Francisco Máñez Iniesta.
La fiesta de Moros y cristianos del 12 al 15 de Mayo del año 1943 fue un año muy especial para quien suscribe, pues nací el día 12 de marzo, dos meses antes de las tradicionales fiestas de moros y cristianos, cuando recién nacido en brazos de mi madre, asomado al balcón de mi casa en el calle Julio Tortosa. 3, junto a la plaza donde los románanos se asentaron, y hoy está el museo arqueológico. Allí empecé a escuchar las primeras músicas festeras y sentir el bullicio de mis familiares aplaudiendo ante el paso de la fiesta y en especial a los estudiantes, la comparsa de mi tío Poldito.
En aquellos años la entrada salía desde el final de la explanada, subía por calle San Vicente hasta la plaza de Arriba y desde allí por la calle Mayor bajaba por la calle Julio Tortosa, y terminaba en la puerta del Ayuntamiento. Tenía tres meses cuando el día 3 de junio fue bendecida la nueva imagen del Cristo que Juan Montesinos donó coincidiendo con la festividad de la Ascensión. La nueva imagen de la fiesta y yo cumpliríamos cada año nuestra presencia en este pueblo y que gracias a la fotografía obtendría de ella las primeras imágenes de su festividad,
El año 1943 fue el año que por primera vez los moros empezaron a desfilar con marchas moras. También fue por primera vez las abanderadas y rodelas dejan de formar detrás de las comparsas y delante de las bandas de música, para pasar al frente de las mismas y formar el conjunto de cargos festeros, haciendo compañía al capitán que, hasta ese momento, venía figurando en solitario abriendo la comparsa, y como novedad los capitanes introducen en sus trajes La nueva prenda en las entradas, la capa. Con estos nuevos detalles se iniciaba un cambio sustancial en las entradas el cual sin dejar de renovarse en otros aspectos, llegaría a magnificar nuestras entradas.
También es curioso para mí que el año 1943 fuese en la historia de nuestra el año en el que se editó la primera revista de la fiesta de Moros y Cristianos en la cual aparecen los nombres de escritores que fueron apreciados por nuestra generación. La pequeña revista de tamaño… sostuvo una edición de 45 páginas de diferentes tonos del papel, montando la publicidad, sobre el color papel blanco con azul se editan los textos literarios de la revista.
Los primeros textos publicados fueron de Rafael Duyos, Enrique Amat, J. Román, J.H. J. Hernández, R.Y.A. Y los dibujos son firmados por Ernesto Montesinos, mientras Francisco Rodríguez, el que posteriormente sería maestro los niños del en el colegio Primo de Rivera, Don Paco exalta la heroica Reconquista.
También se cita, que el día de san Bonifacio, como venía sucediendo desde antaño, se volverían hacer las paellas con carne y vino para que comieran los pobres que no tenían dónde hacerlo. Acto tradicional que llenaba la plaza de lazarillos trashumantes.
Fue muy importante que 183 comercios y empresa se anunciaron en la incipiente revista por el gran apoyo económico que recibió la fiesta a través de la publicidad del comercio y las empresas calzados y auxiliares además del comercio entre el número de los anunciante del pueblo, encuadernada mezclando la publicidad con el contenido festero.
Fue para mí una sorpresa y gran satisfacción encontrar entre la publicidad dos anuncios de la comercio de mi padre Casildo Máñez, sobre la librería papelería y la fotografía productos concesionaros de Kodak en todos sus servicios de venta de cámaras accesorios y posterior revelado que aprendió a hacer el.
Gracias a mi cercanía en los negocios de mi padre, la afición a la cultura y la fotografía también son pasiones que siempre me acompañaron, si bien fue el Club de Juventud, cuando la fotografía, cuando tomo fuerza para que poco más tarde naciera el “Foto Cine Club”, que marcó la época siguiente.
DON JUAN TENORIO
En aquel tiempo yo fui un niño enfermizo con siete años que no salía casi nunca de casa y mi tía Josefina siempre que podía me llevaba con ella. Recuerdo que siempre guardé en mi mente infantil, algunas imágenes de aquella primera función, Don Juan Tenorio, pero sobre todo la del actor cómico Antonio Juan “chaquetilla” con el personaje de “Chuti”. Actor al que de mayor aprecie muchísimo cuando fue conserje de nuestra Unión de Festejos. Riquísimo es el trabajo de Patricia Navarro que me abre las puertas a aquel lejano tiempo repleto de personajes en los distintos campos del teatro y la que nos acerca más a nuestras raíces…a nuestras luces y sombras de nuestro pasado.
Repasando mi memoria el recuerdo que con más claridad recuerdo fue cuando a mis siete años en 1950 vi como la plaza apareció el nuevo castillo que sustituiría a viejo que se guardaba en el almacén municipal junto a la fuente del salitre.
El viejo astillo lo formaba tres planchas de madera una frontal que tapaba la fuente con la puerta pintada en el centro y dos laterales cortadas en forma de castillo que sostenían una plataforma preforma donde los embajadores subían para decir las embajadas por la escalinata de la Iglesia .
Siempre que pienso en aquel castillo viejo lamentando que no tengamos en nuestro recuerdo ni siquiera una fotografía de él, pues allí – según me contaron posteriormente amantes de la poesía- se proclamaron embajadas de mucho nivel, que llenaban la plaza, por grandes embajadores que el corpus de la fiesta tristemente ha olvidado. Fue significativo que aquel niño , o sea yo, redactara y se publicara en la revista oficial del año 1966 en la Revista Moros y Cristianos un texto titilado ¿Sueño o Realidad? En el cual escribí que se representaba la embajada en el castillo. Sueño que dejó plasmado en la revista de Moros y Cristianos, en el que vio como las embajadas se hacían en la explanada del castillo reconstruido completamente. Sueño, que muchos años después que se convirtió en un texto teatral de la Rendició argumentado con los hechos históricos del Llibre dels Feits de Jaume I y se estrenó en el año 1983 después de estar algunos años escribiendo después de salir de mi habitual trabajo, y se sigue representando anualmente
En el año 1958 me afilié a la comparsa de Estudiantes y durante cincuenta años aquel niño permaneció en la fiesta trabajando en las múltiples facetas de la fiesta portando un bagaje de actividades en diferentes facetas. El estudio de la figura de San Bonifacio me llevo a descubrir después de publicar el texto Un truhan llamado Bonifacio sus posibilidades para llevar al teatro, junto con Aglaes, su gran amor y pasión por su lucha por la libertad y pensamiento en pro del ser humano. Magistral personaje, figura universal que después de un profundo estudio me entrujo en su mundo romano, del que parte de él en la síntesis de mi trabajo publicado en la revista Festa 2017, titulado “Las voces de un hermoso sueño”
Nuestra fiesta Hispano – Árabe ya desde muy niño, por las circunstancias expuestas , en ella he dejado gran parte de mi vida trabajando en multitud de frentes desde que forme parte del equipo de jóvenes que formó junto a él , Hipólito Navarro Villaplana , el cual fue inducido a la presidencia de la Unión de Festejos por primera vez por Luis Vera en el año 1.959- 66 cuando apenas regresó de su gran ausencia del pueblo.
Hipólito volvió a la presidencia en el año 1973 y yo entré , invitado por él , y fui nombrado vice-presidente 1975 sustituyendo a Evaristo Plá. Fue en noviembre de 1978 cuando se inauguró el primer ciclo cultural y en 1979 cause baja de la directiva de la Unión pasando a trabajar en las programaciones del aula cultura.
ACTO DE INAUGURACION DE LA CASA DL FESTER
Fue en el año 1973 cuando entre de vocal a la Unión de Festejo con la presidencia de siendo la primera tarea acometer la Casa del Fester y dotarla de biblioteca la gracias a la Diputación de Alicante y petición del alcalde Vicente Maestre, pues ambos creímos necesario que la nueva casa del Fester tuviese su biblioteca, como cada casa tiene que tener su biblioteca. Con el coche oficial del Ayuntamiento – en dos viajes -dotamos a la casa de biblioteca para la revista que edita anualmente, además de los libros que la Diputación nos regaló tan necesarios en el desarrollo cultural de los equipos de trabajo.
Dice y mucho del progreso de nuestra fiesta recordar el estreno del Pasodoble Petrel, dirigido por su autor Miguel Villar desde el castillo, en la plaza casi vacía, en contrasta con la actualidad en que, en la misma no quepa una aguja. Siguiendo la misma política cultural del presidente Hipólito, secundado por Santiago Payá, se puso en marcha la nueva iniciativa que marcaría la época dorada inaugurando como tarea primordial el Aula de Cultura, que marcó un tiempo cultural histórico gracias a sus componentes Pablo Navarro Salvador, Pavía, Santiago Payá, Antonio Navarro….y quien esto suscribe. Sueño cultural que el presidente Hipólito que materializó durante los años de su estancia en la isla de Mahón. Sin Hipólito y Santiago nunca se hubiese nacido el Aula de Cultura y la histórica Rendició.
El equipo directivo de Hipólito afrontó los nuevos retos pendientes como pasar la Festa a Fin de Semana, además abrir la participación de La Mujer en la Fiesta, Empeño y lucha de Pilar Perseguer y la Fila de Negras, y la confección de Nuevos Estatutos Democráticos. Que redacto Antonio Navarro , Presidente de la Comparsa de Tercio de Flandes. Y entre tanto acepté la petición trascribir el argumento de la zarzuela Moros y Cristianos, a nuestra localidad, la cual ha sido pasada al Valenciano en el departamento de Normalización en Valencia del de nuestro Ayuntamiento.
Después de alcanzarse estos objetivos, Hipólito Navarro cesó para darle paso a si hijo Enrique como nuevo presidente, con el que se produjo el nacimiento la” Festa dels Capitans” y como consecuencia en su vertiente histórica, me lancé a la aventura de escribir la obra teatral de la Rendició de Petrer, según el texto teatral deducido del El Llibre dels Fets que Jaime I escribió narrando su conquista de la medina de Bitrir musulmana en el año 1265. Obra estrenada en su segunda parte en el castillo en el año 1983 y completada y representada en su totalidad en el Teatro Cervantes en el año 1997. Acontecimiento histórico que nos marca nuestro tiempo histórico ante la figura del rey JAIME I en persona, negociando la rendición a cambio de la paz, tarea y ejemplo de valores conmovedores universales que se viene repitiendo desde hace ya 35 años.
Obra que se debe a la multitud de compañeros de viaje como el grupo de Teatro Arenal, con doloroso el recuerdo de los que ya nos abanderaron para siempre .La fila de Jaume I y demás festeras y amigos que llenos de ilusión trabajamos por la fiesta dejándole lo mejor de cada uno, por todo ello no podemos olvidaros como, Eusebio Rico, José Mª navarro, Antonio navarro, Pablo Navarro, pues algunos números ya nos dejaron, como Luis Vera, Hipólito Navarro, Santiago Payá. Evaristo Plá, Rafael Moran, Antonio Ricote y los poetas Enrique Amat y Francisco Mollá... Amigos que sentían lo mismo que nosotos, movidos por un gran amor a la cultura y a nuestra fiesta.
