PETRER CON EL PUEBLO SAHARAUI
EL PUEBLO SAHAR VUELVE A LA ACTUALIDAD
SAHARAUIS: UNA HISTORIA ORAL CONTADA POR UN MUDO SAHARAUI
A MARIGEL MOLL.
SAHARAUIS: UNA HISTORIA ORAL
Francisco Máñez Iniesta
(De espaldas a un sol extraordinario que lentamente va agonizando entre la arena y el océano pacifico, de rodillas un pastor saharaui proclama el nombre de Alá en la última oración del día.)
Pastor.- ¡En el nombre de Dios el misericordioso, proclamo ante el asombro de la belleza que nos conmueve, que no hay más que un Dios, Alá y Mahoma es su profeta!
(Al terminar la oración se pone de pie y al mismo tiempo que el cielo se va llenando de estrellas a medida que va anocheciendo. Conmovido, ante el cambio del paisaje, sigue hablando con Dios mirando la noche.)
¡Qué gozo, Dios mío! ¡Cuánta es tu hermosura Señor! Gracias por concederme el don de la visión y las luces con las que iluminas la noche negra del desierto y ahuyenta las sombras traidoras y malignas.
¡Gracias, por el sol que ahora ocultas para que descansemos pero que mañana volverá a salir radiante y hermoso, con fuerza, con la misma fuerza del primer día de la Creación!
¡Gracias Señor, por haberme dado mujer, que aunque discuta con ella, porque es terca como una mula, y aunque la tenga que convencer con algún que otro garrotazo, la quiero mucho. Ella, preparaba la comida, hacía el té, cuidaba de la Jaima, y cada noche, ambos, apagábamos el fuego del deseo y los dos nos regocijamos en la gracia de Alá, que quiso glorificarnos gozando con nuestros cuerpos!
Gracias por haberme dado estas cabras, que me dan carne y leche haciendo que mi vida sea completamente dichosa.
Gracias, por este puchero que cuece la comida que da fuerza a mis pies para que pueda cruzar una y otra vez el desierto.
Gracias por darme esta tetera que apagara mi sed y reunirá a mis amigos entorno a mi Jaima.
Te doy gracias señor por haberme dado tanto. Lo tengo todo Señor, no necesito nada más. Soy plenamente feliz y en mis oraciones no cesaré de alabarte.
(El pastor cae somnoliento y complacido. Una música relajante aguanta la escena hasta que sale el sol. El pastor se incorpora y nuevamente se dispone a rezar la primera oración del día. Se arrodilla y cuando va empezar, un fuerte ruido ensordecedor le hace levantarse rápidamente. Mira hacia el cielo lleno de temor y ve llegar aviones que él en su ignorancia le parecen grandes pájaros.)
Señor.¿ Qué he hecho para merecer esto? Siempre te he sido fiel y tus preceptos han guiado los caminos de mi existencia.
(Se produce un gran bombardeo y todo queda destruido.)
(Ante el cadáver de su mujer se estira de los pelos y se echa arena sobre su cuerpo en señal de dolor.)
¡Alá. Mi Dios justo! ¿Qué será de mi vida sin ella?
(Cae de rodillas y musita una oración del Corán mientras abraza a la mujer. "
"El ángel de la muerte al que se ha encargado de vosotros, os llamará. Luego seréis devueltos a vuestro señor".
Mujer. Alá, el Clemente, el Misericordioso, te ha llamado al paraíso. Nada se nueve en el mundo sin su consentimiento. No hay más justicia, ni más clemencia y misericordia que la de Alá.
(Lentamente, deja el cuerpo de la mujer y prosigue viendo los daños del bombardeo. Se agacha y coge la olla.)
¡Oh, desgracia que no cesa en este día de dolor e infortunio! El puchero con el que cocía los alimentos está lleno de agujeros. ¿Qué será de mí, con qué prepararé la comida?
(Se acerca dónde están las cabras muertas.)
