Paco Máñez Iniesta - Diciembre de 1994
A nuestro paisano hijo
ya del nuestro pueblo, el
cura Antonino Rocamora ,
nuestro amigo Héctor Navarro le hizo una completísima entrevista que, en la
memoria a los dos , deseo reproducir, después de que el amigo Héctor se fue ya para siempre.
Creo que el trabajo de
Héctor, también debería de arropar este
tiempo de felicidad de don Antonio, al
que también yo le agradezco su interés
en que trabajara teatralmente con la figura del santo Bonifacio, infundiéndole vida, como lo sigo haciendo. Creo que Héctor nos agradecerá que su trabajo
acompañe al nuevo hijo del pueblo y esta
nueva fecha del nacimiento el
Petrer de Don Antonio Rocamora.
“Me gustaría que en la iglesia de
San Bartolomé no hubiese ningún signo ni símbolo que recuerde conflictos
civiles pasados”
El cura conciliador
ANTONIO ROCAMORA,
PÁRROCO DE SAN BARTOLOMÉ
Antonio Rocamora es el titular de la parroquia de San Bartolomé
desde hace dos años y pocos meses. Durante este espacio de tiempo han cambiado
algunas cosas, tanto entre los habituales de las ceremonias religiosas como en
otros círculos sociales de la población. Aquí no estábamos acostumbrados
-feligreses y demás- a ello. Afortunadamente, el cura párroco está consiguiendo
cambiar los hábitos y acercar a las distintas «familias» católicas. Es un
aglutinador de voluntades, cae bien, gana amistades y tiene un profundo respeto
hacia los que no son habituales del templo.
Tiene aspecto de honrado campesino. Es
moderadamente extrovertido, no sabe disimular su estado anímico y por ello le
es difícil disimular. No sabe mentir: se le nota. Resulta difícil hablarle «de
usted», su interlocutor sentirá la tentación de tutearlo.
-¿Iba para
cura?
-A los doce años alguien me propuso
ingresar en el seminario de Orihuela y le dije que no.
Aquel cambio de vida no entraba en mis
cálculos de adolescente.
Cumplidos los catorce años un amigo
inseparable que se marchaba al seminario me propuso lo mismo y le contesté
afirmativamente. Curiosamente, él no finalizó la carrera sacerdotal y yo sí.
-¿Es un
cura de los que manda?
-En el fondo ¿quién no manda?, el hermano
mayor manda sobre el hermano menor... Es mi deseo que el seglar vaya teniendo
cada vez más protagonismo. Creo que doy participación y el Consejo Pastoral es
una prueba de ello.
Es mi deseo que el seglar vaya teniendo cada vez más protagonismo. Creo que doy participación
y el Consejo Pastoral es una prueba de ello»
-¿Se cuenta cada vez más
con los feligreses?
-Los miembros del Consejo Pastoral han sido elegidos libremente
por los distintos grupos que conforman la parroquia.
Es lo correcto dentro de una pastoral dinámica. Llevamos dos
años y aunque no es mucho tiempo estamos aprendiendo a caminar juntos. En el
Consejo se anima, se alienta y se marcan unas metas y unos objetivos. Hasta
hace un tiempo no estaba acostumbrado a ello.
-¿La Iglesia es de
derechas?
-En los años posteriores a la Guerra Civil quizás sí lo fuera
pero en la actualidad, en líneas generales, está desfasada esa idea. La Iglesia
no es el patrimonio de unos sobre los otros... probablemente quede todavía
algo.
-¿Es usted un cura
progresista?
-Los calificativos y las etiquetas no me gustan. Me considero un
cura equilibrado, o al menos intento serio.
-¿Ello'7%?
-Por supuesto. Aunque la Conferencia Episcopal no se ha
pronunciado, muchos obispos se han manifestado abiertamente a favor de que se
destine este porcentaje a los países en vías de desarrollo. Me parece justo y
si hay un compromiso se debe cumplir. También la parroquia lo va a incluir en
su presupuesto del año próximo.
-¿La Virgen tendrá un
manto nuevo?
-No se va a confeccionar un nuevo manto. No estamos en tiempos
de coronas y mantos. El actual se ha deteriorado mucho y lo que se quiere es
restaurarlo, el objetivo de la Diócesis es intensificar la solidaridad con los
marginados y nosotros no podemos entrar en el campo de los gastos suntuosos.