Gracias Hipólito que culminó con el gran esfuerzo del gran salto democrático de la fiesta y al esfuerzo de la anterior junta directiva Comisión Warren, capitaneados por Vicente Amat, José Luis Torres, Luis Sanchiz , José María Navarro el cual terminó su vida legándonos dos libros imprescindibles sobre la vida en nuestro pueblo, que superaron la herencia conflictiva caciquil festera del pasado, también trabajando e para que nuestra fiesta fuese denominada y protegida por el ministerio de información y turismo que nos impuso el nombre común de Fiestas de Hispano Árabes tan necesario en la actualidad en estos tiempos difíciles y tan necesarios para integración internacional de las culturas.
Durante cincuenta años aquel niño creció y permaneció en la fiesta trabajando en las múltiples facetas de la fiesta portando un bagaje de actividades en diferentes facetas como vice-presidente de la Unión de Festejos, además de Pregonero en el año 2003, en que durante la lectura de mi pregón, unos determinados párrafos de mi texto fueron armonizados con música sinfónica en directo , además de haber participo un ballet mixto, con un decorado -elaborado por Pascual Navarro- con el fondo de unas pictóricas columnas exponiendo en ella el «cuadro» final de la Rendició, cuyo autor fui yo , como el pregonero de pregonar las fiestas del año 2003.
Según el profesor Pablo Navarro en su comentario sobre su pregón dijo que Paco Máñez pronunció un pregón cargado de historia e ilustrado con textos llenos de sentido histórico y sentimientos literariamente bellos y profundos, líricos y precisos que se apreciarán más cuando se reflejen el alma de nuestra localidad. Fue una lástima que sus palabras no se escucharan con nitidez por la televisión, ya que por el reducido aforo del Teatro Cervantes, la mayoría de los vecinos siguieron el acto por la pequeña pantalla. Por tal motivo el periódico local El Carrer, ante las peticiones generalizadas del pueblo, publicó por primera vez el texto del pregón completo la semana siguiente.
PREGON PACO
El texto publicado en la revista de fiestas titulado “Un Truhan Llamado Bonifacio” desarrollo un estudio de la figura de San Bonifacio tan contemporánea, en mi opinión que me llevó a descubrir su interesantísimo filón humano para llevar al teatro, junto con Aglaes, su gran amor y pasión por su lucha por los desamparados de la sociedad en un canto a la libertad y a la grandeza del amor, por su pensamiento en pro de la vida . Magistral personaje universal que me entrujo en su mundo romano, que quedo en mi trabajo publicado, titulado “Las voces de un hermoso sueño” que la nueva dirección de la revista rechazo sin ninguna matización al respecto, y posteriormente se publicó el mismo año en la revista municipal de octubre Festa.
También fue un tiempo ilusionante escribiendo guiones , como entre otros muchos, el de los videos, entre otros como, Crónica de una fiesta, Sinfonía Hispano –Árabe premiada en el festival internacional de Berlín , y la locura musical llena de imágenes de Alucinaciones aclamada en Japón por técnicos especialistas y otras más para las películas de nuestras fiestas de Moros y Cristianos realizadas por el prodigio de mi cuñado Manolo Maestre. También fue importante la realización del en ensueño del Cincuentenario de los Moros Nuevos organizando una cena espectáculo en el parque 9 de octubre, contando con la colaboración del grupo de teatro local donde se escenificaron textos de evocación árabe con la puesta en escena Noche en la Medina de Bitrir con nuestra actriz local Mensi Romero declamando el texto escrito para ello “ Lágrimas Verdes “.
También fue notorio un montaje especial llamada Gloria del Centenario de las Abanderadas, formando equipos con tantos corazones festeros, que quedaron en el recuerdo de nuestras vidas.
También el destino quiso que yo naciera en el edificio de la calle Julio Tortosa encima de los Hornos de la Villa Petraria, yacimientos de época romana que con la revelación de Mosaico Romano nos trasladó a la época romana, tema de la que también escribí años atrás una la tragedia teatral titulada Villa Petraria , tesoro arqueológico que nos de nuestra la importancia de la nuestra Villa , aportando créditos importantes en la cultura local tan visitada por el turismo que debemos de potenciar con los recursos que la villa nos ofrece culturalmente.
En el año 1943 me subieron al tren de la vida cuyo destino no se nos revela el camino que emprendemos, si bien es cierto que es el periodo de la niñez cuando los seres humanos forjamos nuestros deleites y preferencias. No en vano los griegos a sus mujeres, mientras permanecían embarazadas vivían en la Acrópolis de Atenas, junto al desarrollo artístico, lirico y sabio de los grandes poetas y filósofos que marcaron la civilización Occidental creyendo que toda lo visto, escuchado y olido, impregnarían de conocimiento las vidas de sus descendientes.
El viaje ha sido largo y provechoso en su gran parte, pero es también cuando el dolor nos aflige cuando vemos partir a algunos amigos compañeros de viaje, con sus alforjas llenas de amor, silenciosamente, nos vamos apeando en cada estación “termini” de cada cual.
Por mi parte sostengo que a lo largo de nuestras vidas, vivimos demasiadas casualidades que nos acompañan durante el cumplimiento de nuestro ignorado destino. Camino de vuelta siempre acompañado de sueños y vivencias del gran misterio de la vida como, ejemplo el de los árboles se graban en su cuerpo los pasos y acciones emprendidas durante su vida. Si esto sucede incluso con la vida vegetal, y se repite en la vida del ser, sin que este le interese grabar los pasos de su vida, máxime ante la ignorancia del gran misterio del ser humano ante el misterio de la vida.
COLEGIO PRIMO DE RIVERA 1929-2002 DÉCADA DE IOS 40-50
LOS NIÑOS DE LA POSGUERRA.
Francisco Máñez Iniesta
En mi caso, evocar el colegio público Primo de Rivera, supone trasladarse a la mitad de los años 40 hasta mediados de los 50, década en la que transcurrieron los años de mi infancia, los cuales finalizaron en el año 1956. Lo más inmediato que recuerdo es el frio de los crudos inviernos de los años de posguerra, cuya calefacción consistía, e principio, en braseros que nos llevábamos de casa, hasta que las estufas de corteza de almendra empezaron a funcionar, junto a la mantequilla, la leche y el queso de color amarillo americana que el Plan Marshall nos regalaba. Verdaderamente, aquel reparto resulto pintoresco y divertido, pues a todos nos encantaba el sabor a gloria bendita de aquella mantequilla y la buenísima leche en polvo. El azúcar y la canela nos lo llevábamos de casa. El rosco recién hecho y la onza de chocolate completaba el menú para mitigar el hambre de la terrible posguerra española. Recuerdo que algunos niños se traían botellas para llevarse a casa el sobrante de la leche para sus hermanos pequeñitos.
Recuerdo en heladas mañanas ir al colegio muerto de frio, con una bolsa más grande que yo. Llegando a la pinada solía asomarme al abrevadero de caballerías que había junto a la fuente, para ver si el agua estaba helada. ! Que nadie se equivoque! En la bolsa llevaba la enciclopedia de Álvarez, la libreta y el plumier, además de los tebeos de El Guerrero del Antifaz, Pulgarcito y mi favorito El Capitán Trueno.
También solía llevarme objetos de escritorio de la librería de mis padres, seguramente con la intención de chulearme, o bien si el día era tranquilo, hacer alguna rifa secreta entre los amigos. Recuerdo que a don Antonio le gustaba registrarme la bolsa de vez en cuando, vaciándola encima de su mesa. Cuando terminaba de sacarlo todo, su mesa parecía un escaparate. Había tinteros de tinta china de colores, borradores, lápices, cuentos, infinidad de colores, plumillas, postales, y seguramente la colección de estampas de turno. A veces, también por increíble que parezca, algún Zaragozano de los que también vendía mi padre para estar al tanto por si iba a llover, pues ello nos destrozaría todos los planes a ejecutar al salir de clase.
Todas estas instantáneas, junto con otros recuerdos más vivos, me acompañaron hasta el final de mi niñez. Fueron sin duda los días más felices de nuestras vidas que a su vez Contrastaban con los años más duros de sufrimiento y privaciones de este pueblo. Fue la vida en el paraíso de la ilusión, donde el sentido del juego presidia cada momento del día. Fuimos la primera generación de niños de después de la guerra, y quizá por ello (para que volvieran a la plaza las risas de antaño) se nos permitió, sobre todo los que vivíamos en plaza del Ayuntamiento y aledaños, que estuviésemos jugando todos los días hasta altas horas de noche en el portal de la iglesia y del Ayuntamiento, eso sí, utilizando los preciosos juguetes de nuestra imaginación, que eran los únicos teníamos.
A la edad de trece años, después de pasar mi infancia en Primo de Rivera, ingrese en la “Universidad”· del Calzado de calzado pueblo, Calzados Luvi, aquella empresa faraónica y ejemplar, pues aparte de la fábrica de zapatos, estaba previsto que toda la zona de pinada se fuese convirtiendo en nuevas secciones auxiliares para fabricar la suela, el chinche, piel...
Aquella obra si la comparamos con lo que era la industria de la época, era sobrenatural pues la perspectiva de la familia Villaplana que promovió aquel gran proyecto, aparte de lograr el primer puesto en el ámbito nacional en la fabricación de calzado, hubiese sido también un hito en el ámbito europeo, por lo que ahora está a punto de desaparecer físicamente del mapa histórico del pueblo, habrá que lamentar una pérdida irreparable.
Hora triste la de la despedida, pues si ahora le toca al colegio de mi infancia, pronto le seguirá Luvi, que también marco la vida del pueblo. Lo dicho, triste hora la de las despedidas más si van precedidas de auténticas desidias, pues si patético ha sido ver a la última generación de niños y niñas sobrevivir escolarmente en barracones en condiciones deplorables, también es muy triste ver el abandono y el menosprecio que se ha tenido ante esta fábrica, que como digo fue una autentica Universidad del Calzado se debía de haber salvado, pues los trabajadores que se formaron allí, y los niños allá, donde encauzaron su vida dieron testimonio de profesionalidad y el buen hacer. Si perdemos la memoria, perderemos el futuro.
Sinceramente, creo que todo el enaltecido sentimiento que tenemos por el colegio recae fundamentalmente en el corpus de maestros. A ellos les debemos su esfuerzo por instruirnos lo mejor posible para enfrentarnos a la vida. Nada me dice el nombre de Primo de Rivera pues nada tiene que ver en el mundo de la cultura. Es más, ningún dictador ha sido sensible a la cultura –aunque si a valores manipuladores como medio de propaganda-, ni mucho menos el respeto a los derechos humanos. Quizá por llevar el nombre de un dictador, y sobre todo por empezar a vivir un nuevo periodo histórico de la nueva dictadura franquista, se podrían “justificar” algunos maltratos y excesos Puntuales propios de aquellos tiempos de miseria cultural y humana, tan próximos al término de la guerra incivil que se dieron nuestros belicistas padres. Pero volvamos a aquel mundo lleno de recuerdos inolvidables.
