Francisco
Máñez Iniesta
El día 22 de diciembre, después de 25 años de ausencia del poeta Mollá, su poesía, su canción más dulce, suena junto al rasgueo de la guitarra, en los recónditos parajes de la ruta callejera, buscando el espacio más íntimo donde tintinee la voz del poema, como melodía poética sagrada. Como voz liberadora … Ajena a estas músicas se propaga en toda España, el clamor del hambre y del dolor; del vivir cada día totalmente ajeno a los miedos por los estragos sociales, que está deparado el devenir de corrupción y miseria humana. Despidos masivos, recortes salariales, abusos en el mundo laboral, recortes hospitalarios, copago de medicamentos, miles de desahucios, suicidios… Paco y Justa, como ninguno de nosotros, jamás podíamos haber imaginado lo que en el futuro nos iba a deparar esta segunda década de siglo XXI, pues durante la primera, con la involucración de España en la guerra de Irak, supuso sufrir la masacre más cruel del terrorismo árabe en los trenes de la estación de Atocha, con su lista infinita de heridos y muertos inocentes.
Entonces y ahora, las víctimas volverían a sufrirlas las clases medias y
los desheredados d siempre de la tierra.
Toda la obra poética social que Paco escribió,
fue un canto al pueblo
trabajador, del cual él provenía, alentando a la lucha por la dignidad y
humanidad del ser humano. Por ello fue perseguido y condenado por las fuerzas
represoras de la dictadura. En verdad
Paco, solo fue un poeta humanista, del amor al hombre y su misterio místico, y como Jesucristo amó a los pobres y los trabajadores…y siempre
luchó por la justicia y la liberación del ser humano.
Aquellos
viejos poemas de lucha escritos para la eterna reyerta del mundo laboral,
tan lleno de hambres y lágrimas que ya
creíamos enterrado para siempre, vuelven ahora a recobrar sentido, pues nos han
vuelto el llanto y la rabia en las calles, ante el dolor tremendo de las familias que son desahuciadas cada día,
y con ellas la recogida de alimentos en el pueblo para los que nada tienen para comer.
Si Paco viviese no podría soportar el tragedia de las familias que les falta el trabajo; no se explicaría que los
niños acudiesen a las clases casi
si comer; que los enfermos mueran por que no pueden pagar el
copago de sus medinas y clamaría contra los recortes en sanidad, educación; los
desahucios que dejan en la calle a viejos y niños… Viejos fantasmas apocalípticos a los que hay
que añadir ahora que las instituciones se desmoronan acusadas de corrupción.
Dolor extremo en grado superlativo, dolor que asumimos y
cargamos en nuestras alforjas mientras desenvainamos las armas para luchar
contra el abuso del capital financiero que nos ilumina con “la luz
amarilla de la desesperanza y fe en la
nada”. Paco Mollá como poeta del pueblo de vida literaria fecunda, nos legó su inmenso bagaje
poético. En estos momentos de evidentes
injusticias su poesía debería recuperar su posición en las aulas de los institutos, porque su poesía fue de denuncia y estimulo de dignidad hacia las nuevas víctimas de este nuevo siglo, tan viejo y corrompido en
parte, como los que nos antecedieron.
Paco Mollá también
fue, y es un poeta místico, comprometido y tan desconocido, como ignorado en
profundidad, pues se le conoce como un
poeta bueno. Ahora en la calle, allí
donde está el fuerte grito desgarrador, la voz rebelde de los jóvenes sin futuro junto al compromiso de lucha también de las carnes trémulas de los viejos con canas y
luchadores septuagenarios.
Paco siempre estuvo con el pueblo comprometido en sus horas fatales.
Los versos de antaño recobrarían su plena vitalidad junto a su compromiso de
lucha, nacida también de su sentimiento religioso con las bienaventuranzas del sermón de la montaña. Pero ahora con las gentes de los pueblos con los bolsillos vacios, incongruentemente, para alentar el consumo, las calles se iluminaran con las preciosas luces de la dulce Navidad.
Versos del poema de
Paco Mollá:
CON EL DESTINO DEL PUEBLO
….
El pueblo son los científicos,
los estudiantes, los técnicos;
y sobre la base ejemplar de los obreros.
Los que producen y crean
y son el perenne ejemplo
llevando de su país
en bloque todo el peso…
¡ Esos son el oro limpio
¡ Esos son el pueblo pueblo!
Los que han de
librarse un día
de arribistas y usureros
que, con sus artes nefandas
se atiborran de
dinero,
y en vez de emplearlo
en obras
lo llevan al extranjero…
¡ Esos son los enemigos
radicales de su pueblo…!
El pueblo quiere ser libre
con sus propios
movimientos
con su natural destino
de deberes y derechos.
de su libertad
legitima
de su salud y
progreso.
¡El pueblo quiera la paz!
Mayo 1976.
Versos del poema de
Paco Mollá:
CON EL DESTINO DEL PUEBLO
….
El pueblo son los científicos,
los estudiantes, los técnicos;
y sobre la base ejemplar de los obreros.
Los que producen y crean
y son el perenne ejemplo
llevando de su país
en bloque todo el peso…
¡ Esos son el oro limpio
¡ Esos son el pueblo pueblo!
Los que han de
librarse un día
de arribistas y usureros
que, con sus artes nefandas
se atiborran de
dinero,
y en vez de emplearlo
en obras
lo llevan al extranjero…
¡ Esos son los enemigos
radicales de su pueblo…!
El pueblo quiere ser libre
con sus propios
movimientos
con su natural destino
de deberes y derechos.
de su libertad
legitima
de su salud y
progreso.
¡El pueblo quiera la paz!
Mayo 1976.
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