Experiencia improvisadas en mi vida

Dos años han pasado desde una fatal caída que cambió mi ritmo de vida y el de mi familia y amigos a los que siempre agradeceré su apoyo, ánimo y cariño.

En estos dos años he visto otros modelos de vida que pensaba que no existían, convivi más de seis meses con muchas personas en el Hospital de tratamientos paraplejicós en Toledo y ahí se valora aún más a las personas y sus familias.

Allí vi verdaderos dramas en personas jóvenes/niños, mayores, a todos nos había cambiado la vida.

Me propuse desde mi limitación al tener que apoyarme en ayudas técnicas, retomar la vida con normalidad, trabajar cada día para ir superándose, hablar, preocuparme y desarrollar buena parte de la actividad que llenaba mi vida en una situación normal.

Hoy, dos años después sigo, he venido de un completo control hecho en el hospital de referencia, con ánimo para seguir recuperando y ayudar a los demás al integrarme en la Unidad de investigación del hospital y ponerme a disposición de la ciencia para que sigan buscando soluciones que mejoren a las personas afectadas de médula y sus ramificaciones.

Que podemos hacer la sociedad civil, al margen de apoyar la investigación como arma de futuro ?

Respetar de una forma especial a las personas con limitaciones físicas, hacer accesible las calles, locales, que las actividades festivas, culturales y lúdicas sean inclusivas que generen espacios y voluntarios de apoyo a estas personas.

A ello me voy a dedicar mientras siga teniendo fuerza, con humildad y respeto.