EL PARTO DEL QUIJOTE
l Quijote: datos, anécdotas y
2 Imprenta de Juan de la Cuesta
3 Las personas de la primera impresión del Quijote
4 Personajes de la obra: Alonso Quijano, Dulcinea del Toboso y Sancho Panza
5 El lugar que olvidó Cervantes
6 Citas y refranes del Quijote
La primera edición de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha salió a la venta el 16 de enero de 1605. Hasta nuestros días, han sido unos quinientos millones de ejemplares los que han visto la luz y ha sido traducido a más de 140 lenguas, lo que le convierte en uno de los libros más trascendentales de la literatura universal.
Sobre cuándo y cómo comenzó a escribirse no tenemos certeza, aunque parece que pudo ser en la cárcel. En 1597, estuvo preso entre septiembre y diciembre en la Cárcel Real de Sevilla, acusado la desaparición de unos dineros mientras trabajaba de recaudador de impuestos. Siempre se ha dicho que fue allí donde comenzó a escribir el Quijote aunque no hay seguridad de ello, pues lo único que sabemos cómo el propio autor indica el prólogo, es que lo engendró allí, por lo tanto bien pudo simplemente imaginarlo.
Cervantes «engendró» su obra universal en la cárcel de Sevilla
En 1604, el autor ya había concluido la obra y en septiembre fue aprobada por el Consejo de Castilla. En apenas dos meses se realizó su impresión en la imprenta madrileña de Juan de la Cuesta y el 1 de diciembre ya habían terminado el trabajo. El 16 de enero se ponía la venta la primera edición.
SE ESTIMA QUE SE HAN IMPRESO CERCA DE 500 MILLONES DE LIBROS, LO QUE CONVIERTE AL QUIJOTE EN EL LIBRO MAS IMPRESO DE LA HISTORIA DESPUÉS DE LA BIBLIA
Datos de la primera edición
Se imprimieron alrededor de 1.700 unidades en una encuadernación tamaño cuartilla algo descuidada, lo que hoy podríamos decir low cost. Cada ejemplar tenía 664 páginas y una cubierta de pergamino de baja calidad. Las prisas por imprimirlo, debido sobre todo a las ganas de recuperar el dinero invertido, provocó numerosos errores y gazapos, que pudieron llegar al millar. Entre ellos por ejemplo, en uno de los pasajes los dos protagonistas llegan a cenar dos veces.
Portada de la primera edición de El Quijote de 1605
Pese a los errores, el éxito fue notable y en apenas tres meses una nueva edición vio la luz, de unas 1.800 unidades, donde probablemente fueron corregidas algunas de las erratas anteriores, no sabemos si por el propio Cervantes.
Imprenta de Juan de la Cuesta
El editor de Cervantes fue Francisco de Robles, que invirtió unos 8.000 maravedís en la primera impresión del Quijote, contratando la imprenta madrileña de Juan de la Cuesta, situada en la calle Atocha 87, en el actual Barrio de las Letras. Esa imprenta había sido creada en 1585 por Pedro Madrigal en un edificio que había albergado el antiguo Hospitalillo del Carmen. Tras fallecer el dueño, su viuda encargó a su impresor y yerno, Juan de la Cuesta, que se hiciera cargo de la imprenta. En 1609 se cambió de ubicación a la calle Eugenio 7, también de Madrid. En esta nueva dirección se imprimió la segunda parte del Caballero de la Triste Figura, aunque ya sin Juan de la Cuesta, que en 1607 se había ido a «hacer las Américas».
Réplica de la imprenta de tipos de donde salió el primera Quijote en su ubicación original (Sociedad Cervantina)
En el lugar original donde estaba ubicada la imprenta de la primera edición, está en la actualidad la Sociedad Cervantina, creada en 1953 para promover la obra y vida de Miguel de Cervantes. Además contiene una réplica exacta de la primera imprenta de tipos donde salieron las primeras hojas de la llamada edición príncipe.
La impresión del Quijote fue de tal éxito para la imprenta, que recibió numerosos encargos de los grandes de la época, como Lope de Vega, Tirso de Molina o Calderón de la Barca.
