Desde la terraza del Museo

Entramos en la semana de la Festa a la Mare de Deu del Remei, una fiesta eminentemente religiosa, se nota el afecto de muchas personas a la Virgen.

El inicio del rosario de la aurora es muy participativo, su salida cada Domingo de Octubre por las calles olvidadas le da a estas procesiones un colorido especial.

Muy cerca de la terraza, en  la calle de La Virgen, el joven sacerdote de la iglesia de San Bartolome ha tenido la iniciativa por segundo año de celebrar una misa al finalizar el primer rosario de la aurora, en el que preside un hermoso cuadro de la Virgen del Remedio, sorprendió la asistencia de más de 80 personas por las sillas que cedieron algunos cuartelillos de la zona, que dieron un ambiente de convivencia especial.

Es positivo que la iglesia salga a las calles, la recuperación de la ermita de Cati, dándole contenido religioso es motivo de un mayor respeto al paso de muchos montañeros igual que dar a conocer el altar de la calle de La Virgen y otros que se encuentran en calles históricas.

La semana de La Virgen, la espero con ilusión, me considero desde mi libertad, creyente no muy practicante, cuando voy a la iglesia parece que me lo manda mi conciencia y está semana la siento muy especial.

Pablo Carrillos Huertas