martes, 15 de diciembre de 2020

QUIJOTES DE CAPA Y ESPADA.. COMPARSA TERCIO DE FLANDES

 

QUIJOTES DE CAPA Y ESPADA

F. Máñez  Iniesta

      



  La comisión de la revista del 125 aniversario 1879-2004 de la comparsa de Tercio de Flandes, me invita a colaborar en la misma, reciba mi  gratitud y felicitación por la entrañable efemérides. Me solicitan que en mi relación con la fiesta, destaque a las personas de esta comparsa que hayan tenido relación conmigo en alguna actividad  dentro del movimiento cultural –festero, o simplemente  estén en mis recuerdos de antaño. Tarea difícil y peligrosa pues  lamentaría el olvido de alguien, por lo que de antemano pido disculpas, si así ocurriese.

      


 La comparsa de flamencos cumple 125 años de historia, casi nada, y ello conlleva e invita a su vez  a mirar hacia atrás en busca de las primeras imágenes difusas y sensaciones inexplicables que cambiaban por unos días la monotonía de aquel tiempo gris, por otro lleno de color y alegría compartida.  Disipemos la densa  niebla acumulada en las  sendas de la memoria en búsqueda de aquellos primeros recuerdos  y vivencias  de infancia que tanto configuraron nuestra personalidad. Fue en la década de los años cincuenta cuando  empecé,  lleno de asombro a rendirme ante  aquel milagro  de armonía que me inclinaba a amar aquella fiesta y sobre aquellos festeros generosos,  que por su carácter lleno de alegría y sentimientos enriquecían la vida de aquel pueblo gris y feroz en su lucha por remontar la adversidad y la tristeza de la posguerra.

       Habrá que agradecerle una vez más, a aquella entrañable fiesta de Moros y  Cristianos, que por unos días  transcurría por calles empolvadas y escasa luminosidad nocturna y  a aquel castillo de madera (adosado a las gradas de la iglesia de San Bartolomé.)  Feliz tiempo de infancia con el que crecí, tiempo que nos recordaba y suscitaba la historia de nuestro semiderruido castillo, el cual,  durante todo el año, era el  feudo de los juegos de moros y cristianos que los niños del pueblo organizábamos, portando nuestras harapientas banderas,(atadas a escobas viejas) y  con nuestro más encendido “ardor guerrero”, luchábamos con espadas de madera a “vida o muerte” por su conquista o defensa .Verdaderamente, la fiesta , aquella fiesta fue el caldo de cultivo de nuestras vivencias de antaño. Fiesta  en honor de santo Bonifacio, sencilla, y sobre todo llena de candor y  emoción. También,  bálsamo de paz y concordia, que a su vez, era la esperanza del encuentro del pueblo en unos días felices y alegres tan necesarios, donde la música, el escaso pan y el vino, era compartido por el pueblo. Largo camino entre rosas y espinos. Entrañables vivencias y sentimientos que marcaron una forma de sentir y de ser.

        A la Comparsa de los Tercios de Flandes  por su antigüedad, habrá  que reconocerle un poco más, su esfuerzo por conseguir que nuestra fiesta sea el gran monumento de alegría, sentimiento y belleza  que llena el corazón de este pueblo.

 De aquellos años lejanos recuerdo el color resplandeciente del rojo de sus capas  y el brillo centelleante de las espadas y sobre todo, aquél cabo  llamado cariñosamente el tío Ample, de impecable paso decidido, regio, altivo,  al que los aplausos apenas le cambiaban su semblante, como buen soldado, y  su faz inmutable y erguida, quizá como el de los antiguos sargentos de la soldadesca, que él por su edad debió de conocer bien. También recuerdo, cuando la entrada pasaba por la plaza de arriba, el susto que pasé cuando vi  a “Juanito el taxista” conductor de la carroza que  portaba una inmensa bota de flamenco, como lo sacaban de su interior a punto de desmayarse por la falta de ventilación. También recuerdo a Juanito siempre con su puro, y  su descapotable lleno de flamencos, descendiendo por las escaleras que habían en la calle Prim ante el asombro de toda la  chiquillería.

