Pero si algo hemos aprendido en los últimos años, es que de las promesas de los partidos no hemos de fiarnos.Al final, buscarán justificaciones para echar la culpa al contrario, por no llevar a término lo que prometieron en campaña electoral; en definitiva, por no hacer aquello para lo que se comprometieron y por lo que la gente les votó.
Esto significa que deberemos oír lo que prometen, pero condicionarlo a: - ¿Quién lo dice? - ¿Cómo y cuándo lo dice? - ¿Qué creemos que pretende con el mensaje? ... Y así ir cuestionando todo lo que nos prometen.
Como decía, el Partido Popular ya ha comenzado la campaña, de entrada a desterrado mensajes relacionados con la corrupción, el aborto, el paro, y todo aquello que entiende que le perjudica, de lo cual no se habla.
Sus mensajes son: estamos saliendo de la crisis, el paro ha cambiado la tendencia, y las reformas realizadas son buenas y han ayudado a mejorar la economía.
Pero a pesar de los mensajes triunfalistas, la realidad es:
A finales del año 2011, cuando el Pp alcanzó el poder, la deuda estaba en un 70 % del P.I.B. y ahora, a finales del 2013, esta deuda se ha situado en el 94 %, siendo más que posible que en el 2014 se llegue al 100 %, algo nunca visto.
Dijeron aquello de: Dejen que se hunda España que ya la levantaremos nosotros.Y el resultado es que se ha hundido más.
Se prometió que bajarían los impuestos (recuerden la recogida de firmas contra la subida del IV.A. del gobierno anterior) y lo que han hecho es subirlos.
La tasa de paro sobre la población activa era del 22,85 % a finales de 2011 y del 26,03 a finales del 2013. Prometieron crear 3.000.000 de puestos de trabajo (declaraciones del Sr. Pons) y el resultado ha sido el contrario.
La masa de personas en situación de trabajar se está reduciendo como consecuencia de la gente que sale del país para buscar empleo, por jubilaciones, renuncia a seguir buscando un empleo que no encuentran, desesperación, etc.
La precariedad laboral está alcanzando límites inimaginables, se pierde empleo de calidad (indefinido y a tiempo completo) y crece el precario (temporal y a tiempo parcial.
Se insiste en que la economía está mejorando, pero se obvia que solo para los bancos y las grandes empresas, mientras que para los ciudadanos de a pie las cosas no es que estén mal, es que están peor y los dramas personales se suceden continuamente.
Los salarios están bajando, lo que afecta a prácticamente todo el mundo, excepto a los grandes que siguen manteniendo sus salarios y sus privilegios (los políticos en activo entre ellos.
La inseguridad jurídica ha crecido y los españoles ya no estamos seguros de si aquello que se nos concedió al amparo de una ley, con todos los requisitos legales, va a ser anulado con posterioridad por medio de una nueva ley que, con carácter retroactivo anule derechos adquiridos, lo que ha ocurrido en varias ocasiones en el último año y medio (bonificaciones por contratación de trabajadores, reforma de las energías renovables y se anuncia que se eliminarán subvenciones a la vivienda), total todo un despropósito que lo único que consigue es una absoluta pérdida de confianza.
Se recorta en sanidad, educación, servicios sociales, etc., es decir, se está recortando en el estado de bienestar que tanto ha costado conseguir en este país.
Se anuncian medidas para atajar la corrupción, pero solo serán públicas las donaciones a partir de 50.000 euros, lo que significa que se pueden recoger muchos donativos de hasta 49.999 euros y seguirán siendo opacos.
Y así podríamos seguir en una larga lista de incumplimientos, pero como muestra basta un botón. Solo pretendo dejar constancia de algunos de ellos para que nos sirva de reflexión sobre lo que está ocurriendo en este país, y por tanto, obremos en consecuencia, sabiendo que si se realizaran cambios como... alguna bajada de impuestos que entrarán en vigor en el año 2015, es decir, cuando tengamos las elecciones locales y generales encima, buscando que olvidemos los años duros y comencemos a creer, que al final, sí hacen lo que prometen;
aunque la realidad y las hemerotecas digan lo contrario.
Antonio Navarro Bernabé
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