REQUIEM POR LA NO FIESTA DE PETRER -2021
Desde el balcón de los sueños de Vicente Navarro Belda.
El “Capitán en su castillo ” que no realizó su sueño.
El sueño de una fiesta imaginada que nunca existió en las calles vacias..
Este año, la fiesta ni terminó, ni empezó nunca…. solo se vivió en el alma de los festeros.
CORONAVIRUS
Mayo 2020-21
Francisco Máñez Iniesta
Soñando, la fiesta ya se acerca y se ultiman los preparativos. Ha pasado un año como volando. Resultaría interminable la lista de los pasos que se han dado y las cosas que se han hecho. También, las personas que han colaborado. Es el momento de agradecer a todos, por todo el afecto recibido. Es el momento de comprobar que el trabajo de todo un año va a dar el resultado esperado. Ya ha pasado casi un año, un año 2020 que será especialmente inolvidable para las familias festeras.
SOÑANDO CON EL ESCENARIO HISTORICO
La imagen de Petrer y su castillo, es como un nido amoroso de sentimientos y pasiones que convergen, con su mayor plenitud, en torno a su fiesta de Moros y Cristianos. Una fiesta espléndida, con tradiciones familiares que se reconocen en el recuerdo de abuelos y bisabuelos que ya se vistieron de moros y cristianos unidos por los sentimientos que enlazan a tres generaciones en las comparsas, y acaban fundiendo las familias del pueblo y sus
jóvenes que toman el relevo. Abuelos que impulsan a sus hijos a bajarse la capitanía, y estos a su vez a los suyos, y así sucesivamente.
La tradición de esta familia, nuevamente, va a retomar la fiesta. Los más jóvenes beberán del vaso de la nueva fiesta que girará en torno a San Bonifacio, joven y valeroso que defendió su fe ante el imperio romano de Diocleciano, azote brutal del cristianismo, y la incomprensión de que al mismo el no negó su fe y por ello fue sacrificado, como él ya le predijo a Aglaes. Por todo ello no es lógico servidor de la familia de Aglaes, que su imagen sangrante en el cuello, este vestido con el traje de saldado romano y además , lleve una espada en la mano dirigida al cielo,
SOÑANDO CON EL DÍA DE LAS BANDERAS Y SUS RODELAS.
El día de las banderas, obliga a la fiesta a subir a la ermita de San Bonifacio con las nuevas abanderadas. El capitán, al frente de la comparsa, seguirá el camino de su rodela, que simbólicamente representa la figura celestial, convertida en ángel, que acerca espiritualmente al capitán junto al santo, como símbolo espiritual religioso. Por el camino, suben a la ermita disparo tras disparo, beso tras beso, siguiendo de cerca los pasos armoniosos de su ángel querido y mimado. A la llegada a la ermita, el último disparo y el último abrazo y beso de la rodela a su capitán además del aplauso que le ha acompañado durante su subida al cielo.
DESFILE INFANTIL-
Primero objetivo, para animar a los niños festeros ilusionados en su desfile infantil. Niños que ya se mezclan con otros niños festeros y en sus volteretas vuelan como los ángeles y en las carrozas las rodelas van como preciosas damitas de un cuento medieval , siento lo más preciado de la fiesta, pues el futuro vive en ellas, como princesas madres reinas. Después de este acto, cuando empiece la fiesta de moros y cristianos, estallarán con toda su devoción y emoción, en su primer acto de entrada de bandas de música e interpretación del pasodoble Petrel.
PRIMER DIA
TARDE NOCHE ENTRADA MUSICAS Y LA LOCURA JUVENIL CON EXPLOSION ANTE EL PASODOBLE PETRER
A llegado el momento de iniciar un nuevo sueño la hora va acercando a todos los festeros a la plaza, para iniciar el acto que terminará con la explosión del canto himno de nuestra fiesta. Es el momento de mayor estampida espiritual que hace que salten los corazones de este pueblo en el momento en que se inicie el acto aglutinante de la juventud del pueblo, donde cantando y saltando le faltara espacio escénico. Allí durante ese el éxtasis, la emoción y las lágrimas se despojara el alma del pueblo que emocionada y brincando llegara hasta las puertas del cielo
LA NOCHE DE ALBOROZO - LA RETRETA SOÑADA
Y soñando llegó la noche acompañando a la retreta cuando sale a la calle con alegría desbordante a raudales. En ella, la comparsa de estudiantes realizara la misión repartir el The Boñ, periódico humorístico de las comparsas con mucha algarabía, que es compartida por todos los festeros y amigos. En la noche de la retreta, el pueblo se desmadra de alegría concluyendo en la ermita de San Bonifacio, el cual ya está dispuesto para iniciar al día siguiente su bajada al pueblo. Los festeros cumplen con el ritual de saludar al santo como siempre hacen los jóvenes, cantando y bailando unidos ellos con ellas y ellos con ellas. Ritual humano que se enmarca desde la noche de los tiempos. Como el joven sirviente Bonifacio, vivió con intensidad su amor con su amada Aglaes y paso de la pasión a la santidad. Noches de sueños, esperanzas y amores juveniles van llegando ante la ermita del Santo Patrón de este pueblo, joven sirviente que dio si vida por defender su fe cristiana.