Recuerdo que mis primeros días fueron verdaderamente duros de aguantar, al igual que mis compañeros de calle y plaza, pues nosotros veníamos del mundo libre donde los juegos nos tenían ocupados todo el día. Éramos unos “petates “que nos pasábamos el día jugando en aquellos parques públicos de antaño. El Castell y sus cuevas, la rambla y el alcabons, la cova de l’encant, la cova l’ull, la balsa de cuatrovientos. De ahí, que aquella disciplina que se iniciaba, ya a la puerta del colegio, formando de igual modo que luego hicimos en la “ Mili” tuvimos que tomárnosla un poco a cachondeo para poderla aguantar, pues en las formaciones que se producían después de que el profesor de turno ordenara “¡ A cubrirse !” La tanda de cachetes que dábamos a los niños que teníamos delante y nos daban los niños que teníamos detrás, provocaba tal revoltijo que iniciaba el
primer reparto de “tortas “a primera hora del día, sin excepción de los niños buenos, que siempre era a los que más les dolía, repitiendo medio lloriqueando aquello de... “pero si yo no he hecho nada...” De la puerta, en fila india nos llevaban como flechas a las clases, siempre que no fuese el mes de Mayo, (símbolo del mes de la Virgen y las flores) pues de serlo, supondría que !riamos ante el altar que se montaba en honor de la Virgen María donde rezábamos y cantábamos aquella canción tan dulce que repetía “ Venir y vamos todos con flores a María que madre nuestra es...” Tendremos que devenir que, con aquella férrea educación, la asignatura del espíritu nacional, estaba más que garantizada para convertirnos en “mitad monjes mitad soldados”
Comienza la clase, después el pase de lista y la lectura de la consigna del día. A partir de ahí, según con el maestro que habías caído, el día iba a ser más o menos emocionante sin olvidar que estamos en los tiempos aquellos en que “ la letra con sangre entra” cualquier paso en falso se pagaría muy caro. Aquello de la consigna diaria fue un exitazo, pues si nos fijamos en algunos periódicos inician sus textos con algún pensamiento o frase interesante, lo cual equivale a lo mismo, variando el perfil ideológico que interese introducir en el lector. Si tenías al buenazo de maestro D. Francisco Rodríguez, cuyo nombre de batalla era Don Paco, podías sentirte dichoso pues fue un maestro paciente y bastante tolerante, aunque cuando te pillaba “infraganti “ se te quedaba grabado en la cabeza el sello de su sortija del capón que te daba. Con el aprendimos a hacer teatro guiñol, interpretando personajes e historias que el inventaba. Recuerdo aquella letra cantada de un personaje del guiñol que decía: “ Si quieres ser monaguillo de la parroquia que hay en Petrel, levántate muy temprano y en misa de siete te apuntare...” Las actuaciones del guiñol nos llevaron incluso a Alicante y verdaderamente nosotros y los niños que nos veían lo pasábamos bomba, pues en las obras de don Paco se daba mucha caña en los argumentos, habiendo vez, que las cabezas de los muñecos quedaban destrozadas de tanto palo saltaban al público. Aquello parecía una tontería, pero ya de mayores, cuando veíamos en la tele compañías de marionetas con muñecos preciosos, valoramos aquel deseo de nuestro maestro por aprender lo que él sabía. Recuerdo que una vez vi un festival de guiñol con un don Quiote de protagonista, manejado con hilos, que impresionó profundamente. Aquel día descubrí lo que don Paco con sus “cristobetes” quería decirnos con aquel “inocente” juego. Con aquellas figuras tan exprese vivas, músicas adecuadas y bellos textos, la belleza y la emoción estaban garantizados. Aquello suponía encontrase con las bases de la verdadera cultura.
Pero la actividad de don Paco era diversa, el último día de la semana, por la tarde, tocaba rezar el rosario. Aquello, sin que nadie se lo propusiera, resultaba genial. Don Paco rezaba la letanía de los santos:” Santa María” y nosotros teníamos que decir “Ora pro nobis” Bueno, el “bissssss” final, entonado casi con un centenar de voces cabreadas resultaba interminable. A partir de ahí, algún maestro mas entraba en acción y si conseguía pillar algún gracioso se le garantizaba un feliz fin de semana.
En aquel colegio sin calefacción ni refrigeración, nos las arreglábamos llevándonos, como ya he dicho, un pequeño brasero en el invierno y sufriendo los rigores calurosos de los días fuertes antes de las vacaciones. Recuerdo a don Paco tan obeso, sudando, en esas tardes de pesado bochorno corrigiendo las libretas, a punto de que la somnolencia le venciera, haciendo esfuerzos baldíos, hasta que su bolígrafo empezaba a rayarnos la libreta indicando su derrota ante aquella atmosfera cargada de calor y niños bordes que nunca dormían. Don Paco se había dormido, las rayas de la libreta confirmaban la buena nueva. A partir de ese momento todo el juego se haría por señas, y todos hasta los más gamberros respetarían en autentico silencio, aquellos minutos de siesta de nuestro querido maestro. También recuerdo que reconocíamos en seguida a don Paco, cuando se vestía de cofrade en Semana Santa, con su inmenso traje morado y su enorme capirote, acompañando la cruz que presidia las procesiones. Con el traje tan grande que tenía, el cual nos daba que pensar que en su interior llevaría varios sacos de caramelos, jamás
nos dio ni uno a sus alumnos a pesar de que no dejábamos de rondarlo, y es que a don Paco como a doña Concha, su esposa y también maestra del mismo colegio, el tema de la Semana Santa era vivido con autentico fervor. Don Paco fue el maestro más divertido que tuve y creo que coinciden conmigo la mayoría de sus alumnos. Fue un buen maestro que le gustaba ensenar de un modo divertido, yo diría que fue un maestro “Clown” excepcional que ninguno de aquellos niños lo olvidara, pues gesticulaba casi siempre haciendo infinidad de caras que nos divertían. Como olvidar los personajes de sus cuentos Churrete y Chufete, o sus canciones como aquella de “cuando Fernando VII reinaba el malecón...” Nunca más en el transcurso de toda mi vida, escuche sus cuentos e historias, lo cual me hace suponer que eran meritoriamente inventados por mi maestro y vecino de plaza.
A don Paco, dona Cocha, a sus hijos Paco y Jesús Ángel que tantas muestras de afecto han dejado en este pueblo; Paco con sus artículos y conferencias y Jesús con sus conciertos de piano, y también a su hermana Inmaculada, que coincidimos el mismo día y la misma hora en la llegada a este mundo, y mientras vivió fuimos como hermanos. A todos ellos, mí más querido recuerdo y afecto. También tuve a don José Ayala de maestro. Poco recuerdo del, hombre menudo y delgado, elegante y pulcro, cuya voz modulada daba fe de que además también era profesor de piano. Don José fue director del colegio y su recuerdo me lleva a pensar que
fue un maestro normal del que jamás añadía nada a la educación que no estuviese establecido, destacando por su exquisita corrección y simpatía. Tenía una prominencia física en la frente que le caracterizaba. Para nosotros era “el mestre del chirlo en el cap” Aunque entre nosotros hablábamos valenciano, a los maestros siempre nos dirigíamos naturalmente en castellano, como mandaba el código nacionalsindicalista que premiaba el castellano como lengua única del estado. Aquello resultaba curioso, pues cuando se nos corregía cuando hablábamos en clase, espontáneamente, y luego en la calle, todos, incluidas autoridades y los curas don Jesús Zaragoza que llegó de joven a Petrer después de la Guerra y don Jesús Navarro cura de familia local que hablaba en valenciano y castellano obviamente. Otro sacerdote de familia local fue D. Sebastián al que conocimos ya muy mayor.
Don Camilo fue otro maestro de mucha valía a pesar de su acendrada seriedad y rigidez que no variaba ni siquiera con su hijo-alumno Fernando, en cambio su mujer era una señora muy elegante y guapísima que siempre llevaba la sonrisa en la boca. El buen maestro fue un entusiasta enamorado de la buena música y sobre todo de la polifonía. Don Camilo tenía un violín que se llevaba a clase muchos días pues montó una coral infantil, , guardado en su estuche que dejaba encima de su mesa para mejor control. A nosotros, que jamás habíamos visto un violín de verdad, nuestra fantasía nos hacía ver que en aquella funda se guardaba una ametralladora, pues eran los tiempos del cine negro americano con James Garney y las películas de Al Capone.
Cuando llego el momento, después de haber seleccionado a las voces del colegio, abrió el estuche y saco su violín para darnos los tonos musicales. Había nacido la coral de voces blancas del colegio. Pedro Vera y yo, fuimos designados solistas; ¡Agárrate! Menudo cachondeo y sofoco cuando don Camilo invitaba a nuestros conciertos algunas maestras para presumir de su coral. La verdad es que aquellos ensayos, tanto de teatro guiñol y música, nos libraba de algunas clases plúmbeas, aunque lo más importante fue que, sin darnos cuenta, estas actividades que se daban por deseo propio de nuestros maestros, estaban en línea con lo que sería la enseñanza que estaba por llegar.
Don Camilo era cojo, tenía un pie torcido y su andar era lento y penoso,
resultándole imposible correr detrás de nosotros, aspecto este que teníamos en cuenta cada vez que en el recreo hacíamos batallas según la película que habíamos visto el fin de semana. Como se puede comprobar todavía en el colegio, junto a las dos naves de aula derecha para niñas e izquierda para niños, hay dos callejones de salida o entrada que llegan al patio central por el que paseaban charlando los maestros. Los dos ejércitos, uno en cada ala, organizaba su ataque y la batalla a muerte que se producía en el centro del patio, siempre que no hubiera maestros paseando. Recuerdo un día cuando salimos al recreo, no había nadie paseando en el centro del patio, solo los niños más pequeños y rápidamente organizamos la batalla a muerte saliendo al galope de ambos lados. El juego consistía en empujarnos fuertemente hasta que caíamos al suelo y te dabas por muerto.
En cierta ocasión ocurrió que mientras nos agrupábamos los dos ejércitos, nadie se percató de que salieron al patio los maestros a cumplir con su rutinario paseo, cuando de momento dos estampidas de veloces caballos con sus correspondientes jinetes salieron, espada en mano, a luchar contra sus enemigos, produciéndose el choque de la batalla en el centro del patio. Allí, nuestros maestros, reglas en mano de verdad y dando cachetes a diestro y siniestro, hicieron correr cobardemente a más de un centenar
de soldados de pacotilla. La desbandada fue general, salvándose de algún cachete el sector de soldados que huyo por el lado que defendía don Camilo, pues el pobre, a raíz del encontronazo de tanto crio, casi cae al suelo y con su lamentable estado, le fue imposible sacudirnos como le hubiese gustado.
Ser amigo de Antoñin, el hijo del maestro don Antonio, supuso tener doble acceso a él, o sea, en el colegio y en su casa. Doña Laure, también maestra de “Primo de Rivera” Mari Nieves, su hija, formaban la familia. Don Antonio fue el que más me zurro la badana pues a los castigos del día a día, había que sumar los que producíamos con su hijo todos los que jugábamos en la plaza. Lógicamente, Mari Nieves, a la que supongo n dejábamos jugar le contaba a su padre nuestras hazañas, así que, al mediodía, después del canturreo Ave maría la hora de la salida cuando, nerviosos, nos disponíamos a salir volando, el maestro, impasible, decía: “un momento, los de la plaza que no Salgan” Y allí nos quedábamos con él a pasar media o una hora de castigo. Si el hecho se consideraba grave, empezando por su hijo, solía quitarnos el frio.