Las personas de la primera impresión del Quijote
Además del impresor Juan de la Cuesta, tenemos que destacar a otros personajes que aparecen también la portada de la obra o en sus primeras hojas.
Francisco de Robles era el editor de Cervantes, uno de los que se denominaban comerciantes de libros. Tras la inversión de unos 8k maravedíes en esta primera edición, fue probablemente el gran beneficiado económico del éxito de la novela. Cervantes le había vendido los derechos de la obra, algo habitual en los escritores de aquellos tiempos, ya que no podía imaginar el éxito que tendría y la situación económica del alcalaíno no era muy boyante. La portada se refiere a él como “Librero del Rey nuestro señor”.
Personaje importante es el duque de Béjar, Alonso de Zúñiga, a quién Cervantes dedica el libro por “favorecer las buenas artes”. No olvidemos que los autores debían buscar patrocinio en mecenas como don Alonso, que como Grande de España ayudaba a favorecer la venta y difusión de la obra. La segunda parte la realizó en homenaje al conde de Lemos.
Otro de los personajes es el escribano del rey. Juan Gallo de Andrada hace referencia en las primeras páginas a la tasa, indicando el precio al que debe venderse la obra. En este caso 3 maravedís y medio por cada pliego, y considerando los 83 pliegos el documento, hacían un total de 290 maravedís y medio, precio final de su venta. En la segunda parte esta tasa fue de 292 maravedís. Incluso el propio rey incluía su hoja “para dar licencia y facultad” a la impresión, firmado, en nombre del rey, por el escribano y Secretario de Cámara, Juan de Amézqueta.
Estos documentos legales, formaban los Preliminares de la obra. Cualquier libro publicado debía incluirlos según la Pragmática de 1558, sobre Impresión y Circulación de libros en Castilla.
Personajes de la obra: Alonso Quijano, Dulcinea del Toboso y Sancho Panza
El primero del que debemos hablar es de Alonso Quijano, nuestro Quijote, inspirado, al parecer, en el tío abuelo de la mujer del autor. Cervantes se casó con Catalina de Salazar y Palacios y, aunque el matrimonio solo duró 2 años pues se separaron en 1586, Cervantes se acordó del familiar cuando años más tarde engendró su obra universal.
Sobre la idolatrada Dulcinea del Toboso, llamada Aldonza Lorenzo, debemos decir que es un personaje extraño pues ni aparece ni habla en ninguna partes del texto, pese a que el protagonista la idealiza. La inspiración para Dulcinea la encontró Cervantes, según se cuenta, en Ana Martínez Zarco de Morales, hermana de un noble del Toboso llamado Esteban, y cuya casa está restaurada en la actualidad y se puede visitar en el municipio toledano.
Imagen de Sancho Panza según el pintor francés Gustavo Doré
Y por último nos tenemos que referir al fiel escudero Sancho Panza. Como curiosidad se suele decir que en realidad no era bajito ni gordo, como aparece en todas las ilustraciones, y que en ninguna parte el Quijote se hace referencia alguna a su aspecto. Esto no es cierto, ya que aparte de su gusto por comer, sí que se indican estas características físicas. Por ejemplo en el capítulo 45 de la segunda parte, cuando el buen Sancho toma posesión de su ansiada ínsula llamada Barataria. Al comienzo del capítulo se indica que «El traje, las barbas, la gordura y la pequeñez del nuevo gobernador tenían admirada a toda la gente…«.
El lugar que olvidó Cervantes
El lugar de cuyo nombre no quiso acordarse Cervantes parece ser Villanueva de los Infantes, en Ciudad Real. Aunque durante mucho tiempo se pensó que el misterioso lugar era Argamasilla de Alba, también en la misma provincia castellanomanchega, actualmente hay casi unanimidad entre los expertos que se trataba de la capital de la comarca de Campo de Montiel, lugar donde 40 años después vivió sus últimos días otro ilustre de nuestras letras como Francisco de Quevedo.
Citas y refranes del Quijote
El Quijote es un compendio de refranes, citas y locuciones de alto carácter moral y muy extendidos en la cultura popular.
