Le agradezco a Pepe Rico su Presidente que me la trajera, despues de verla pienso que sería una pena que esta película quedara en un cajón y no se moviera, en certámenes de cine histórico que los hay o similares.
De la película me quedo con muchos pasajes, en especial con los niños que se introducen en los bajos de las andas de San Bonifacio contándole a la niña lo que es la fiesta y la comparsa, ese recurso debería de haberse explotado más, la constitución de la comparsa en la ermita es una obra de arte escénico, la incorporación de la abanderada que la tía Ramona usurpo al Abanderado fue un detalle que aunque algunos dicen que fué una tonteria fué un hecho que marcó la incorporación de la mujer en la fiesta y a partir de ahí felizmente tiene ya los mismos derechos y obligaciones que los hombres.
Decir que en Petrer se inició la integración de la mujer en una sociedad difícil en aquel momento, no es ninguna barbaridad, junto al derecho a votar que consiguió Clara de Campoamor, fueron logros que han crecido con el tiempo, en Petrer no hemos sabido explicarlo y sacarle rentabilidad.
Porque no aprovechar esta película para de una forma más concreta destacar el entendimiento de una generación de personas autodidactas y dispares en sus ideologías, para crear una entidad festera que ha llegado a sus 200 años y que fue la primera en dar normalidad a la igualdad de la mujer con la valentía de la tía Ramona que con el permiso de sus padres inicio el camino que hoy vivimos con normalidad y respeto.
Los movimientos culturales de Petrer contemplan una escuela de cine que podría ayudar a divulgar y mover la película destacando los hechos más significativos, que en Petrer se empezaron a vivir hace 200 años de la mano de los Moros Viejos y hoy aun perduran.
Pablo Carrillos Huertas
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