La noche que hubo un apagón de luz, (por cierto muy frecuentes en aquellos años, a pesar de que el “Tío Bernabéu “y “Antonio el de la llum “estaban siempre de guardia con sus escaleras), alguien a carrera abierta se atrevió a darle un beso a Mari Nieves amparándose en la oscuridad, la tocata del día siguiente fue de película. Merecidamente el castigo fue ejemplar. Nunca se supo quién fue el osado, el valiente que pudo besar a la princesa de sus sueños. Hace un par de años cuando Mari Nieves “ Neus” volvió al pueblo como pregonera de la fiesta de Moros y Cristianos, después de tantos años, le conté la historia y lamentablemente no se acordaba, pero le gustó tanto, que me dijo, por si acaso fuiste tú, te devuelvo el beso.
Don Antonio, quizá no fue un exagerado en la salud higiénica, como decíamos de él. Diariamente cuando llegábamos por la mañana nos pasaba revista de cara, orejas, ojos, manos, unas, piernas, pañuelo... y al que le encontraba algún fallo lo mandaba a los lavabos. La verdad es que, en aquellos tiempos de tanta miseria humana, había niños y niñas que daban pena, como así mismo gente mayor que vestían sucios harapos. Él nunca decía nada de la ropa, en cambio no permitía que sus alumnos fuesen sucios.
Don Antonio fue el maestro con el que más años estuve. Se destacó enseñándonos dibujar y difuminar, siendo notorios mis dibujos, a página entera, que hacía del escudo del “ Barsa “ con aquel lápiz lleno de simbolismo “ mitad azul, mitad rojo” También fue un hombre muy sensible que nos recalcó el amor a los padres. Ignoro el motivo, per llegado el día de la madre se empeñaba en que todos los niños le hiciésemos un regalo-dibujo con un versito a nuestras madres. Todos los niños de su clase teníamos que hacerlo, para ello diariamente, se llevaba a su casa todos los dibujos que día a día íbamos haciendo para retocarlos. El dibujo, o mejor la “ birria” de dibujo que día a día íbamos haciendo, no habiendo forma de sacarle punta, a veces en tiempo de recreo, aparecía al día siguiente precioso, pues las manos de nuestro maestro en sus horas libres, perfilaban los dibujos de todos. Llegada la fecha del día de la madre nos hablaba de sus sacrificios por toda la familia poniendo de manifiesto su amor hacia ellas. Aquella lección, inevitablemente, hacía que sus ojos se llenasen de lágrimas.
Como ya he dicho, fue en la clase de don Antonio donde mis recuerdos se agolpan. Recuerdo a Gabriel García, el entrañable “Cañero“ compañero habitual en la última mesa de castigo, que se consolaba cuando la formación daba media vuelta y entonces era el primero. Cuando una vez en la clase de don Juan José hubo zurra para todos en las pantorrillas y él se escapó del suplicio y muy inocente y contento le dijo: “Don Juan José, a mí no me ha pegado” .Si...? Respondió el maestro. Nunca más dijo ni pio después de las sucesivas “ Tocatas”
Recuerdo a Pachi, junto con nosotros castigado, también con su flamante uniforme de portero, que a veces solía llevarse a clase. A José Almarcha, “Pepito el bueno” -nuestro actual velador agente municipal también ya jubilado y excelente aficionado a la fotografía en la actualizada y que en el coloe a nuestros ruegos se auto inculpaba de cualquier “castigo” que impedía a toda la amenazada clase disfrutar del recreo. “Don Antonio, he sido yo” y el “malo de Pepito, en el tiempo de recreo, se quedaba solo en la mesa.
Y por último, también me toco la suerte de tener de maestro a don Juan José, -aunque esto lo digo ahora-, en aquella época fue el maestro más hueso, más duro, el más temible. Disciplina y seriedad era su lema. Al colegio se iba aprender y eso es lo que había que hacer, estudiar. Con el no valían coplas ni medias tintas. A parte “el que la hacia la pagaba” .Fueron los años más duros, donde hubo que “apretar el culo contra la silla y los codos contra la mesa” .Nuestras pantorrillas guardan dolorosos recuerdos del rigor de su paleta, sobre todo en el tiempo de los verbos. También es cierto que todo aquel “sacrificio” lo compensamos en un mejor aprovechamiento de las materias estudiadas. También hubo clases en las que el desarrollo del contenido le provocaba que le saltaran las lágrimas. El drama de la guerra civil con sus víctimas seguía vivo en su ser y en sus lecciones. Recuerdo que el día 17 de Octubre siempre fue el día más doloroso para él.
Siempre hubo un aspecto de don Juan José que me impresionó y en cierta forma formó mi inclinación por la dicción. Recuerdo unas clases suyas en las cuales nos narró la novela Ben-Hur.
Siempre me gusto desde muy niño el teatro radiofónico, pase infinidad de horas junto al receptor escuchando adaptaciones radiofónicas que en la librería de mi padre e vendía. En especial los poemas de Radio Monóvar que Remedios Picó nos ofrecía con frecuencia .
Tengo foto de ella.
Recuerdo que fueron horas maravillosas escuchando la obra adaptada para la radio de Cela Viaje a la Alcarria. Por eso cuando don Juan José empezó con la narración de Ben Sur, con su voz grave tan peculiar, me sentí tan agosto teniendo al locutor tan de cerca, que me animo, más tarde, en la aventura fantástica de hacer radio. El cine, la literatura, el teatro, la música y la radio fueron verdaderamente mis pasiones de infancia, resultándome casi indiferente todo lo demás. A ellas les debo lo que culturalmente soy y a aquellos inolvidables maestros que más ayudaron a conocerlas. En estos recuerdos dejo parte de mis vivencias más entrañables cuyo mérito, si lo tiene, será en honor de aquellos maestros que completaron nuestra instrucción aparte de su peculio los recursos más vitales que necesitábamos para el desarrollo completo de nuestra personalidad colectiva. Ese fue la verdadera cualidad del colegio, sus maestros, los cuales nos permitieron en cierta forma “estar como en familia” además de querernos a la mayoría, como hijos suyos.
De todas estas vivencias lamento no tener ningunas fotografía con todos los alumnos de mi clase. Ello me llevó a investigar el motivo, hablando con el director del colegio, mi amigo Pepe Medina ´
accedimos a revisar mi cartilla escolar ,donde apareció el número de mis ausencias escolares justificadas todas por motivos de enfermedad. Aquellos datos me llevaron a consultar con mis padres recordando una gravísima enfermedad intestinal que me curó el Dr. La Fuente de Alicante después de muchísimos años de peligrosa enfermedad junto a de familia el médico de cabecera Dm Luis Semper Bernabéu. Médicos que me salvaron la vida, vida que ya sobrepasa n 77 años llenos de actividad que colmo toda mi vida enamorada de cuanto me rodea y será así hasta mi último día.
14 de Mayo
MOROS Y CRISTIANOS
FIESTAS DE EXALTACION DE LAS LIBERTADES DEL SER HUMANO.
Francisco Máñez Iniesta
El pueblo árabe y el cristiano San Bonifacio, fueron sacrificados por defender su fe ante los tiranos históricos de cada época.
Como viene sucediendo la reflexión de los hechos históricos nos van esclareciendo errores centenarios, siendo significativo que al cabo de los años, comprendiéramos el verdadero significado de los símbolos que encierran las tradiciones que la historia nos va legando en su largo camino de siglos. Imágenes de nuestra historia local quedaron plasmadas en sus tradiciones llenas de simbolismos que van pasando de padres a hijos, configurando un perfil auténtico puesto de manifiesto en sus centenarias tradiciones.
San Bonifacio, el patrono celestial de la antigua medina de Bitrir que fundaron los árabes, fue un héroe cristiano que dio su voz y su vida, por ejercer la libertad de proclamar su fe uniéndose a otros mártires asesinados en Tarso en tiempos de los Emperadores Diocleciano y Maximiano Hércúlo en los años 300 de nuestra era. Antes de que el emperador Constantino se hiciese cristiano.
Otro hecho significativo de la grandeza humana sucedió en el año 1609, y 1300 años después firmaron un pacto con Gobernador Teodoro de Orihuela el año 711,
El día 4 el año 1609 octubre la totalidad de moriscos que no aceptan pasarse a la religión cristiana son expulsados a través del puerto de Alicante perdiendo todas sus tierras y demás bienes después de casi un milenio de permanencia en la península.
Casi un milenio tardaron los Preterís de cultura musulmana de construir este pueblo, y transformando estas tierras, construyendo el pueblo y su transformar estas tierras canalizando las aguas desde la rambla a la Villa Petraria centro de explotación esclavista agrícola y cerámica de los romanos y los descendientes del pueblo afincado de los Iberos.
El dicto de expulsión si no aceptaban su conversión al cristianismo les obligaba a sui expulsión de España, pudiéndose lleva l solamente lo que cupiese en sus manos perdiendo todo lo demás como sus tierras y casas. A pesar de quedarse en la miseria, su fe les llevo a no renegar de su religión, y seguir siendo fieles a su religión milenaria. La expulsión consistía en ser expulsados después de casi mil años de pervivencia en España. Solo se les permitió llevarse lo que pudieran llevarse en las manos, perdiendo sus casas y tierras a cambio de nada.
En Petrer, después de la heroicidad de la sometérsete a la expulsión antes que renegar de su fe en su dios, en el pueblo no quedaron más que siete familias de cristianos viejos, iniciando la repoblación del pueblo con vecinos de la hoya de Castalla y otros pueblos. Cinco años en 1614 más tarde la nueva población de Petrer cristiana hace su voto como patrono de esta villa a San Bonifacio Mártir, firmándose un acta el 28 de junio por la que se declara fiesta el día de su celebración.
Si bien Bonifacio, mandado por Aglaes fue. a Tarso capital de la provincia de Cilicia ciudad del Apóstol Pabla a recoger los cuerpos de los mártires por de la fe cristiana, asesinados por el emperadores dictadores romanos Diocleciano y Maximiano Hércúlo por el delito de declarar su fe cristiana ; acto de valentía y gloria que culminó su vida y su nombre, por defender el derecho de declarar su libertad de expresión. Fue uno más de la larga lista de mártires que murieron en este mundo por defender su pensamiento y su fe.
Bonifacio fue un lozano joven valiente, adelantado a su tiempo, amante de la belleza y la vida que entrego por defender sus creencias siendo martirizado atrozmente por defender la libertad de su creencia, ante el poder de un dictador romano que asesinaba a los creyentes de los que proclamaban como su dios a Jesús de Nazaret. Bonifacio, fue el sirviente de su familia amando a Aglaes hasta dar su vida.
Resulta conmovedor contemplar el rostro de Bonifacio, en el que también vemos un caudal de amor dirigido hacia el cielo, en contraste con su traje de guerrero con espada, tan distante con la gran espiritualidad que emana de su rostro, motivo que siempre me lleva a recordar las películas oficiales de nuestras fiestas de las que me encargue del guion y sus músicas llenas de espiritualidad, ante la grandeza del santo mártir.
Festejando la exaltación de nuestra fiesta de Moros y Cristianos , literariamente también exalté el valor de ambas culturas que llevaron a su personaje a morir por la libertad. Películas que se mandaron y no pasaron desapercibidas al pasar por los tribunales de los concursos del europeos.
Sobre los textos míticos de los personajes Bonifacio y Aglaes publicados en dos trabajos literarios titulados, Un Truhan llamado Bonifacio y Las Voces de un Hermoso Sueño. Nuestros festejos de hispano árabes están llenos de valores humanos glorifican al pueblo que los ensalza como propios de su histórica cultura humana.
La naturaleza también toma notas de la evolucion de su vida en las aristas de lo troscos de los árboles.
