Paco Máñez
Verdaderamente podría  calificarse de resurrección la gran
participación del último día de carasses en su recorrido,  este año de 2017.La fiesta dels Carasses de
Petrer ha pasado estos últimos años en estos últimos años  ha venido marcando una lenta y
progresiva  decadencia preocupante para
los que recordamos los mejores años 
atrás de su historia desde que empezó a cambiar al ritmo del crecimiento
de la industria del calzado y sus 
industrias que elevaron  el nivel
de vida de participaciones este  pueblo y
de sus fiestas  tradicionales. 
Esta  fiesta tan entrañable de nuestro pueblo quizá
única en estos tiempos, fue una de las aportaciones de los nuevos vecinos que
ocuparon el pueblo morisco después de su expulsión en el  año 1609, llegados a repoblar el vacio del
pueblo desde de la hoya de Castalla, Onil, Ibi... tan dados  todavía a los bailes de calle y danzas.
La Festa de les Carasses siempre
fue una fiesta del pueblo en la que todos los vecinos podían disfrutar, fuese
cual fuese su situación económica, pues los disfraces, se podían confeccionar
con ropas desechadas y taparse la cara con un trozo de tela con los
orificios de los ojos y la boca y cambiar la voz, pues como seguimos viendo,
ello provoca el misterio de un ser desconocido para el espectador que ha sido
provocado por la carcasa, encuentro que provocará situaciones divertidas, ante
el “ no me conexeiràs”, pues el provocado lo primero que intentará, será
descubrir el sexo por la voz falseada de la carassa.  
Nuestros padres abuelos y
nosotros mismos, poseemos  anécdotas muy
divertidas de aquellos tiempos en que el pueblo 
era un clamor de  risas y diversión,
donde el juego gravitaba entorno al misterio de la carassa con su “espolsador”  cuando buscándote te agredía, te  asediaba 
sin permitir que tú la tocases.
El juego, acompañado del
baile de la danza que no cesaba mientras 
quedaba tarde, consistía en adivinar la identidad de la carassa, tarea
un tanto pícara  y singular de esta
divertida y única fiesta que no hemos sabido continuar en nuestra cultura.  
Sin duda esta fiesta fue y continua
siendo la Fiesta de este  pueblo sin
excepción, pues todas las clases sociales que forman su comunidad, pueden salir
a disfrutar  ante la convocatoria que se
inicia durante los días festivos del mes de Octubre, posteriores a la
festividad de la Virgen del Remedio,  si
ningún gasto económico. 
Por todo ello, esta fiesta,
en su último domingo fue espectacular al 
recuperarse de su preocupante  su
alta participación y público en la calle después, de la baja de los últimos
domingos que, como hemos destacado, fueron muy pobres de carasses y público.
Lo sucedido el último  domingo de fiesta podía transcribirse como de
resurrección de la iniciativa, hace algunos años su estrenó  en la calle, 
por parte de la población de algunas vecinas del pueblo, cooperando con las  mesas con pastas y licores tradicionales, que  ambientaban 
el transito carassero, al que cariñosamente invitaban a degustar a los
transeúntes.
Si salvamos
esta fiesta, estamos salvando nuestra idiosincrasia como pueblo. Sin duda esta
fiesta fue ideada para el disfrute de todo el pueblo, sin ninguna exclusión
social. Felicidades de verdad, a los responsables por este impulso tan
satisfactorio para nuestro pueblo



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