Esta calle está situada en pleno casco histórico y es, sin duda, una de las calles más típicas de Petrer, escalonada y moruna. Arranca de la calle Mayor y desemboca en la calle Castillo, salvando un considerable desnivel y en ella se ubicó el horno más antiguo de Petrer.
El proceso de repoblación de Petrer, tras la expulsión de los
moriscos en 1609, vino marcado por la promulgación de la Carta de población
dada el 19 de agosto de 1611 por el conde de Elda, señor territorial de las
villas de Elda, Petrer y lugar de Salinas, en cuyos capítulos se establecía el
dominio de los Coloma sobre la tierra, junto con una serie de privilegios y
regalías, tales como el derecho de los molinos, almazaras, tiendas, tabernas,
carnicerías y hornos.
Ya desde época morisca existían los hornos llamados “de arriba” y “de abajo”, que pasaron a pertenecer al conde. El “de arriba” también era conocido como “horno mayor”, de ahí el nombre de la vía en el que se hallaba situado, confluencia con la calle Mayor.
La calle Horno Mayor figura en un expediente del año 1871
referente a la cancelación de una hipoteca ante el registro de la propiedad de
Monóvar que pesaba sobre todos los bienes de los duques de Fernán-Núñez en
Petrer, Elda y Salinas. Entre ellos, se hallaba un horno de pan en esta calle,
marcado con el nº 1, lindante por derecha saliendo con Horno Mayor, izquierda
Mateo Reig y espaldas con plazuela de la Muda. Esta última estaba ubicada en la
entrada de lo que fue la escuela infantil, en el callejón que no tiene salida,
que forma parte en la actualidad de la calle Mayor. Referente a esta plazuela,
en el año 1876 se instruyó un expediente en el que los vecinos solicitaron el
derribo de la pared de la casa que lindaba con ésta. Los propietarios de la
mencionada vivienda fueron obligados a derribar el muro que cercaba el corral
de dicha casa ya que el terreno de la pequeña plaza pertenecía a la comunidad.
La plaza recibió con este derribo un ensanche de ocho palmos por la parte oeste
con cuarenta y un palmos de longitud de norte a sur con cuya operación quedó la
plazuela poco más o menos en el ser y estado en que se encontraba antiguamente,
quedando con ello conciliados los intereses de los recurrentes puesto que sólo
tenía tránsito para los tres vecinos habitantes de la misma y tenía el
suficiente desahogo para la servidumbre de los mismos.
En los años veinte del pasado siglo vivieron en este lugar tan
genuino de Petrer: Pere Amat, Pedro el Carreter, Carmen y María les Cristetes,
Mercedes la del Tamboret, Antonia M.ª Pascual, Saturnina Verdú, Hernán Verdú,
Loreto, Mª Pepa la Leala y su marido Tonet.
Esta calle con el tiempo se ha convertido en una calle solidaria
pues en la misma se ubica la casa de acogida de Caritas que fue bendecida el 12
de abril de 2013 por D. Jesús Murgui Jesús Murgui, obispo de la Diócesis de
Orihuela-Alicante, y que se destina a familias que la puedan necesitar de forma
temporal.
La calle Horno Mayor evoca nuestras raíces y nos invita a pasear
y disfrutar de esas calles de nuestro casco histórico del que los petrerenses
nos sentimos orgullosos y por ello tenemos que conservarlas como merecen.
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