Francisco Máñez Iniesta.
La fiesta de Moros y cristianos del 12 al 15 de Mayo del año 1943 fue un año muy especial para quien suscribe, pues nací el día 12 de marzo, dos meses antes de las tradicionales fiestas de moros y cristianos, cuando recién nacido en brazos de mi madre, asomado al balcón de mi casa en el calle Julio Tortosa. 3, junto a la plaza donde los románanos se asentaron, y hoy está el museo arqueológico. Allí empecé a escuchar las primeras músicas festeras y sentir el bullicio de mis familiares aplaudiendo ante el paso de la fiesta y en especial a los estudiantes, la comparsa de mi tío Poldito.
En aquellos años la entrada salía desde el final de la explanada, subía por calle San Vicente hasta la plaza de Arriba y desde allí por la calle Mayor bajaba por la calle Julio Tortosa, y terminaba en la puerta del Ayuntamiento. Tenía tres meses cuando el día 3 de junio fue bendecida la nueva imagen del Cristo que Juan Montesinos donó coincidiendo con la festividad de la Ascensión. La nueva imagen de la fiesta y yo cumpliríamos cada año nuestra presencia en este pueblo y que gracias a la fotografía obtendría de ella las primeras imágenes de su festividad,
El año 1943 fue el año que por primera vez los moros empezaron a desfilar con marchas moras. También fue por primera vez las abanderadas y rodelas dejan de formar detrás de las comparsas y delante de las bandas de música, para pasar al frente de las mismas y formar el conjunto de cargos festeros, haciendo compañía al capitán que, hasta ese momento, venía figurando en solitario abriendo la comparsa, y como novedad los capitanes introducen en sus trajes La nueva prenda en las entradas, la capa. Con estos nuevos detalles se iniciaba un cambio sustancial en las entradas el cual sin dejar de renovarse en otros aspectos, llegaría a magnificar nuestras entradas.
También es curioso para mí que el año 1943 fuese en la historia de nuestra el año en el que se editó la primera revista de la fiesta de Moros y Cristianos en la cual aparecen los nombres de escritores que fueron apreciados por nuestra generación. La pequeña revista de tamaño… sostuvo una edición de 45 páginas de diferentes tonos del papel, montando la publicidad, sobre el color papel blanco con azul se editan los textos literarios de la revista.
Los primeros textos publicados fueron de Rafael Duyos, Enrique Amat, J. Román, J.H. J. Hernández, R.Y.A. Y los dibujos son firmados por Ernesto Montesinos, mientras Francisco Rodríguez, el que posteriormente sería maestro los niños del en el colegio Primo de Rivera, Don Paco exalta la heroica Reconquista.
También se cita, que el día de san Bonifacio, como venía sucediendo desde antaño, se volverían hacer las paellas con carne y vino para que comieran los pobres que no tenían dónde hacerlo. Acto tradicional que llenaba la plaza de lazarillos trashumantes.
Fue muy importante que 183 comercios y empresa se anunciaron en la incipiente revista por el gran apoyo económico que recibió la fiesta a través de la publicidad del comercio y las empresas calzados y auxiliares además del comercio entre el número de los anunciante del pueblo, encuadernada mezclando la publicidad con el contenido festero.
Fue para mí una sorpresa y gran satisfacción encontrar entre la publicidad dos anuncios de la comercio de mi padre Casildo Máñez, sobre la librería papelería y la fotografía productos concesionaros de Kodak en todos sus servicios de venta de cámaras accesorios y posterior revelado que aprendió a hacer el.
Gracias a mi cercanía en los negocios de mi padre, la afición a la cultura y la fotografía también son pasiones que siempre me acompañaron, si bien fue el Club de Juventud, cuando la fotografía, cuando tomo fuerza para que poco más tarde naciera el “Foto Cine Club”, que marcó la época siguiente.
DON JUAN TENORIO
En aquel tiempo yo fui un niño enfermizo con siete años que no salía casi nunca de casa y mi tía Josefina siempre que podía me llevaba con ella. Recuerdo que siempre guardé en mi mente infantil, algunas imágenes de aquella primera función, Don Juan Tenorio, pero sobre todo la del actor cómico Antonio Juan “chaquetilla” con el personaje de “Chuti”. Actor al que de mayor aprecie muchísimo cuando fue conserje de nuestra Unión de Festejos. Riquísimo es el trabajo de Patricia Navarro que me abre las puertas a aquel lejano tiempo repleto de personajes en los distintos campos del teatro y la que nos acerca más a nuestras raíces…a nuestras luces y sombras de nuestro pasado.
Repasando mi memoria el recuerdo que con más claridad recuerdo fue cuando a mis siete años en 1950 vi como la plaza apareció el nuevo castillo que sustituiría a viejo que se guardaba en el almacén municipal junto a la fuente del salitre.
El viejo vastillo lo formaba tres planchas de madera una frontal que tapaba la fuente con la puerta pintada en el centro y dos laterales cortadas en forma de castillo que sostenían una plataforma preforma donde los embajadores subían para decir las embajadas por la escalinata de la Iglesia .
Siempre que pienso en aquel castillo viejo lamentando que no tengamos en nuestro recuerdo ni siquiera una fotografía de él, pues allí – según me contaron posteriormente amantes de la poesía- se proclamaron embajadas de mucho nivel, que llenaban la plaza, por grandes embajadores que el corpus de la fiesta tristemente ha olvidado. Fue significativo que aquel niño , o sea yo, redactara y se publicara en la revista oficial del año 1966 en la Revista Moros y Cristianos un texto titilado ¿Sueño o Realidad? En el cual escribí que se representaba la embajada en el castillo. Sueño que dejó plasmado en la revista de Moros y Cristianos, en el que vio como las embajadas se hacían en la explanada del castillo reconstruido completamente. Sueño, que muchos años después que se convirtió en un texto teatral de la Rendició argumentado con los hechos históricos del Llibre dels Feits de Jaume I y se estrenó en el año 1983 después de estar algunos años escribiendo después de salir de mi habitual trabajo, y se sigue representando anualmente
En el año 1958 me afilié a la comparsa de Estudiantes y durante cincuenta años aquel niño permaneció en la fiesta trabajando en las múltiples facetas de la fiesta portando un bagaje de actividades en diferentes facetas. El estudio de la figura de San Bonifacio me llevo a descubrir después de publicar el texto Un truhan llamado Bonifacio sus posibilidades para llevar al teatro, junto con Aglaes, su gran amor y pasión por su lucha por la libertad y pensamiento en pro del ser humano. Magistral personaje, figura universal que después de un profundo estudio me entrujo en su mundo romano, del que parte de él en la síntesis de mi trabajo publicado en la revista Festa 2017, titulado “Las voces de un hermoso sueño”
Nuestra fiesta Hispano – Árabe ya desde muy niño, por las circunstancias expuestas , en ella he dejado gran parte de mi vida trabajando en multitud de frentes desde que forme parte del equipo de jóvenes que formó junto a él , Hipólito Navarro Villaplana , el cual fue inducido a la presidencia de la Unión de Festejos por primera vez por Luis Vera en el año 1.959- 66 cuando apenas regresó de su gran ausencia del pueblo.
Hipólito volvió a la presidencia en el año 1973 y yo entré , invitado por él , y fui nombrado vice-presidente 1975 sustituyendo a Evaristo Plá. Fue en noviembre de 1978 cuando se inauguró el primer ciclo cultural y en 1979 cause baja de la directiva de la Unión pasando a trabajar en las programaciones del aula cultura.
ACTO DE INAUGURACION DE LA CASA DL FESTER
Fue en el año 1973 cuando entre de vocal a la Unión de Festejo con la presidencia de siendo la primera tarea acometer la Casa del Fester y dotarla de biblioteca la gracias a la Diputación de Alicante y petición del alcalde Vicente Maestre, pues ambos creímos necesario que la nueva casa del Fester tuviese su biblioteca, como cada casa tiene que tener su biblioteca. Con el coche oficial del Ayuntamiento – en dos viajes -dotamos a la casa de biblioteca para la revista que edita anualmente, además de los libros que la Diputación nos regaló tan necesarios en el desarrollo cultural de los equipos de trabajo.
Dice y mucho del progreso de nuestra fiesta recordar el estreno del Pasodoble Petrel, dirigido por su autor Miguel Villar desde el castillo, en la plaza casi vacía, en contrasta con la actualidad en que, en la misma no quepa una aguja. Siguiendo la misma política cultural del presidente Hipólito, secundado por Santiago Payá, se puso en marcha la nueva iniciativa que marcaría la época dorada inaugurando como tarea primordial el Aula de Cultura, que marcó un tiempo cultural histórico gracias a sus componentes Pablo Navarro Salvador, Pavía, Santiago Payá, Antonio Navarro….y quien esto suscribe. Sueño cultural que el presidente Hipólito que materializó durante los años de su estancia en la isla de Mahón. Sin Hipólito y Santiago nunca se hubiese nacido el Aula de Cultura y la histórica Rendició.
El equipo directivo de Hipólito afrontó los nuevos retos pendientes como pasar la Festa a Fin de Semana, además abrir la participación de La Mujer en la Fiesta, Empeño y lucha de Pilar Perseguer y la Fila de Negras, y la confección de Nuevos Estatutos Democráticos. Que redacto Antonio Navarro , Presidente de la Comparsa de Tercio de Flandes. Y entre tanto acepté la petición trascribir el argumento de la zarzuela Moros y Cristianos, a nuestra localidad, la cual ha sido pasada al Valenciano en el departamento de Normalización en Valencia del de nuestro Ayuntamiento.
Después de alcanzarse estos objetivos, Hipólito Navarro cesó para darle paso a si hijo Enrique como nuevo presidente, con el que se produjo el nacimiento la” Festa dels Capitans” y como consecuencia en su vertiente histórica, me lancé a la aventura de escribir la obra teatral de la Rendició de Petrer, según el texto teatral deducido del El Llibre dels Fets que Jaime I escribió narrando su conquista de la medina de Bitrir musulmana en el año 1265. Obra estrenada en su segunda parte en el castillo en el año 1983 y completada y representada en su totalidad en el Teatro Cervantes en el año 1997. Acontecimiento histórico que nos marca nuestro tiempo histórico ante la figura del rey JAIME I en persona, negociando la rendición a cambio de la paz, tarea y ejemplo de valores conmovedores universales que se viene repitiendo desde hace ya 35 años.
Obra que se debe a la multitud de compañeros de viaje como el grupo de Teatro Arenal, con doloroso el recuerdo de los que ya nos abanderaron para siempre .La fila de Jaume I y demás festeras y amigos que llenos de ilusión trabajamos por la fiesta dejándole lo mejor de cada uno, por todo ello no podemos olvidaros como, Eusebio Rico, José Mª navarro, Antonio navarro, Pablo Navarro, pues algunos números ya nos dejaron, como Luis Vera, Hipólito Navarro, Santiago Payá. Evaristo Plá, Rafael Moran, Antonio Ricote y los poetas Enrique Amat y Francisco Mollá... Amigos que sentían lo mismo que nosotos, movidos por un gran amor a la cultura y a nuestra fiesta.