! Mis cabras, todas muertas. Mi fuente de alimento y subsistencia de cada día. Nada queda. Oh, desgracia. Oh, infortunio. ¿Qué he hecho Dios mío para merecer tanto dolor? ¿Qué será de mi vida a partir de ahora en el desierto, sin mi mujer a la que tanto quería, sin mi puchero, sin mis cabras?
¡Dios mío, apiádate de mí!
(Sigue tirándose de los pelos y arrojándose arena sobre su cuerpo. De momento encuentra la tetera y la coge y observa que no tiene ningún desperfecto.)
¡Mi tetera. Oh, Dios bendito, no ha sufrido ningún desperfecto!
(Examinando la tetera, observa que una de las cabras empieza a moverse y corre hacia ella y la abraza.)
¡Vive, vive! Gracias señor. Con la tetera y mi cabra, podré sobrevivir adentrándome en el desierto. Gracias por permitirme que continúe sirviéndote por los caminos de que Tú me tienes destinado en esta patria de martirio. Señor, mi fe en Ti me procurará el temple necesario para que tus designios se cumplan.
(El pastor cogió su bastón, la tetera, la cabra y se adentró en el desierto. Al llegar al fondo del decorado se detiene formando un cuadro estático, mientras que suenan fuertes golpes que marcan a una voz en off que habla de la situación actual del pueblo saharaui. )
VOZ EN OFF.-
Llevan más de dos décadas viviendo en un campo de refugiados, intentando sobrevivir fuera de sus tierras, en una zona desértica de suelo salino y pedregoso en la región de Tinduf (Argelia).
Soplan vientos que levantan fuertes tormentas de arena y temperaturas que oscilan entre los 0 y 50 grados centígrados en un mismo día.
Los pozos de agua son escasos, con gran concentración de yodo y nitratos, y la salinidad del agua dificulta la obtención de productos agrícolas frescos.
Los refugiados saharauis viven en jaimas de lona repartidas en cuatro grande campamentos, aunque muchas familias se están construyendo pequeñas casas de adobe. Son entre 160.000 y 200.000 personas, con una alta población infantil.
Las posibilidades de trabajo son muy reducidas. Son artesanos. Hay algunos huertos, pero lo que producen no llega a toda la población. Tienen carencias sobre todo de alimentos frescos. Hay una importante granja de pollos y huevos puesta en funcionamiento por la ONG española Solidaridad Internacional.
La ONU y la UE distribuyen alimentos, pero la ración alimentaria no cubre las necesidades nutritivas. Su dieta apenas ha cambiado en 22 años. La tasa de mortalidad infantil es del 6,2% y los casos de desnutrición aguda en niños, es del 16,6%.
Para que tomen leche las mujeres embarazadas, los niños y los viejos, siguen una estrategia: los tres colectivos acompañan durante algunos meses a sus manadas de camellos , que pastan bastante al sur, lejos de los campamentos, ya que no pueden conservar la leche ni transportarla a tantos kilómetros.
Los saharauis sienten ya la situación como muy dura. Muchos niños han nacido allí y con 20 años no han visto otra cosa. Se percibe la situación bélica que está viviendo, aunque ahora haya una tregua.
Desde 1993, gracias al programa "Vacaciones en paz" más de 26.000 niños y niñas han convivido durante meses con familias voluntarias españolas.
Gracias a un acuerdo alcanzado entre Marruecos y el Frente Polisario, este año de 1998, podrán celebrar un referéndum en el Sahara. Hay que presionar para que esta vez sí se celebren las elecciones y después habrá que seguir cooperando para que construyan su país.
EL PUEBLO SAHARAUI ESPERA QUE EL REFERÉNDUM LES DEVUELVA LA ESPERANZA.
AÑO 2020 LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ
(Telón)
Se paga la luz y continua la cesa la música agónica mientras sale de la sala el público, ante los últimos acontecimientos de la actualidad 2022.
S A H A R A U I S
F. Máñez Iniesta
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