CARTA A JOSÉ MARÍA BERNABEU El bon templer

Estimado amigo José María no es necesario que te digamos del aprecio que te profesamos, si bien también es cierto que a pesar de que entre nosotros no hacía falta hablar, la amistad al igual que el amor a de manifestarse cuantas veces sean precisas para que se empodere.

Prácticamente hemos estado juntos en todas las etapas de nuestras vidas. La adolescencia, el primer coche, las novias, las bodas, los bautizos, las comuniones, los cumpleaños de 40, 50, 60… La banda sonora de todas las etapas siempre ha sido la misma, la música festera. Sabemos que estás sonriendo visualizando el convite de la comunión de tu hijo Sergio, en que después de la tarta improvisamos una marcha cristiana con las mesas, los cubiertos y la cristalería, hasta que vino el dueño del restaurante transformado en jefe de comparsa furibundo y cortó el concierto.

Mamaste la fiesta de la mano de tu padre Gregorio y de tu madre Fina. En el caso de esta última, a pesar de ser de Elda supo, no sólo sintonizar perfectamente con nuestra idiosincrasia, si no que fue más allá, transmitiendo nuestros valores festeros a toda su prole. ¿Te acuerdas de los sábados en que ayudabas a tu padre en la ingrata función de cobrador de la comparsa y te acompañábamos para terminar antes e irnos a nuestras cosas?

Fundador junto a otros amigos de tu filà TEMPLARIS. Muchos fueron los planetas que se alinearon en su nacimiento, para forjar el espíritu festero del que siempre has hecho gala y del que tan orgulloso te sentías. Se te llenaba la boca cuando mencionabas su nombre. Supisteis junto a otros compañeros traspasarnos y hacer permanecer ese talante a todos los que íbamos incorporándonos,

“la comparsa primero, después la filà”. Más tarde por circunstancias de la vida, estuviste en Jaime I, allí viviste tu primera capitanía. Recuerdo perfectamente el orgullo que me transmitiste, cuando a través del visor de mi cámara te vi al frente de tu comparsa de BISCAÏNS en la tribuna de autoridades. Tenías el porte de un rey más que de un capitán. Me hiciste sentir orgulloso. Más adelante en el año 2005 con tu hermana Amparo ostentaste tu segunda capitanía, en esta ocasión con nosotros TEMPLARIS. Irradiabais complicidad entre ambos. ¡Y qué orgullosa estaba toda vuestra familia!

Pero tenías otros planes cómo hombre de comparsa que eras. La sangre tira mucho, y no ibas a darle la espalda. Durante los seis años en que lideraste la comparsa pusiste toda la carne en el asador con tus dos caballos de batalla: la pólvora y la música. Al finalizar tu mandato, se de buena tinta que te supo a poco y querías continuar otro periodo más con el fin de consolidar tus logros. No pudo ser, pero querías seguir sirviendo. Cuando al tiempo me contaste de tu intención de ser el vicepresidente de la Unión de Festejos me alegré mucho por ti y per la NOSTRA FESTA. Sabía perfectamente que te ibas a dejar la piel sirviéndola con todas tus fuerzas. Lo tuyo era pasión por la Fiesta. Y así lo has demostrado, poniendo la vista en el futuro sin perder de vista el pasado. De hecho cuando me hablabas de recuperar los valores fundacionales de la UNDEF, con tu don de gentes y tu espíritu TEMPLARIO te veía… trabajando sin descanso y convenciendo con argumentos, pero con firmeza.

Que te voy a contar a ti de la vida, “eso que ocurre mientras hacemos nuestros planes”. Tu cruel 0enfermedad ha truncado todos esos proyectos ilusionantes que tenías en mente: la escuela de cabos, las tertulias festeras en las comparsas y en la Unión, la organización de las guerrillas para mayor disfrute del tirador… Ese espíritu templario te ha traído hasta aquí. Siempre has sido ejemplo de templanza y fortaleza. Hasta hace dos semanas todavía me hablabas de piezas musicales que se iban a estrenar en otras fiestas y que te habían hecho llegar tus amigos compositores.

Me preguntabas del cincuenta aniversario de tu filà TEMPLARIS, te contaba alguno de mis anhelos

y veía como te brillaban los ojos.

Tu hueco va a ser muy difícil de llenar. Aquellos ratos por la tarde en la tetería, tú saboreando el te paquistaní que tanto te gusta y yo bebiendo un más prosaico café largo descafeinado, mientras 0hablábamos de nuestras quimeras de FESTA.

Frei, amic, company no deixes de seguir treballant per ahí dalt i cuant ens tornem a vore que no

ens falte bona música. T’estimem

FILÀ TEMPLARIS

Vicente Olmos Navarro