Gracias Hipólito que culminó con el gran esfuerzo del gran salto democrático de la fiesta y al esfuerzo de la anterior junta directiva Comisión Warren, capitaneados por Vicente Amat, José Luis Torres, Luis Sanchiz , José María Navarro el cual terminó su vida legándonos dos libros imprescindibles sobre la vida en nuestro pueblo, que superaron la herencia conflictiva caciquil festera del pasado, también trabajando e para que nuestra fiesta fuese denominada y protegida por el ministerio de información y turismo que nos impuso el nombre común de Fiestas de Hispano Árabes tan necesario en la actualidad en estos tiempos difíciles y tan necesarios para integración internacional de las culturas.
Durante cincuenta años aquel niño creció y permaneció en la fiesta trabajando en las múltiples facetas de la fiesta portando un bagaje de actividades en diferentes facetas como vice-presidente de la Unión de Festejos, además de Pregonero en el año 2003, en que durante la lectura de mi pregón, unos determinados párrafos de mi texto fueron armonizados con música sinfónica en directo , además de haber participo un ballet mixto, con un decorado -elaborado por Pascual Navarro- con el fondo de unas pictóricas columnas exponiendo en ella el «cuadro» final de la Rendició, cuyo autor fui yo , como el pregonero de pregonar las fiestas del año 2003.
Según el profesor Pablo Navarro en su comentario sobre su pregón dijo que Paco Máñez pronunció un pregón cargado de historia e ilustrado con textos llenos de sentido histórico y sentimientos literariamente bellos y profundos, líricos y precisos que se apreciarán más cuando se reflejen el alma de nuestra localidad. Fue una lástima que sus palabras no se escucharan con nitidez por la televisión, ya que por el reducido aforo del Teatro Cervantes, la mayoría de los vecinos siguieron el acto por la pequeña pantalla. Por tal motivo el periódico local El Carrer, ante las peticiones generalizadas del pueblo, publicó por primera vez el texto del pregón completo la semana siguiente.
PREGON PACO
El texto publicado en la revista de fiestas titulado “Un Truhan Llamado Bonifacio” desarrollo un estudio de la figura de San Bonifacio tan contemporánea, en mi opinión que me llevó a descubrir su interesantísimo filón humano para llevar al teatro, junto con Aglaes, su gran amor y pasión por su lucha por los desamparados de la sociedad en un canto a la libertad y a la grandeza del amor, por su pensamiento en pro de la vida . Magistral personaje universal que me entrujo en su mundo romano, que quedo en mi trabajo publicado, titulado “Las voces de un hermoso sueño” que la nueva dirección de la revista rechazo sin ninguna matización al respecto, y posteriormente se publicó el mismo año en la revista municipal de octubre Festa.
También fue un tiempo ilusionante escribiendo guiones , como entre otros muchos, el de los videos, entre otros como, Crónica de una fiesta, Sinfonía Hispano –Árabe premiada en el festival internacional de Berlín , y la locura musical llena de imágenes de Alucinaciones aclamada en Japón por técnicos especialistas y otras más para las películas de nuestras fiestas de Moros y Cristianos realizadas por el prodigio de mi cuñado Manolo Maestre. También fue importante la realización del en ensueño del Cincuentenario de los Moros Nuevos organizando una cena espectáculo en el parque 9 de octubre, contando con la colaboración del grupo de teatro local donde se escenificaron textos de evocación árabe con la puesta en escena Noche en la Medina de Bitrir con nuestra actriz local Mensi Romero declamando el texto escrito para ello “ Lágrimas Verdes “.
También fue notorio un montaje especial llamada Gloria del Centenario de las Abanderadas, formando equipos con tantos corazones festeros, que quedaron en el recuerdo de nuestras vidas.
También el destino quiso que yo naciera en el edificio de la calle Julio Tortosa encima de los Hornos de la Villa Petraria, yacimientos de época romana que con la revelación de Mosaico Romano nos trasladó a la época romana, tema de la que también escribí años atrás una la tragedia teatral titulada Villa Petraria , tesoro arqueológico que nos de nuestra la importancia de la nuestra Villa , aportando créditos importantes en la cultura local tan visitada por el turismo que debemos de potenciar con los recursos que la villa nos ofrece culturalmente.
En el año 1943 me subieron al tren de la vida cuyo destino no se nos revela el camino que emprendemos, si bien es cierto que es el periodo de la niñez cuando los seres humanos forjamos nuestros deleites y preferencias. No en vano los griegos a sus mujeres, mientras permanecían embarazadas vivían en la Acrópolis de Atenas, junto al desarrollo artístico, lirico y sabio de los grandes poetas y filósofos que marcaron la civilización Occidental creyendo que toda lo visto, escuchado y olido, impregnarían de conocimiento las vidas de sus descendientes.
El viaje ha sido largo y provechoso en su gran parte, pero es también cuando el dolor nos aflige cuando vemos partir a algunos amigos compañeros de viaje, con sus alforjas llenas de amor, silenciosamente, nos vamos apeando en cada estación “termini” de cada cual.
Por mi parte sostengo que a lo largo de nuestras vidas, vivimos demasiadas casualidades que nos acompañan durante el cumplimiento de nuestro ignorado destino. Camino de vuelta siempre acompañado de sueños y vivencias del gran misterio de la vida como, ejemplo el de los árboles se graban en su cuerpo los pasos y acciones emprendidas durante su vida. Si esto sucede incluso con la vida vegetal, y se repite en la vida del ser, sin que este le interese grabar los pasos de su vida, máxime ante la ignorancia del gran misterio del ser humano ante el misterio de la vida.
COLEGIO PRIMO DE RIVERA 1929-2002 DÉCADA DE IOS 40-50
LOS NIÑOS DE LA POSGUERRA.
Francisco Máñez Iniesta
En mi caso, evocar el colegio público Primo de Rivera, supone trasladarse a la mitad de los años 40 hasta mediados de los 50, década en la que transcurrieron los años de mi infancia, los cuales finalizaron en el año 1956. Lo más inmediato que recuerdo es el frio de los crudos inviernos de los años de posguerra, cuya calefacción consistía, e principio, en braseros que nos llevábamos de casa, hasta que las estufas de corteza de almendra empezaron a funcionar, junto a la mantequilla, la leche y el queso de color amarillo americana que el Plan Marshall nos regalaba. Verdaderamente, aquel reparto resulto pintoresco y divertido, pues a todos nos encantaba el sabor a gloria bendita de aquella mantequilla y la buenísima leche en polvo. El azúcar y la canela nos lo llevábamos de casa. El rosco recién hecho y la onza de chocolate completaba el menú para mitigar el hambre de la terrible posguerra española. Recuerdo que algunos niños se traían botellas para llevarse a casa el sobrante de la leche para sus hermanos pequeñitos.
Recuerdo en heladas mañanas ir al colegio muerto de frio, con una bolsa más grande que yo. Llegando a la pinada solía asomarme al abrevadero de caballerías que había junto a la fuente, para ver si el agua estaba helada. ! Que nadie se equivoque! En la bolsa llevaba la enciclopedia de Álvarez, la libreta y el plumier, además de los tebeos de El Guerrero del Antifaz, Pulgarcito y mi favorito El Capitán Trueno.
También solía llevarme objetos de escritorio de la librería de mis padres, seguramente con la intención de chulearme, o bien si el día era tranquilo, hacer alguna rifa secreta entre los amigos. Recuerdo que a don Antonio le gustaba registrarme la bolsa de vez en cuando, vaciándola encima de su mesa. Cuando terminaba de sacarlo todo, su mesa parecía un escaparate. Había tinteros de tinta china de colores, borradores, lápices, cuentos, infinidad de colores, plumillas, postales, y seguramente la colección de estampas de turno. A veces, también por increíble que parezca, algún Zaragozano de los que también vendía mi padre para estar al tanto por si iba a llover, pues ello nos destrozaría todos los planes a ejecutar al salir de clase.
Todas estas instantáneas, junto con otros recuerdos más vivos, me acompañaron hasta el final de mi niñez. Fueron sin duda los días más felices de nuestras vidas que a su vez Contrastaban con los años más duros de sufrimiento y privaciones de este pueblo. Fue la vida en el paraíso de la ilusión, donde el sentido del juego presidia cada momento del día. Fuimos la primera generación de niños de después de la guerra, y quizá por ello (para que volvieran a la plaza las risas de antaño) se nos permitió, sobre todo los que vivíamos en plaza del Ayuntamiento y aledaños, que estuviésemos jugando todos los días hasta altas horas de noche en el portal de la iglesia y del Ayuntamiento, eso sí, utilizando los preciosos juguetes de nuestra imaginación, que eran los únicos teníamos.
A la edad de trece años, después de pasar mi infancia en Primo de Rivera, ingrese en la “Universidad”· del Calzado de calzado pueblo, Calzados Luvi, aquella empresa faraónica y ejemplar, pues aparte de la fábrica de zapatos, estaba previsto que toda la zona de pinada se fuese convirtiendo en nuevas secciones auxiliares para fabricar la suela, el chinche, piel...
Aquella obra si la comparamos con lo que era la industria de la época, era sobrenatural pues la perspectiva de la familia Villaplana que promovió aquel gran proyecto, aparte de lograr el primer puesto en el ámbito nacional en la fabricación de calzado, hubiese sido también un hito en el ámbito europeo, por lo que ahora está a punto de desaparecer físicamente del mapa histórico del pueblo, habrá que lamentar una pérdida irreparable.
Hora triste la de la despedida, pues si ahora le toca al colegio de mi infancia, pronto le seguirá Luvi, que también marco la vida del pueblo. Lo dicho, triste hora la de las despedidas más si van precedidas de auténticas desidias, pues si patético ha sido ver a la última generación de niños y niñas sobrevivir escolarmente en barracones en condiciones deplorables, también es muy triste ver el abandono y el menosprecio que se ha tenido ante esta fábrica, que como digo fue una autentica Universidad del Calzado se debía de haber salvado, pues los trabajadores que se formaron allí, y los niños allá, donde encauzaron su vida dieron testimonio de profesionalidad y el buen hacer. Si perdemos la memoria, perderemos el futuro.
Sinceramente, creo que todo el enaltecido sentimiento que tenemos por el colegio recae fundamentalmente en el corpus de maestros. A ellos les debemos su esfuerzo por instruirnos lo mejor posible para enfrentarnos a la vida. Nada me dice el nombre de Primo de Rivera pues nada tiene que ver en el mundo de la cultura. Es más, ningún dictador ha sido sensible a la cultura –aunque si a valores manipuladores como medio de propaganda-, ni mucho menos el respeto a los derechos humanos. Quizá por llevar el nombre de un dictador, y sobre todo por empezar a vivir un nuevo periodo histórico de la nueva dictadura franquista, se podrían “justificar” algunos maltratos y excesos Puntuales propios de aquellos tiempos de miseria cultural y humana, tan próximos al término de la guerra incivil que se dieron nuestros belicistas padres. Pero volvamos a aquel mundo lleno de recuerdos inolvidables.
