Roja Internacional ayuda solo para los israelíes detenidos por Hamas en la Franja de Gaza, no pude evitar pensar en todas las personas que hoy sufren las consecuencias de  conflictos sin fin. 

Cada vida perdida, cada familia rota, es un fracaso colectivo de la humanidad. No debería haber bandos cuando hablamos de hambre, dolor y esperanza.

En Gaza, miles de personas viven atrapadas entre bombardeos, bloqueos y carencias extremas. 

Al escuchar estas noticias, pienso en el paralelismo con otros momentos oscuros de la historia, donde pueblos enteros fueron perseguidos o limitados en su libertad y dignidad. Nadie debería revivir esas heridas.

Sin embargo, Cruz Roja no mira con los ojos de la política o de la religión. Mira con los ojos de la humanidad. 

Así lo hizo Henry Dunant fundador de Cruz Roja, en Solferino, cuando con un grupo de voluntarios, decidió atender a cada herido, sin importar el uniforme o el bando. Ese espíritu sigue vivo hoy en todos los rincones donde Cruz Roja lleva su ayuda.

Como voluntario formado en los principios de humanidad, imparcialidad y neutralidad, reafirmo mi compromiso: ayudar a quien lo necesite, sin distinción. Porque en medio del caos, nuestra única bandera es la vida.

Cruz Roja no busca competir ni aparecer en titulares. Busca estar donde se le necesita, con transparencia y responsabilidad. 

Cada ayuda que recibimos de socios y donantes se justifica y transforma en apoyo directo a personas que atraviesan su momento más difícil. 

Es por eso que, a pesar de los bulos o críticas, la labor de Cruz Roja en el mundo, es reconocida y respetada.

Hoy, cuando muchas partes del mundo están divididos y saturados de conflictos, Cruz Roja es un puente. 

Actúa con independencia, pero también con respeto a los países y las comunidades, colaborando con otras organizaciones cuando es necesario para multiplicar la ayuda.

En guerras, desastres o crisis humanitarias —como en Gaza, Ucrania, Congo, Sudán o tantos lugares olvidados— Cruz Roja estará presente. 

Y desde cada asamblea local y nacional, seguiremos apoyando a los voluntarios y cooperantes que encarnan la esencia de nuestra misión.

Porque ser neutral no es callar. Es tender la mano a todos, incluso cuando el mundo elige bandos.

La humanidad, en su sentido más profundo, es lo que nos une.


Pablo Carrillos Huertas – V de Voluntario – Cruz Roja Española

Comunidad Valenciana

Petrer (Alicante)


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