PRIMER DIA, BAJADA DEL SANTO DE SU ERMITA.
Con las comparsas completamente uniformadas, se sale en dirección a la plaza, de donde las diez comparsas salen hacia la ermita, para bajar el santo al templo parroquial. Las músicas ya llenan el pueblo de alegría. La comparsa uniformada, con asistencia multitudinaria acompaña a sus cargos al punto salida. Hacia arriba, hacia la ermita guía la rodela a su capitán. En este acto, es donde tiene todo su sentido el personaje de la "rodella". Solamente cuando el capitán se dirige a la ermita del santo, es cuando ella se le pone delante de su arma de fuego, convirtiendo cada disparo en un juego armonioso, donde, ella, le ofrece el rito arabesco, la danza que finaliza con un beso, que complicadamente recibirá su capitán. A la llegada a la ermita. Disparar el último trabucazo siempre ha sido un momento solemne. El capitán, concluido su cometido acompaña a su abanderada para penetrar en la ermita, soñando, esperarán a la última comparsa para bajar al Santo Bonifacio.
Los primeros aplausos soñados del pueblo. Las primeras felicitaciones. Camino de la ermita, camina lentamente la comitiva, paso a paso, recibiendo el calor de las gentes que les esperan en busca de un encuentro hermoso que marcará felizmente la vida del pueblo. Porque la fiesta es también un punto de encuentro, para los más jóvenes, con un futuro más esperanzado. Para los otros, con vivencias sentimentales del pasado, con recuerdos y afectos que se guardan en el alma. A partir de estos momentos, la fiesta ya ha empezado y todos en el momento solemne de la bajada del Santo Bonifacio… esta dicha que la colmará mientras viva. Y tras el primer disparo un sonido ensordecedor resaltan a las pequeñas rodelas realizando el mismo ceremonial ante su flamante príncipe que ya sabe de cumplimientos e hidalguías. De cómo defender sus comparsas y las nobles insignias que representa.
BAJADA DEL SANTO
San Bonifacio, Mártir, patrón del pueblo, sale de su ermita envuelto como en un sueño hacia el templo de San Bartolomé. Al fondo del paisaje, el monte del Cid, es testigo inamovible desde el año 1614, después de la expulsión de los moriscos en que, los nuevos pobladores venidos de la hoya de Castalla, hicieran los votos proclaman a San Bonifacio patrono de la villa, de la devoción de este pueblo por él, arropado por el capitán, la abanderada y la rodela. Solemne, acto acompañado a los sones de la marcha procesional San Bonifacio, inician la bajada.
Bonifacio, ya se acerca al templo. Allí un año más, seguirá el rito ancestral de dar las vueltas a la plaza, mientras una explosión de júbilo y sentimientos hermosos emanarán del pueblo hacia su patrón. Es el acto entrañable, el que nadie quiere perderse, el que marca profundamente el sentimiento del pueblo por la figura de Bonifacio amado. Apoteosis de descomunal emoción y explosión de vibrantes aplausos que inundan la plaza, escenario de la historia de del pueblo desde sus primitivos ocupantes en la noche de los tiempos
El día ha concluido, la morisma tomo la plaza vacía y en la antigua explotación romana villa Petraria, se convirtió en el nuevo pueblo llamado la medina de Bitrir, después de con nueve siglos de permanencia, los cristianos conquistaran la plaza musulmana. Mañana, cuando amanezca de nuevo, la fiesta evocará el paso de ese tiempo.