Recuerdo que mis primeros días fueron verdaderamente duros de aguantar, al igual que mis compañeros de calle y plaza, pues nosotros veníamos del mundo libre donde los juegos nos tenían ocupados todo el día. Éramos unos “petates “que nos pasábamos el día jugando en aquellos parques públicos de antaño. El Castell y sus cuevas, la rambla y el alcabons, la cova de l’encant, la cova l’ull, la balsa de cuatrovientos. De ahí, que aquella disciplina que se iniciaba, ya a la puerta del colegio, formando de igual modo que luego hicimos en la “ Mili” tuvimos que tomárnosla un poco a cachondeo para poderla aguantar, pues en las formaciones que se producían después de que el profesor de turno ordenara “¡ A cubrirse !” La tanda de cachetes que dábamos a los niños que teníamos delante y nos daban los niños que teníamos detrás, provocaba tal revoltijo que iniciaba el
primer reparto de “tortas “a primera hora del día, sin excepción de los niños buenos, que siempre era a los que más les dolía, repitiendo medio lloriqueando aquello de... “pero si yo no he hecho nada...” De la puerta, en fila india nos llevaban como flechas a las clases, siempre que no fuese el mes de Mayo, (símbolo del mes de la Virgen y las flores) pues de serlo, supondría que !riamos ante el altar que se montaba en honor de la Virgen María donde rezábamos y cantábamos aquella canción tan dulce que repetía “ Venir y vamos todos con flores a María que madre nuestra es...” Tendremos que devenir que, con aquella férrea educación, la asignatura del espíritu nacional, estaba más que garantizada para convertirnos en “mitad monjes mitad soldados”
Comienza la clase, después el pase de lista y la lectura de la consigna del día. A partir de ahí, según con el maestro que habías caído, el día iba a ser más o menos emocionante sin olvidar que estamos en los tiempos aquellos en que “ la letra con sangre entra” cualquier paso en falso se pagaría muy caro. Aquello de la consigna diaria fue un exitazo, pues si nos fijamos en algunos periódicos inician sus textos con algún pensamiento o frase interesante, lo cual equivale a lo mismo, variando el perfil ideológico que interese introducir en el lector. Si tenías al buenazo de maestro D. Francisco Rodríguez, cuyo nombre de batalla era Don Paco, podías sentirte dichoso pues fue un maestro paciente y bastante tolerante, aunque cuando te pillaba “infraganti “ se te quedaba grabado en la cabeza el sello de su sortija del capón que te daba. Con el aprendimos a hacer teatro guiñol, interpretando personajes e historias que el inventaba. Recuerdo aquella letra cantada de un personaje del guiñol que decía: “ Si quieres ser monaguillo de la parroquia que hay en Petrel, levántate muy temprano y en misa de siete te apuntare...” Las actuaciones del guiñol nos llevaron incluso a Alicante y verdaderamente nosotros y los niños que nos veían lo pasábamos bomba, pues en las obras de don Paco se daba mucha caña en los argumentos, habiendo vez, que las cabezas de los muñecos quedaban destrozadas de tanto palo saltaban al público. Aquello parecía una tontería, pero ya de mayores, cuando veíamos en la tele compañías de marionetas con muñecos preciosos, valoramos aquel deseo de nuestro maestro por aprender lo que él sabía. Recuerdo que una vez vi un festival de guiñol con un don Quiote de protagonista, manejado con hilos, que impresionó profundamente. Aquel día descubrí lo que don Paco con sus “cristobetes” quería decirnos con aquel “inocente” juego. Con aquellas figuras tan exprese vivas, músicas adecuadas y bellos textos, la belleza y la emoción estaban garantizados. Aquello suponía encontrase con las bases de la verdadera cultura.
Pero la actividad de don Paco era diversa, el último día de la semana, por la tarde, tocaba rezar el rosario. Aquello, sin que nadie se lo propusiera, resultaba genial. Don Paco rezaba la letanía de los santos:” Santa María” y nosotros teníamos que decir “Ora pro nobis” Bueno, el “bissssss” final, entonado casi con un centenar de voces cabreadas resultaba interminable. A partir de ahí, algún maestro mas entraba en acción y si conseguía pillar algún gracioso se le garantizaba un feliz fin de semana.
En aquel colegio sin calefacción ni refrigeración, nos las arreglábamos llevándonos, como ya he dicho, un pequeño brasero en el invierno y sufriendo los rigores calurosos de los días fuertes antes de las vacaciones. Recuerdo a don Paco tan obeso, sudando, en esas tardes de pesado bochorno corrigiendo las libretas, a punto de que la somnolencia le venciera, haciendo esfuerzos baldíos, hasta que su bolígrafo empezaba a rayarnos la libreta indicando su derrota ante aquella atmosfera cargada de calor y niños bordes que nunca dormían. Don Paco se había dormido, las rayas de la libreta confirmaban la buena nueva. A partir de ese momento todo el juego se haría por señas, y todos hasta los más gamberros respetarían en autentico silencio, aquellos minutos de siesta de nuestro querido maestro. También recuerdo que reconocíamos en seguida a don Paco, cuando se vestía de cofrade en Semana Santa, con su inmenso traje morado y su enorme capirote, acompañando la cruz que presidia las procesiones. Con el traje tan grande que tenía, el cual nos daba que pensar que en su interior llevaría varios sacos de caramelos, jamás
nos dio ni uno a sus alumnos a pesar de que no dejábamos de rondarlo, y es que a don Paco como a doña Concha, su esposa y también maestra del mismo colegio, el tema de la Semana Santa era vivido con autentico fervor. Don Paco fue el maestro más divertido que tuve y creo que coinciden conmigo la mayoría de sus alumnos. Fue un buen maestro que le gustaba ensenar de un modo divertido, yo diría que fue un maestro “Clown” excepcional que ninguno de aquellos niños lo olvidara, pues gesticulaba casi siempre haciendo infinidad de caras que nos divertían. Como olvidar los personajes de sus cuentos Churrete y Chufete, o sus canciones como aquella de “cuando Fernando VII reinaba el malecón...” Nunca más en el transcurso de toda mi vida, escuche sus cuentos e historias, lo cual me hace suponer que eran meritoriamente inventados por mi maestro y vecino de plaza.
A don Paco, dona Cocha, a sus hijos Paco y Jesús Ángel que tantas muestras de afecto han dejado en este pueblo; Paco con sus artículos y conferencias y Jesús con sus conciertos de piano, y también a su hermana Inmaculada, que coincidimos el mismo día y la misma hora en la llegada a este mundo, y mientras vivió fuimos como hermanos. A todos ellos, mí más querido recuerdo y afecto. También tuve a don José Ayala de maestro. Poco recuerdo del, hombre menudo y delgado, elegante y pulcro, cuya voz modulada daba fe de que además también era profesor de piano. Don José fue director del colegio y su recuerdo me lleva a pensar que
fue un maestro normal del que jamás añadía nada a la educación que no estuviese establecido, destacando por su exquisita corrección y simpatía. Tenía una prominencia física en la frente que le caracterizaba. Para nosotros era “el mestre del chirlo en el cap” Aunque entre nosotros hablábamos valenciano, a los maestros siempre nos dirigíamos naturalmente en castellano, como mandaba el código nacionalsindicalista que premiaba el castellano como lengua única del estado. Aquello resultaba curioso, pues cuando se nos corregía cuando hablábamos en clase, espontáneamente, y luego en la calle, todos, incluidas autoridades y los curas don Jesús Zaragoza que llegó de joven a Petrer después de la Guerra y don Jesús Navarro cura de familia local que hablaba en valenciano y castellano obviamente. Otro sacerdote de familia local fue D. Sebastián al que conocimos ya muy mayor.
Don Camilo fue otro maestro de mucha valía a pesar de su acendrada seriedad y rigidez que no variaba ni siquiera con su hijo-alumno Fernando, en cambio su mujer era una señora muy elegante y guapísima que siempre llevaba la sonrisa en la boca. El buen maestro fue un entusiasta enamorado de la buena música y sobre todo de la polifonía. Don Camilo tenía un violín que se llevaba a clase muchos días pues montó una coral infantil, , guardado en su estuche que dejaba encima de su mesa para mejor control. A nosotros, que jamás habíamos visto un violín de verdad, nuestra fantasía nos hacía ver que en aquella funda se guardaba una ametralladora, pues eran los tiempos del cine negro americano con James Garney y las películas de Al Capone.
Cuando llego el momento, después de haber seleccionado a las voces del colegio, abrió el estuche y saco su violín para darnos los tonos musicales. Había nacido la coral de voces blancas del colegio. Pedro Vera y yo, fuimos designados solistas; ¡Agárrate! Menudo cachondeo y sofoco cuando don Camilo invitaba a nuestros conciertos algunas maestras para presumir de su coral. La verdad es que aquellos ensayos, tanto de teatro guiñol y música, nos libraba de algunas clases plúmbeas, aunque lo más importante fue que, sin darnos cuenta, estas actividades que se daban por deseo propio de nuestros maestros, estaban en línea con lo que sería la enseñanza que estaba por llegar.
Don Camilo era cojo, tenía un pie torcido y su andar era lento y penoso,
resultándole imposible correr detrás de nosotros, aspecto este que teníamos en cuenta cada vez que en el recreo hacíamos batallas según la película que habíamos visto el fin de semana. Como se puede comprobar todavía en el colegio, junto a las dos naves de aula derecha para niñas e izquierda para niños, hay dos callejones de salida o entrada que llegan al patio central por el que paseaban charlando los maestros. Los dos ejércitos, uno en cada ala, organizaba su ataque y la batalla a muerte que se producía en el centro del patio, siempre que no hubiera maestros paseando. Recuerdo un día cuando salimos al recreo, no había nadie paseando en el centro del patio, solo los niños más pequeños y rápidamente organizamos la batalla a muerte saliendo al galope de ambos lados. El juego consistía en empujarnos fuertemente hasta que caíamos al suelo y te dabas por muerto.
En cierta ocasión ocurrió que mientras nos agrupábamos los dos ejércitos, nadie se percató de que salieron al patio los maestros a cumplir con su rutinario paseo, cuando de momento dos estampidas de veloces caballos con sus correspondientes jinetes salieron, espada en mano, a luchar contra sus enemigos, produciéndose el choque de la batalla en el centro del patio. Allí, nuestros maestros, reglas en mano de verdad y dando cachetes a diestro y siniestro, hicieron correr cobardemente a más de un centenar
de soldados de pacotilla. La desbandada fue general, salvándose de algún cachete el sector de soldados que huyo por el lado que defendía don Camilo, pues el pobre, a raíz del encontronazo de tanto crio, casi cae al suelo y con su lamentable estado, le fue imposible sacudirnos como le hubiese gustado.
Ser amigo de Antoñin, el hijo del maestro don Antonio, supuso tener doble acceso a él, o sea, en el colegio y en su casa. Doña Laure, también maestra de “Primo de Rivera” Mari Nieves, su hija, formaban la familia. Don Antonio fue el que más me zurro la badana pues a los castigos del día a día, había que sumar los que producíamos con su hijo todos los que jugábamos en la plaza. Lógicamente, Mari Nieves, a la que supongo n dejábamos jugar le contaba a su padre nuestras hazañas, así que, al mediodía, después del canturreo Ave maría la hora de la salida cuando, nerviosos, nos disponíamos a salir volando, el maestro, impasible, decía: “un momento, los de la plaza que no Salgan” Y allí nos quedábamos con él a pasar media o una hora de castigo. Si el hecho se consideraba grave, empezando por su hijo, solía quitarnos el frio.