Curiosamente uno de los refranes más habituales que se le asocian es ”Ladran, Sancho, luego cabalgamos” aunque el texto no aparece en ninguna parte del ingenioso hidalgo. Aunque no literal, la referencia a este dicho la encontramos en el poema ‘Ladran’ que Goethe publicó en 1808 (sin incluir a Sancho). Fue Rubén Darío el que la popularizó y, probablemente, añadió al fiel escudero a la frase.
De igual forma, tampoco podemos darle la paternidad de ”A otro perro con ese hueso” que aparece en el capítulo 33, ya que estaba en un libro de caballería de, La corónica de Agramón.
PESE A ESTAR MUY EXTENDIDO, EL DICHO ”LADRAN, SANCHO, LUEGO CABALGAMOS» NO ES DEL QUIJOTE
El dicho que sí podría ser original del Quijote es ”Nunca segundas partes fueron buenas”, que aparece en la segunda parte en palabras del bachiller Sansón Carrasco. probablemente ya existía con anterioridad en los dichos populares, pero es el Quijote donde aparece por primera vez escrito.
Y sobre los habituales refranes que aparecen en un número elevado a lo largo de los dos libros, el propio Cervantes nos muestra ideas contradictorias. El propio Quijote indica en su primera parte que todos los refranes son verdaderos, ya que son sacados de la experiencia. Sin embargo, en la segunda parte reprocha de manera enérgica a Sancho, el hombre-refrán, con la sentencia “Sesentamil satanases te lleven a ti ya tus refranes”.
“ PARÉCEME, SANCHO, QUE NO HAY REFRÁN QUE NO SEA VERDADERO, PORQUE TODOS SON SENTENCIAS SACADAS DE LA MESMA EXPERIENCIA, MADRE DE LAS CIENCIAS TODAS” (PARTE I, CAPÍTULO 21)
Otros datos y curiosidades
Los nombres de las obras son El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, la primera parte con un total de 52 capítulos publicado en 1605. El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha, de 74 capítulos, y publicado en 1615.
La segunda parte fue consecuencia de una secuela falsa que había aparecido en 1614, por parte de Alonso Fernández de Avellaneda.
En sus dos partes, el Quijote usa 381k palabras, de las cuales unas 23k se usan de manera única.
“La mayor ocasión que vieron los tiempos” ¿quién lo dijo?
Traducciones del Quijote al japonés y al árabe.
Está traducido, parcial o totalmente, a unas 140 lenguas. La primera traducción fue al inglés en 1608, aunque se tradujo de forma literal, lo que dificultaba la comprensión de los textos.
Con 500 millones de libros, el Quijote es el segundo libro más impreso del mundo solo superado por la Biblia.
Actualmente se estima que existen unos 30 ejemplares de la primera edición, entre ellos se conservan uno en la Real Academia Española y otro en la Biblioteca Nacional. Este está digitalizado y disponible en la web.
En 1989 se llegaron a pagar 1,6 millones de dólares por las primeras ediciones de ambas (parte I y II) en la casa de subastas de Sotheby ‘s, en Nueva York. El Ayuntamiento de Alcalá de Henares, ciudad donde nació el “Manco de Lepanto«, pujó pero no alcanzó la cifra final. 41.000 dólares pudieron llegar a pagar por una primera edición en 1961.
De los 1800 ejemplares que imprimieron en la segunda edición, dos centenares fueron enviados a América pese a estar expresamente prohibido. En aquellos tiempos los libros sobre romances o del estilo de Amadís no se podían enviar para evitar malas influencias en los súbditos indios.
Placas en los lugares donde estuvo la imprenta Juan de la Cuesta
En las dos ubicaciones de la imprenta de Juan de la Cuesta (en las calles de Atocha y Eugenio) hay sendas placas conmemorativas que fueron puestas en 1905. Curiosamente la de la calle Atocha contiene una errata, pues indica que la primera edición apareció en mayo de 1605, cuando en realidad fue el 16 de enero.
La influencia de El Quijote fue tan importante que algunos llegaron a estudiar el idioma español para poder leerlo y entenderlo. Entre ellos estaba el dramaturgo ruso Aleksandr
Pushkin.. TODO UN HONOR.
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