ENTRADA CRISTIANA
Un capitán montado en su precioso caballo abre su comparsa. Sigue la fiesta, sigue la gracia en la mañana luminosa maya. Músicas alegres envuelven la fantasía abigarrada de color y poesía. Es la fiesta de moros y cristianos del pueblo, la fiesta de " San Bonifasi" que nos vuelve a todos locos maravillosos, soñadores quijotescos que llevamos nuestros sentimientos más allá de la ilusión. Que hacemos vida de nuestra historia y ella, la historia nos llena de pasión.
Y sigue la fiesta. En la tribuna de autoridades el capitán presenta a su corte de honor, a su filá entrañable que pondrá todo su empeño para la vuelta les salga perfecta en honor de su capitán. Y tras ellos, la filá de la abanderada, Movida o con el mismo propósito, con la misma ilusión...que alegra y embellece la fiesta de moros y cristianos.
ACOMPAÑAMIENTO GUERRILLA CRISTIANA.
Las armas empiezan a rugir y vomitar la falsa muerte. Pues la historia cuenta que en la entrada de los musulmanes y en su rendición final no hubieron guerra ni muertos. Solo pactos civilizados que debemos de recuperar en nuestra fiesta como otros pueblos ya lo han hecho reponiendo los pactos, substituyendo las falsas embajadas. Mientas tanto, la cruz deberá ser restituida y las campanas, nuevamente, tocaran a gloria.
Más de ocho siglos de expansión, de cultura y dejaran unas huellas imborrables que traspasaron a Europa. Ambos quedaron en deuda ante el restablecimiento la cristiandad. Culturas y costumbres que posteriormente florecieron desde las huellas profundas de la historia.
Esa fue la historia medieval que la fiesta que engrandece los corazones, transformando los hechos históricos. Ahora, moros y cristianos, se parodian con fiestas y las guerras cruentas se convierten en fuente de alegría y convivencia. Aquí, en esta fiesta lo musulmán y lo cristiano se hermana y se funde en un mismo cuerpo, en un mismo anhelo de paz y concordia. Pero guardemos silencio, que la plaza va a ser rendida.
PROCESIÓN
En la noche mágica, en la noche más solemne del año, sale la procesión del Santo Bonifacio. Mil soles van a brillar y resaltar toda la magnificencia de la fiesta. Los festeros con años no han querido perderse este momento único. Contemplar el paso de la procesión con la familia, evocaran recuerdos de juventud de cuando todos salían en la fiesta. La serenidad y el paso lento de la marcha procesional, envuelve en un halo de belleza y se funde con misterio los rostros bellísimos de estas mujeres festeras. Más dulzura y ternura en sus miradas no cabe en el mundo tanta belleza. Es imposible no sentir como la emoción nos inunda el alma en la noche intima, mágica donde los sueños se materializan.
La imagen triste del santo cierra la procesión solemne, este año con lágrimas en los ojos. San Bonifacio, un año más ha recogido las súplicas y los anhelos de las gentes del pueblo que desde siglos le esperan, cada año pase por las calles engalanadas, acompañado siempre por el amor de los moros y cristianos hermanados por la historia.
DESFILE DE HONOR
La luminosa mañana del domingo, va convocar en el desfile de Honor, La pureza de sí misma resplandecerá en luminarias de los corazones de los festeros, engendrando el desfile más increíble de belleza que ninguna de las fiestas de moros y cristianos ha producido jamás. Diez capitanías cada año todas juntas, desfilaran produciendo un conjunto de belleza inigualable, digno de aquellos tiempos de fábula de las mil y una noche. En ningún otro momento la fiesta prodiga tanta belleza, tanta poesía y magnificencia. Ante nuestros ojos ante el maravillosísimo espectáculo digno de los mejores lapsos medievales, desembocando en acto de la santa misa en respetabilidad a San Bonifacio.
Los actos de la mañana han concluido, la plaza queda vacía. Si solemnes fueron los actos de la mañana, en este desfile general, las comparsas vuelven a manifestarse multitudinariamente en el acompañamiento de su capitanía con satisfacción es desbordante y los besos de gratitud ante tantos aplausos esplendidos y espontáneos. Más aplausos, más bullicio de sonidos musicales y más gentes que esperan ver el retorno de la fiesta a sus cuartelillos de descanso. ¡Viva, la abanderada! ¡Viva el capitán! ¡Viva la rodela! Gritan todos los festeros, fundiéndose con los acordes de la Marcha Real que ahora cierran la mañana , pues a partir de ahora todo van a ser carreras y preparado la entrada Mora. Sí, la entrada de los muslimes que hicieron el milagro de la España musulmana.
LA ENTRADA MORA
Entrada mora de Petrer, maravilla oriental con su embajador al frente. La hora del crepúsculo, que va a circundar de oro al pueblo con sus místicas luces. Evocación indivisa de una civilización que asombró al mundo marcando su huella perenne en esta tierra, y a este pueblo el Petrer romano, y Bitrir en árabe. El mismo nombre que cambia la letra i por la letra e. Estrada histórica donde moros beduinos, marroquíes, viejos, fronterizos y berberiscos representan a los árabes son su evocación. Y los cristianos a los tercios de Flandes, Vizcaínos, Marineros, Estudiantes y Labradores. Cristianos de alegría perenne y belleza.
Abanderadas gozo y pasión. Figura esbelta sobre el hermoso corcel, con su bandera, es las más bellas imágenes de las abanderadas de Petrel disfrutando de los favores que la vida les ha regalado. Ser dichosas siempre, con el recuerdo de estos días que van más allá de los sueños ¡Ah!, maravilla de la fiesta ! De la "Festa a Bonifasi" que enloquece de felicidad a cuantos la viven y la sienten.
Rítmico paso de caballos de ancestros arábigo-andaluces. Dominio sobre ellos, de grandes jinetes que saben a la perfección cómo doblegarlos, marcar los pasos, elevarlos en movimientos artísticos y asombrosamente bellos. Resulta innegable, la maestría de éstos jinetes. Su vocación y afecto por los caballos bravío. Hay que subir al santo, dejarlo en su santuario festero. El capitán inicia el alardo. La rodela ha de guiarlo hacia la ermita, ha de llevarlo hacia la eternidad.
Cuando lleguen a la ermita la fiesta ya se habrá consumado el tiempo. Adiós a días y noches de verdadero ensueño. A momentos soñados únicos y felices que ya nos perecen te pertenecen para siempre. A momentos que siempre te acompañaran en el recuerdo de la tragedia más feroz de nuestro tiempo. que vivirá como un suelo en el lugar más profundo de alma.
Bonifacio no llego, porque no salió mientras los virus asesinos dominaron el pueblo. Las mil palomas de la paz que han volado sobre el pueblo, regresan aterradas al palomar. Bonifacio no entro en el santuario. La fiesta ya no ha terminado por que este año no empezó. Demos gracias de que todo ya ha terminado, y la felicidad es incontenible.
EL RELEVO CARGOS FESTEROS
Nuevos personajes se quedaros en sus casas , como todo el pueblo confinados ante el temible Coronavirus , cuando los brotes de esta nueva primavera empiezan ya a florecer anunciaran la floresta de un nuevo renacimiento. De nuevas primaveras deslumbrantes, que nos hagan olvidar la acaecida. Mientras tanto soñemos las nuevas convivencias fraternales – las Soñemos en las nuevas lágrimas que serán más luminosas y doblemente felices que florecerán y brillaran en los preciosos ojos llenos de las lágrimas de las impacientes abanderadas. Lágrimas, que son la luz que iluminó los sueños de tú glorioso reinado. Es el momento, de todos llorando de felicidad.
También se escucharan los aplausos soñados, en las calles vacías de gentes, y a vez llorando ante tanto silencio temblando de músicas y lágrimas de emociones incontenidas. ¡Hay, Dios mío, que dicha más buena.
Ahora, toda la dicha continuará viviendo en los protagonistas. Sublimizando cada instante, cada hora soñada. Todo ha concluido sin haber empezado.
En este último momento de la fiesta en que todos soñaran que permanecerán juntos. Y entonces como el vino joven, las vivencias y los sueños se guardaran cuidadosamente en lo más profundo de los corazones. Y como siempre hasta que su color sea el rubí, y su sabor añejo para degustarlo durante toda la vida.
Adiós, gloriosa fiesta de sueños. Adiós a días de lágrimas y sueños dorados. Adiós con el corazón a días llenos de pena soñada y de inolvidables y emociones, y felices luminosas que todos soñamos y nunca vivimos por culpa de un virus asesino invisible llamado coronavirus que sigue asesinando al mundo.
FIN DE LA FIESTA RECORDADA,
DE LA FIESTA NO VIVIDA,
SOÑADA EN LO MÁS PROFUNDO DE LOS FESTEROS,
DE ESTE DOLOROSO AÑO 2020-21
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