Queremos ser consecuentes con el objetivo diocesano.
No se va a confeccionar un nuevo manto para la Virgen.
No podemos entrar en el campo de los gastos suntuosos»
-¿Es consciente que ha
"caído» muy bien en este pueblo?
-No lo sé. No me lo he planteado... Estoy contento y estoy a
gusto. La verdad es que no me paro mucho a pensar en esta cuestión.
-¿Es verdad que alguien cercano al partido socialista le
reprochó que sus homilías parecían mítines?
-Cree que fue una
broma.
Así lo interpreté yo. No pienso que lo dijera en serio, si así
fuera creo que, de un lado y de otro, no suelen entender que se hable de temas
humanos como la justicia y la solidaridad. El Evangelio siempre tiene algo que
decir en cuestiones de tipo social. Este campo no es exclusivo ni patrimonio de
unos sobre otros.
-¿Control de natalidad?
-Los hombres y la ciencia están para algo. La ciencia es un
camino en busca de la verdad pero no es la única vía. Ciencia y fe deben
caminar juntas en busca de la gran verdad. En la restricción de la natalidad
aprovéchese todo lo bueno que tiene la ciencia pero el valor de la vida debe
estar a salvo.
-¿Muy diplomático?
-Al final te he dicho que quede a salvo la vida.
-No le he preguntado sobre el aborto.
-Sabes que cuando se habla de este tema todo parece indicar que
el aborto sea el medio.
-¿Los sacerdotes deben
casarse?
-El celibato no es un dogma de fe, es una norma disciplinal.
De hecho en los primeros siglos de la Iglesia no consta que el
sacerdote sea célibe. Fue posteriormente cuando se estableció esta norma que
afecta solamente a la Iglesia Occidental de rito latino.
-¿Comprende a los curas
casados?
-Naturalmente. Tengo algunos compañeros que están en esta
situación. Quizás la Iglesia tendría que ayudarles y darles más participación
en algunos actos litúrgicos.
-¿Es bueno que el
sacerdote cambie de destino? -No es conveniente estar muchos años en una misma parroquia ya
que si te acomodas dejas de se creativo. Es beneficioso cambiar para no
estancarse.
-Con los diferentes grupos que hay en la parroquia que son
distintos y diversos estoy muy satisfecho. Lo bonito del Consejo es aglutinar
sin que nadie pierda su propia identidad. Cuando se ponen las ideas al servicio
de la comunidad caen muchas barreras y muchos prejuicios.
-¿Algún objetivo que
todavía no se haya cumplido?
-Me gustaría que en la Iglesia de San Bartolomé no hubiese
ningún signo ni símbolo que recuerde conflictos civiles pasados.
Antes de fijar su residencia en Petrer, recién salido del
seminario allá por el año 61, estuvo en Relleu, pueblo de la montaña alicantina
donde protagonizó sabrosas anécdotas. En 1965 fue nombrado coadjutor de la
parroquia de San Nicolás en Alicante y director del secretariado diocesano de
Catequesis.
Los calificativos y las
etiquetas no me gustan.
Me considero un cura
equilibrado, o al menos intento serlo»
Aprovechando sus años de estancia en la capital de la provincia
se matricula en la Escuela Universitaria y obtiene el título de Maestro de
Enseñanza Primaria.
Desde el año 1977 hasta su traslado a nuestra población estuvo
al frente de la Parroquia "Madre de Dios» en un barrio marginal de la
ciudad de Elche.
Antonio Rocamora nació en Granja de Rocamora en 1935. Hijo de
padre jornalero «de los que salían por las mañanas a las cuatro esquinas del
pueblo y si tenía suerte le contrataban ese día», y de madre profundamente
religiosa. Ya en el seminario y durante los períodos vacacionales trabajaba en
la elaboración de alpargatas con el fin de ayudar a la economía familiar.
Durante el tiempo que viene ejerciendo el sacerdocio y en los
lugares por donde ha pasado ha dejado huella. Tiene bien ganada fama de
conciliador.
Siguió con entusiasmo las directrices del concilio Vaticano II,
también a los sacerdotes más emblemáticos de la llamada Teología de la
Liberación. Su llegada a Petrer ha sido para muchos como una bendición de
Dios.
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