        Otros “flamencos de campanilla” de carácter alegre y campechano que recuerdo, fueron “Pepito laliga”  Manolo Moll” Ruperto Molina… También a Eliseo Montesinos, flamenco de corazón y compromiso por su comparsa mientras vivió. A Vicente  Garcia Brotóns, que fuera en tiempos de antaño gracioso embajador  de la embajada de Chusma y experto cabo de escuadra de la Fila Gran Capitan, de estilo cómico peculiar que garantizaba con sus graciosas expresiones sus actuaciones en plaza.  De sus mujeres festeras me queda el recuerdo  de su semejanza con las reinas cristianas medievales, con aquellos trajes suntuosos que coronaban la serena belleza femenina que nos recordaban las películas históricas que veíamos ensimismados en el cine Cervantes. Trajes, que  emocionado he vuelto a contemplar en la exposición del 125 aniversario, pues en mi mente veía en el rostro la sonrisa de complacencia ante el aplauso del pueblo y el  movimiento lleno de alegría ante el ritmo musical desenfadado de las guerrillas.

       Pasaron los años y en el hoy de esta comparsa comparto la amistad  de grandes festeros que tanto hicieron y hacen por la fiesta. Alejandro Perseguer Navarro en su quehacer por la música festera, además de  involucrar  los nombres de los personajes históricos de nuestra fiesta en las nuevas composiciones. Ignasi Villaplana, como excelente embajador en valenciano. La adorable Fini Planelles “la maja” de sentimiento  y pasión inquebrantable, heredera de toda la saga de la familia de los “Majos”  que tanto han trabajado  por su comparsa. Dori Andréu, imprescindible su aportación de belleza, con sus prodigiosas danzas cautivadoras de dioses y profanos, dejando en la escena su piel y su alma  rememorando acontecimientos  históricos. Y como no, a Pedro Brotons, abanderado de la paz, flamenco de sensibilidad y  grandeza humana.   

        Pero hay otros con los cuales, los avatares de la vida festera nos unió más estrechamente en la  directiva en la Unión de Festejos y en la vuelta a la escena festera de la Ambaixada en Valenciá, (la perdida  embajada de la Chusma). Son José María Navarro, hoy socio de Honor de la Unión por su larga trayectoria como secretario.  Antonio Navarro presidente de su comparsa el cual ostentó el honor de haber sido el presidente más joven de su comparsa y también Presidente de la Unión de Festejos, además de excelente Pregonero.  Mari-Nieves  Bernabé, primera mujer que formó parte de la directiva de la Unión de Festejos como vocal, que aportó a la fiesta, entras cosas, la formación de la Colla dels Moros Nous; formación musical festera orgullo de nuestro pueblo. Pablo Carrillos Huertas, quijotesco caballero andante, motor  e  impulsor de la radio local, de incansable valía en todos los medios de comunicación locales y comacales; promotor de la primera exposición permanente de la fiesta, desaparecida por las fatales  decisiones que tanto han deteriorado la fiesta y sus actos, promotor de la primera pagina web, logro que cada comparsa tuviera una calle dedicada y la Unión de Festejos, su plaza en la zona del Campet, divulgador muy relacionado de los valores de Petrer y su fiesta, presidente de la Unión de Festejos que tanto hizo porque retornara la Festa del Capitans unida  al hecho histórico de la Rendició.

