CUANDO LA MAHOMA SE SALVO Y EL VIEJO CASTILLO SE PERDIO.
Francisco Máñez Iniesta
El nuevo castillo estrenado en el año 1950 hizo que se olvidase completamente del viejo el cual lo formaba tres planchas de madera formando dos laterales y una central donde se figuraba la fachada. Fue una pena que la entidad festera no se preocupase de archivar una fotografía, la cual tendría un gran valor histórico sentimental, lo cual demuestra que muchos de los llamados dirigentes no fueron precavidos ir guardando fotográficamente los utensilios decorativos de cada época, , máxime si en aquel castillo se exhibieron grandes embajadores que llenaban la plaza a reventar cada año, contando que en pueblo habíamos cuatro gatos , y algunos chiquillos curiosos con pantalón corto que se tapaban con las manos los oídos cuando al final le explotaban la cabeza a la Mahona dejándolo en mil pedazos en medio de gran salva de aplausos.
Nuestro amigo Pepito conocido por “el penca” fue quien fabricaba anualmente la célebre cabeza de nuestra Mahoma. Él fue la única persona del pueblo que me ha dibujado como era el viejo castillo, pues nunca yo pude completar aquella imagen difuminada que anidaba en mi mente infantil .
El viejo castillo se ponía tapando la fuente de la escalinata de la Iglesia formando formado con una pieza de madera figurando la fachada del castillo donde en su centro se le había pintado la puerta. Los laterales estaban formados por dos piezas laterales que llegaban al ras de la pared de la escalinata que soportaban dos pequeños torreones en la medido de sus laterales con un fondo de metro y medio, espacio donde los centinelas y embajadores pronunciaban su los textos de las dos embajada . Al castillo se accedía subiendo por las gradas de la iglesia. Y su conquista se lograba subiendo el lado izquierdo y a trabucazo limpio se bajaba el bando derrotado.
Contemplar ahora la preciosa escalinata de la Iglesia de San Bartolomé no nos dice nada, y nos emociona que allí en fiestas se ganaba la batalla o se perdía las plaza. También fuimos nosotros los niños protagonistas de la plaza cuando jugábamos en verano de noche, teniendo en la puerta del ayuntamiento con un guardia sentado a la puerta observándonos como utilizaban la escalinata como torre de control y con los brazos abiertos jugábamos a los aviones corriendo dándole vueltas a la plaza ante la mirada del guardia de turno, que podían ser el Tío Pepe. El tío León. Tista el Pájaro…
Pepito con sus recuerdos me ayudó a recuperar los datos de este pueblo que viven en la memoria, junto a los recuerdos más profundos.
Me contó que antiguamente la Mahoma de este pueblo la traían de Biar y que , en una disputa se rompió la antigua relación, se dejó de traerla. Luego fueron amigos festeros de Sax los que nos la dejaban cada año.
De Sax me dijo, que hasta no hace muchos años existía la tradición de que los dos pueblos eran custodios de la Mahoma, pues cada año al final de la última embajada, en los dos pueblos, había un grupo de festeros que se la llevaban a cada pueblo en romería con mucha traca y vino para el camino para amenizar el viaje .
La Mahoma siempre estuvo custodiada en Petrer por los Moros Viejos, propulsares también de las embajadas de la Chusma dichas en valenciano, cuyo impulsor y embajador Evaristo Pla nos dejó su pasión y su esfuerzo por su comparsa. Cada año cuando llegaba el día de repartir a la comparsa la revista de fiestas, su padre pues de ahí le llegaba la casta, Evaristo, panadero conocido y festero de pro también histórico, cada año convocaban a su comparsa en el horno, donde junto a unas sabrosísimas tortas calentitas regadas con el vino del pueblo, acompañaban la primera contemplación de la nueva revista tan espada, ya que después de su entrega cada festero en su casa , en su u intimidad, gozaba de los recuerdos de la fiesta , además de abrir sus corazones de las próximas.
La entrega de la revista en los moros Viejos suponía la primera cita en la que todos empezaban a acordarse de las travesuras de las fiestas pasadas. Allí con la primera algarabía del año, empezando a tomar con tacto y el pulso los actores de comparsa de primera fila, entre ellos , el llamado alcalde de Caprala José María, el panadero Evaristo, el travieso Eliseo Payá “Rosa-lío”, ambos sin complejos e sentaban en el suelo para aplaudir a las abanderadas además del incansable Helios Villaplana.
Ellos acuñaron un modelo de vivir la fiesta muy particular, tremendamente divertido haciendo historia en la fiesta, entendieron que las fiestas ante todo eran fiestas, ósea chanzas, chuscadas, ocurrencias, diversión, y comunión de culturas.
Sus divertidas bromas llenaban las calles de alegría y el pueblo disfrutaba con ellos, pues pasaban los cuatro días festivos sin quitarse el traje. Otros también moros Viejos pasaron a la historia de la comparsa con otras circunstancia más festeras como dirigentes muy renombrados también por su actividad por ello no menos festeros históricos , como el tío Pajuso, el Silvestre el Caball, el Tista el Sebilet, y el tío Sabrot.
Si bien la Mahoma siempre estuvo en manos de moros viejos, los cuidados estaban en manos de personajes responsables, así pues perece que fue tío El Caball ,que se recuerde, quien se ocupaba de la Mahoma, pasando a maestro Francisco Gadea, y “Cansonsillos” hasta que el penca que cerró el ciclo.
Durante ese tiempo algunos incidentes lamentables, aconsejaron al presidente Hipólito Navarro acabar con aquella situación cuando en el año 1964 llamó al José a su casa, le pagó su trabajo antes de confeccionar la cabeza de la Mahoma , y le dijo ya se había terminado la historia de Mahoma y si alguien le preguntaban por ella , dijese que la historia de la Mahoma se había acabado para siempre, si bien , entonces ya no le volaban la cabeza después de la embajada cristiana embajada.
El buen criterio de Hipólito, que fue el de la mayoría del pueblo expresado en una encuesta de la juventud local, acabó con los desmanes impronunciables que se continuaban produciendo a secuencia del alcohol.
Ojala que este símbolo que tantos años nos ha acompañado a nuestra fiesta no se pierda y continúe en pie a pesar de todo, pues merece nuestro respeto por ser en esta fiesta la insignia del bando de españoles musulmanes, desaparezca de los escenarios de fiesta esta, si bien su presencia en el pueblo debe de estar , como ojalá estuviese en la nuestra como en los museos etnográficos de cada población reviviendo su historia.
Historia que nos llegó al pueblo cuando se implanto la fiesta de Moros y Cristianos en todos los territorios nacionales , pues trasportada a las posesiones españolas en el mundo a través de su militancia.
“La soldadesca representa en las poblaciones al ejército de España, Y en sus celebraciones militares en los cuarteles , la mitad de ellos se disfrazaban de moros , a la hora de festejar alguna onomástica , representando la guerra de la Reconquista, con sus desfiles embajadas y guerrillas como nos llegó al pueblo”.
El reglamento de una organización nunca es un documento fundacional, máxime si en nuestra historia de la fiesta, en los primeros albores, nos muestran los restos al siglo XVII cuando la soldadesca verdadera pionera en las celebraciones de la fiesta nacional de la reconquista, como no podía ser de otra forma, a la hora de celebrar militarmente una victoria tan trascendental en la historia de España, desde el siglo XV
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