La noche que hubo un apagón de luz, (por cierto muy frecuentes en aquellos años, a pesar de que el “Tío Bernabéu “y “Antonio el de la llum “estaban siempre de guardia con sus escaleras), alguien a carrera abierta se atrevió a darle un beso a Mari Nieves amparándose en la oscuridad, la tocata del día siguiente fue de película. Merecidamente el castigo fue ejemplar. Nunca se supo quién fue el osado, el valiente que pudo besar a la princesa de sus sueños. Hace un par de años cuando Mari Nieves “ Neus” volvió al pueblo como pregonera de la fiesta de Moros y Cristianos, después de tantos años, le conté la historia y lamentablemente no se acordaba, pero le gustó tanto, que me dijo, por si acaso fuiste tú, te devuelvo el beso.
Don Antonio, quizá no fue un exagerado en la salud higiénica, como decíamos de él. Diariamente cuando llegábamos por la mañana nos pasaba revista de cara, orejas, ojos, manos, unas, piernas, pañuelo... y al que le encontraba algún fallo lo mandaba a los lavabos. La verdad es que, en aquellos tiempos de tanta miseria humana, había niños y niñas que daban pena, como así mismo gente mayor que vestían sucios harapos. Él nunca decía nada de la ropa, en cambio no permitía que sus alumnos fuesen sucios.
Don Antonio fue el maestro con el que más años estuve. Se destacó enseñándonos dibujar y difuminar, siendo notorios mis dibujos, a página entera, que hacía del escudo del “ Barsa “ con aquel lápiz lleno de simbolismo “ mitad azul, mitad rojo” También fue un hombre muy sensible que nos recalcó el amor a los padres. Ignoro el motivo, per llegado el día de la madre se empeñaba en que todos los niños le hiciésemos un regalo-dibujo con un versito a nuestras madres. Todos los niños de su clase teníamos que hacerlo, para ello diariamente, se llevaba a su casa todos los dibujos que día a día íbamos haciendo para retocarlos. El dibujo, o mejor la “ birria” de dibujo que día a día íbamos haciendo, no habiendo forma de sacarle punta, a veces en tiempo de recreo, aparecía al día siguiente precioso, pues las manos de nuestro maestro en sus horas libres, perfilaban los dibujos de todos. Llegada la fecha del día de la madre nos hablaba de sus sacrificios por toda la familia poniendo de manifiesto su amor hacia ellas. Aquella lección, inevitablemente, hacía que sus ojos se llenasen de lágrimas.
Como ya he dicho, fue en la clase de don Antonio donde mis recuerdos se agolpan. Recuerdo a Gabriel García, el entrañable “Cañero“ compañero habitual en la última mesa de castigo, que se consolaba cuando la formación daba media vuelta y entonces era el primero. Cuando una vez en la clase de don Juan José hubo zurra para todos en las pantorrillas y él se escapó del suplicio y muy inocente y contento le dijo: “Don Juan José, a mí no me ha pegado” .Si...? Respondió el maestro. Nunca más dijo ni pio después de las sucesivas “ Tocatas”
Recuerdo a Pachi, junto con nosotros castigado, también con su flamante uniforme de portero, que a veces solía llevarse a clase. A José Almarcha, “Pepito el bueno” -nuestro actual velador agente municipal también ya jubilado y excelente aficionado a la fotografía en la actualizada y que en el coloe a nuestros ruegos se auto inculpaba de cualquier “castigo” que impedía a toda la amenazada clase disfrutar del recreo. “Don Antonio, he sido yo” y el “malo de Pepito, en el tiempo de recreo, se quedaba solo en la mesa.
Y por último, también me toco la suerte de tener de maestro a don Juan José, -aunque esto lo digo ahora-, en aquella época fue el maestro más hueso, más duro, el más temible. Disciplina y seriedad era su lema. Al colegio se iba aprender y eso es lo que había que hacer, estudiar. Con el no valían coplas ni medias tintas. A parte “el que la hacia la pagaba” .Fueron los años más duros, donde hubo que “apretar el culo contra la silla y los codos contra la mesa” .Nuestras pantorrillas guardan dolorosos recuerdos del rigor de su paleta, sobre todo en el tiempo de los verbos. También es cierto que todo aquel “sacrificio” lo compensamos en un mejor aprovechamiento de las materias estudiadas. También hubo clases en las que el desarrollo del contenido le provocaba que le saltaran las lágrimas. El drama de la guerra civil con sus víctimas seguía vivo en su ser y en sus lecciones. Recuerdo que el día 17 de Octubre siempre fue el día más doloroso para él.
Siempre hubo un aspecto de don Juan José que me impresionó y en cierta forma formó mi inclinación por la dicción. Recuerdo unas clases suyas en las cuales nos narró la novela Ben-Hur.
Siempre me gusto desde muy niño el teatro radiofónico, pase infinidad de horas junto al receptor escuchando adaptaciones radiofónicas que en la librería de mi padre e vendía. En especial los poemas de Radio Monóvar que Remedios Picó nos ofrecía con frecuencia .
Tengo foto de ella.
Recuerdo que fueron horas maravillosas escuchando la obra adaptada para la radio de Cela Viaje a la Alcarria. Por eso cuando don Juan José empezó con la narración de Ben Sur, con su voz grave tan peculiar, me sentí tan agosto teniendo al locutor tan de cerca, que me animo, más tarde, en la aventura fantástica de hacer radio. El cine, la literatura, el teatro, la música y la radio fueron verdaderamente mis pasiones de infancia, resultándome casi indiferente todo lo demás. A ellas les debo lo que culturalmente soy y a aquellos inolvidables maestros que más ayudaron a conocerlas. En estos recuerdos dejo parte de mis vivencias más entrañables cuyo mérito, si lo tiene, será en honor de aquellos maestros que completaron nuestra instrucción aparte de su peculio los recursos más vitales que necesitábamos para el desarrollo completo de nuestra personalidad colectiva. Ese fue la verdadera cualidad del colegio, sus maestros, los cuales nos permitieron en cierta forma “estar como en familia” además de querernos a la mayoría, como hijos suyos.
De todas estas vivencias lamento no tener ningunas fotografía con todos los alumnos de mi clase. Ello me llevó a investigar el motivo, hablando con el director del colegio, mi amigo Pepe Medina ´
accedimos a revisar mi cartilla escolar ,donde apareció el número de mis ausencias escolares justificadas todas por motivos de enfermedad. Aquellos datos me llevaron a consultar con mis padres recordando una gravísima enfermedad intestinal que me curó el Dr. La Fuente de Alicante después de muchísimos años de peligrosa enfermedad junto a de familia el médico de cabecera Dm Luis Semper Bernabéu. Médicos que me salvaron la vida, vida que ya sobrepasa n 77 años llenos de actividad que colmo toda mi vida enamorada de cuanto me rodea y será así hasta mi último día.
14 de Mayo
MOROS Y CRISTIANOS
FIESTAS DE EXALTACION DE LAS LIBERTADES DEL SER HUMANO.
Francisco Máñez Iniesta
El pueblo árabe y el cristiano San Bonifacio, fueron sacrificados por defender su fe ante los tiranos históricos de cada época.
Como viene sucediendo la reflexión de los hechos históricos nos van esclareciendo errores centenarios, siendo significativo que al cabo de los años, comprendiéramos el verdadero significado de los símbolos que encierran las tradiciones que la historia nos va legando en su largo camino de siglos. Imágenes de nuestra historia local quedaron plasmadas en sus tradiciones llenas de simbolismos que van pasando de padres a hijos, configurando un perfil auténtico puesto de manifiesto en sus centenarias tradiciones.
San Bonifacio, el patrono celestial de la antigua medina de Bitrir que fundaron los árabes, fue un héroe cristiano que dio su voz y su vida, por ejercer la libertad de proclamar su fe uniéndose a otros mártires asesinados en Tarso en tiempos de los Emperadores Diocleciano y Maximiano Hércúlo en los años 300 de nuestra era. Antes de que el emperador Constantino se hiciese cristiano.
Otro hecho significativo de la grandeza humana sucedió en el año 1609, y 1300 años después firmaron un pacto con Gobernador Teodoro de Orihuela el año 711,
El día 4 el año 1609 octubre la totalidad de moriscos que no aceptan pasarse a la religión cristiana son expulsados a través del puerto de Alicante perdiendo todas sus tierras y demás bienes después de casi un milenio de permanencia en la península.
Casi un milenio tardaron los Preterís de cultura musulmana de construir este pueblo, y transformando estas tierras, construyendo el pueblo y su transformar estas tierras canalizando las aguas desde la rambla a la Villa Petraria centro de explotación esclavista agrícola y cerámica de los romanos y los descendientes del pueblo afincado de los Iberos.
El dicto de expulsión si no aceptaban su conversión al cristianismo les obligaba a sui expulsión de España, pudiéndose lleva l solamente lo que cupiese en sus manos perdiendo todo lo demás como sus tierras y casas. A pesar de quedarse en la miseria, su fe les llevo a no renegar de su religión, y seguir siendo fieles a su religión milenaria. La expulsión consistía en ser expulsados después de casi mil años de pervivencia en España. Solo se les permitió llevarse lo que pudieran llevarse en las manos, perdiendo sus casas y tierras a cambio de nada.
En Petrer, después de la heroicidad de la sometérsete a la expulsión antes que renegar de su fe en su dios, en el pueblo no quedaron más que siete familias de cristianos viejos, iniciando la repoblación del pueblo con vecinos de la hoya de Castalla y otros pueblos. Cinco años en 1614 más tarde la nueva población de Petrer cristiana hace su voto como patrono de esta villa a San Bonifacio Mártir, firmándose un acta el 28 de junio por la que se declara fiesta el día de su celebración.
Si bien Bonifacio, mandado por Aglaes fue. a Tarso capital de la provincia de Cilicia ciudad del Apóstol Pabla a recoger los cuerpos de los mártires por de la fe cristiana, asesinados por el emperadores dictadores romanos Diocleciano y Maximiano Hércúlo por el delito de declarar su fe cristiana ; acto de valentía y gloria que culminó su vida y su nombre, por defender el derecho de declarar su libertad de expresión. Fue uno más de la larga lista de mártires que murieron en este mundo por defender su pensamiento y su fe.
Bonifacio fue un lozano joven valiente, adelantado a su tiempo, amante de la belleza y la vida que entrego por defender sus creencias siendo martirizado atrozmente por defender la libertad de su creencia, ante el poder de un dictador romano que asesinaba a los creyentes de los que proclamaban como su dios a Jesús de Nazaret. Bonifacio, fue el sirviente de su familia amando a Aglaes hasta dar su vida.
Resulta conmovedor contemplar el rostro de Bonifacio, en el que también vemos un caudal de amor dirigido hacia el cielo, en contraste con su traje de guerrero con espada, tan distante con la gran espiritualidad que emana de su rostro, motivo que siempre me lleva a recordar las películas oficiales de nuestras fiestas de las que me encargue del guion y sus músicas llenas de espiritualidad, ante la grandeza del santo mártir.
Festejando la exaltación de nuestra fiesta de Moros y Cristianos , literariamente también exalté el valor de ambas culturas que llevaron a su personaje a morir por la libertad. Películas que se mandaron y no pasaron desapercibidas al pasar por los tribunales de los concursos del europeos.
Sobre los textos míticos de los personajes Bonifacio y Aglaes publicados en dos trabajos literarios titulados, Un Truhan llamado Bonifacio y Las Voces de un Hermoso Sueño. Nuestros festejos de hispano árabes están llenos de valores humanos glorifican al pueblo que los ensalza como propios de su histórica cultura humana.
La naturaleza también toma notas de la evolucion de su vida en las aristas de lo troscos de los árboles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario