Feliz 2015. Ya tenemos año electoral, ya se arreglan todas
las plazoletas, se replantan árboles y arbustos en las zonas verdes, nuestros
políticos sonríen, las fotos de nuestra primera autoridad y la de los
concejales, de la oposición intentando
sacar la cabeza, aparecerán por doquier,
se hará de nuevo el “Art en Bitrir”, volverá a “sonreír la primavera”, ya “hi ha diners”, volverán los “Autos Locos”,
etc.
Perdón, “los Autos Locos” no se harán, no hace falta, ya han pasado las elecciones generales y ya
tenemos cuatro años por delante.
Adiós a Guanyem. Unos pocos ciudadanos ilusos, imitando a
Barcelona, pensamos en promover una
confluencia política y ciudadana en la que,
con la más amplia participación posible,
se elaborara una candidatura
única de todas las personas y organizaciones que apostamos por un cambio
social.
No ha podido ser, se han valorado más las diferencias. Ahora
unos culparán a otros, pero en definitiva se han preferido conservar “los
chiriguitos” al coraje y la buena voluntad de
intentar ganar el Ayuntamiento.
Enhorabuena Sr. Díaz. Sí, mi más sincera enhorabuena. Volverá
a tener el bastón de mando durante los próximos años. No, no le ha hecho falta hacer nada de nada. Lo
hemos hecho todo nosotros. El PSOE, con
una buena campaña (pues los veo) conseguirá salvar el tipo. U.P.y D. (o
Ciudatans) le darán, en caso de que la necesite, la estabilidad. Y, por último,
Compromis, E.U. y Podem (aunque dudo que
estos últimos se presenten) no me atrevo a vaticinar resultados, aunque si me
atrevo a decir que en la noche electoral estarán muy tristes. Mi deseo sobre lo
dicho anteriormente, es que esté
totalmente equivocado.
Bueno, aunque un poco alicaído por lo que pasa en mi querido
pueblo. Me agarro a la esperanza que nos ha dado el pueblo Griego por la responsabilidad
sus fuerzas políticas trasformadoras
(que ojalá seamos capaces de imitar), y de
la perdida al miedo que han tenido los
ciudadanos de ese admirable país, cuna de la democracia.
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