       También con Manuel Moll, (Caid, Jaime I) actor, primor de dotes artísticas puestas de manifiesto en distintas colaboraciones festeras. Manuel Amat, (Jaime I, Caid)  jocoso escritor y excelente actor. Antonio Joaquín Navarro, (Jofre de Loaysa) portentoso actor de  transfiguración impresionante. Ellos, junto a otros, fueron los primeros actores que representaron nuestros personajes históricos en la Rendició de Petrer. También a Sebastián Tenés, incansable y auténtica garantía en el montaje y la dirección cada año.  Juan Carrillos Huertas, recatado caballero con toda la extensión de la palabra, siempre a disposición de su comparsa. También  desde los primeros años poniendo en escena la vuelta de la embajada en valenciano, además de colaborador comprometido de la Rendició. Juli Navarro, dama del Rey Jaime I, verdadera pasión por teatro premiándole  la vida con su hija Begoña Tenes, hoy excelente actriz profesional, y cómo no, a toda esa filá de Inquisidores   sustento y alma de todos ellos. La reciente incorporación de Fran Cabrera a esta comparsa le añade un nuevo valor, pues como es sabido, es el actor que interpreta en la actualidad al rey Jaime I, además de ser el  embajador cristiano. Fran es la sabia nueva, heredero de genes culturales brillantes que descubrí en su padre hace más de cuarenta años cuando en la vida de ambos compartíamos la milicia. Pero Fran aparte de tener estas responsabilidades, constantemente aparece en la vida cultural del pueblo a través de recitales poéticos, representaciones teatrales y demás eventos de la misma índole y ello lo hace más meritorio.

       Ellos fueron los protagonistas que revivieron por primera vez las páginas de nuestra historia  de moros y cristianos al cabo de más de setecientos años, encarnando las figuras más importantes de nuestra historia medieval, la cual nos desvela cómo somos, además de marcarnos los caminos del futuro. Hombres y mujeres significativos en la fiesta de nuestros amores. Festeros de globalidad festera que cuentan  estando en la mayoría de las actividades que marcan el día a día de la actualidad. Sin duda la fiesta les debe mucho a estos flamencos y flamencas y a otros con los cuales no tuve la suerte de tener relación de trabajo con ellos, que siguen luchando por una fiesta cada vez mejor, lo cual revierte, sin duda, en un mundo mejor. Valga también mi reconocimiento  para ellos, pues sin duda su colaboración fue y  sigue siendo  importante.

       

Tercio de Flandes, Quijotes de capa y espada con el  temple a punto para defender nuestro tesoro guardado celosamente en el corazón de este pueblo; continuad elevado  vuestras banderas de sueños y paz al viento hasta alcanzar los cielos proclamando el espíritu sagrado de vuestra hidalguía.  Que suenen trompetas y tambores anunciando vuestro  paso firme por la historia de esta fiesta. Que el regocijo que sentís sea participado a todo el pueblo, dejando vuestra huella profunda en el corazón de sus gentes, porque en definitiva es por este pueblo  por el que luchamos apasionadamente, dejando el legado de lo mejor de vosotros mismos para que su convivencia y su futuro en armonía y paz queden garantizados.

Después de presenciar la puesta en escena de vuestra comparsa en la magistral entrada cristiana, sólo añadiré que contemplé en ese tiempo reducido que pasó la comparsa ante mis ojos,  la expresión del núcleo del universo de nuestra fiesta de Moros y cristianos.



 Con la presencia de la formación de soldadesca con sargento al frente, y a caballo los alféreces abanderados uniformados todos a la usanza de  siglo pasado, además del bellísimo y emocionado mosaico de abanderadas, sentí como parte de la historia perdida de nuestra fiesta resucitaba, poniéndonos de manifiesto su grandeza y también,  los errores posteriormente cometidos cegados por el brillo de la modernidad en el largo camino del último siglo. Enhorabuena por esa gran entrada.

        Deseo que mis palabras sean el prefacio dorado al reconocimiento de vuestro esfuerzo por estos 125 años de tradición. 

De todo corazón, os deseo un feliz aniversario a toda vuestra gran comparsa. Felicidades.

                          

                                  *  *   *

 

 

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