Otro año sin fiesta de Moros y Cristianos, una generación que va a perderse dos años sin fiesta, esto para festeros adentrados en años es un verdadero drama, seremos dos años más viejos y la edad no perdona en animo pero si en responsabilidad.
En nuestro modelo de fiestas, se van a deshacer filadas, otras van a tener bajas, los cargos festeros tendrán otros planes personales, algunos renunciaran, sedes de cuartelillos en alquiler que se están devolviendo, sedes en propiedad que cuesta mantener cerradas, va a costar reilusionar y retomar el ritmo festero para un hipotético año 2022, que veremos la fiesta encogida en participación, unos por problemas económicos, otros por esperar a ver que pasa.
La responsabilidad en hacer la fiesta a San Bonifacio, seguirá y sobre todo la mantendremos desde la posición que nos toque adoptar.
¿ Que podemos hacer ?
Hay que hablar de fiesta y de su futuro para llegado el momento tener planes de solidaridad, planes que alivien esta situación, escuchar a los festeros, encoger presupuestos, cuotas, compromisos, hablar con los más jóvenes, con las administraciones públicas y privadas y entre todos generar soluciones a problemas que vemos venir y que en buena parte ya están aquí, porque la fiesta durante algunos años no va a ser igual.
Hay muchas familias que han perdido seres queridos, trabajos, sectores económicos que están padeciendo un verdadero drama. muchos, proveedores de nuestras fiestas que les va a costar salvar esta dura situación.
La fiesta a San Bonifacio no es solo pagar una cuota y disfrutar unos días, detrás de esta cuota hay una verdadera maquinaria de trabajo en juntas directivas de comparsas, Unión de Festejos, celebraciones de eventos caso de Labradores y Moros Viejos, todo se ha visto afectado.
La decisión de la Undef por consejo de los responsables de sanidad de la Generalitat Valenciana de suspender las fiesta en el primer semestre del año 2021 ha postergado decisiones en muchas poblaciones que celebran fiestas hasta Junio para no suspender la fiesta del 2021, unos las han suspendido otros como Petrer aplaza su decisión a Marzo por si la crisis sanitaria amaina y decidir entonces hacer la fiesta en Septiembre o Octubre, fechas extrañas difíciles de encajar en calendarios festeros, con tradición, caso de nuestras fiestas.
Con una fiesta reducida y testimonial en este 2021 nos daríamos por satisfechos, seria una buen momento de agradecer a San Bonifacio que la epidemia se esta marchando y nos diera animo para en 2022 volver a retomar esa sagrada tradición de todo petrerense de hacer la fiesta de Moros y Cristianos, a San Bonifacio, cada año.
Pablo Carrillos Huertas
No hay comentarios:
Publicar un comentario