Convertir lo ordinario en extraordinario
Mª Carmen Rico Navarro
Cronista
oficial de la villa de Petrer
El pasado sábado 7 de
noviembre Vicent Olmos, amigo y paisano, inauguró en la Sala FICIA
del Museo del Calzado su exposición fotográfica The Prodigious
Machines.
Unos meses antes, en una
de sus esporádicas visitas a la biblioteca municipal, ante mi
pregunta de en qué andaba metido, me respondió que estaba
trabajando en un proyecto acerca de viejas máquinas de hacer zapatos
en el Museo de Calzado y que estaba muy ilusionado. Que llegado el
momento me informaría con detalle del mismo.
Conozco a Vicent desde
hace años y precisamente si tuviese que buscar un denominador común
en cualquiera de las cosas que emprende llámese fiesta de moros y
cristianos, proyectos fotográficos, Grup Fotogràfic de Petrer,
personales… sería fácil,
ILUSIÓN. La ilusión es lo que le mueve a desarrollarlos y a
terminarlos de forma brillante.
Durante la inauguración
de la exposición fotográfica, cuando tras la intervención de
Gabriel Segura, director del Museo, habló él, de nuevo me
cautivaron sus palabras. Se podría haber dicho más alto, pero no
más claro: “la gran misión del fotógrafo consiste, en convertir
lo ordinario en extraordinario. Ese ha sido mi principal objetivo”.
Y a fe mía que de nuevo lo ha logrado. De sus palabras acerca del
proyecto expuesto, se desprendía ilusión y convicción. A Vicent no
le gusta demasiado hablar de sus logros, según él siempre
mejorables. Ya lo vimos en 2010 con su pregón de fiestas, en el cual
puso en pie prácticamente todo el aforo del teatro Cervantes de
Petrer. Hace más de 20 años presentó un audiovisual titulado
L’entorn, en el cual mostraba Petrer, con una visión nada
convencional hasta el momento. El libro conmemorativo del centenario
de la Abanderada, fue dirigido por él. Y otros muchos proyectos
fotográficos desarrollados conjuntamente con sus compañeros de Grup
Fotogràfic de Petrer, Juan Miguel Martínez y Pascual Martínez,
entre otros.
The Prodigious
Machines está compuesta por 35
fotografías de máquinas de la exposición permanente del Museo del
Calzado, vistas desde su particular punto de vista; evitando en gran
medida, las tomas generales, con la finalidad de transformar las
máquinas en animales fabulosos. Para reforzar el efecto, se apoya en
un proceso de edición muy llamativo, con el fin de eliminar toda
traza que le vincule con el objetivo para el cual fueron construidas,
despojándolas de su carácter de artefactos. Finalmente, le otorga
un nombre en latín “macarrónico”, en algunos casos con una
denominación no exenta de sentido del humor. Con la intención de
catalogarlo como cualquier especie de ser vivo, y así transformarlo
definitivamente en animal; pasando a formar parte de lo que él
denomina su “Bestiario Personal”.
La
palabra GRACIAS fue pronunciada repetidamente, en agradecimiento a
todos los patrocinadores comerciales que se entusiasmaron con la
colección The Prodigious Machines. Prueba palpable de ello,
ha sido la confección de un lujoso y cuidado catálogo, disponible
para todos aquellos que acudan a contemplar la exposición (hasta fin
de existencias).
Una vez más, Vicent lo
ha logrado. Cuando te habla de sus proyectos, sus ojos desprenden
chispas. La chispas de la ilusión. No concibe hacer las cosas sin
ella. Los que lo conocemos bien, sabemos que es capaz de desempeñar
con nota cualquiera de las cosas que se proponga.
Muchas gracias al Museo
del Calzado por acoger esta iniciativa vinculada a la industria que
sustenta a nuestros pueblos, a la cultura y al Arte. Muchas
felicidades Vicent y que sigas cumpliendo todos tus sueños.
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