Autor: Francisco Mañez Iniesta
SIEMPRE CON NOSOTROS
DEDICADO A NUESTRO QUERIDO AMIGO
GABRIEL GARCIA BROTONS
HISTORIA DEL THE BOÑ
SIEMPRE CON NOSOTROS
DEDICADO A NUESTRO QUERIDO AMIGO
GABRIEL GARCIA BROTONS
HISTORIA DEL THE BOÑ
¡¡ Lo que hemos visto en estos últimos cincuenta años!!
FIESTA SIN HUMOR NO ES FIESTA.
Se podría escribir una novela si se contara todo lo que ha pasado en el día de estos cincuenta años de fiestas en este pueblo. ¡Menudo novelón saldría!
Veamos, En año 1958 apareció en el culo de la carroza de la comparsa de estudiantes el primer The Boñ en formato gigante recogiendo la tradición valenciana de criticar humorísticamente los sucesos más sobresalientes de la comisión de fiestas y de nuestra población. Los primeros textos de desahogos y chismorreos del The Boñ se escribieron sobre las servilletas de los bares de Tonet, Pebrella, Panet, etec… ubicados en el centro del pueblo donde bullían las noticias a medida que los vinos soltaban las lenguas de la clientela en las aburridas tardes de los sábados y, domingos. Como el tema daba para mucho y cada vez llegaban la redacción más servilletas con textos que olían a “fabes y ví” se pensó en comprar a plazos una Hispano –Olivetti y así, gracias a los benditos plazos se pasó al primer IBM que nos introducía en el mundo de la informática, congraciándonos de ser hoy, decanos de la prensa local.
En un principio como todavía existía la antigua ley de prensa del franquismo, había que escribir en clave para que no te cayera un paquete por orden de la autoridad y ello obligaba a escribir entre líneas, o sea para los que bajo manga ya sabían lo que pasaba. Cuando se publicaba algún comentario de este tipo, a unos solo se les escapaba un Je Je… y los más se quedaban con los chistes de Octavio, Maikel, Mingote y Edu que hacía chistes para el periódico local Villa y en la prensa nacional de entonces. También hizo de actor galán junto a José Mª Bernabé en una película de amoríos ocultos, pues entonces no existía el divorcio, y esta película que se rodó por la calle por carecer de plató, durante una entrada encima de nuestra carroza, bajo la dirección del Italiano Victorio d. Sica siendo muy exitosa en aquel tiempo.
Como era lógico el objetivo primordial del The Boñ tenía que cubrir toda la información de la comisión de fiestas de moros y cristianos, que si ahora es un filón, en aquellos tiempos fue un campo de batalla del que tuvo que huir el mismísimo Hipólito Navarro completamente acobardado. Ante el vacío de poder se nombró a un grupo de sabios que formaron la comisión Warren para poner orden ante los duros enfrentamientos y follones que desde la época del tío Pajuso se montaban intentando hacer prevalecer derechos adquiridos de siglos para hacer sus santas voluntades. En tres años se tuvo que dotar de un órgano jurídico con sus estatutos para hubiera paz y orden. Aquellos hombres sabios dieron mucho se sí y generaron muchas noticias que anunciaban cambios profundos en nuestra fiesta.
El The Boñ dobló su plantilla para seguir los pasos de los sabios que establecieron los boletos de oro , invento que los Vizcaínos ya lo tenían en explotación y les jodió tener que compartirlo, invento que llenó de pelas las arcas de la Unión, con lo que los hombres de la Warren ,iluminaron el castillo histórico, compraron las casas donde posteriormente se edificaría la Casa del Festee, confeccionaron los estatutos que regirían los nuestros destinos festeros en el futuro y demás iniciativas que llevaron a nuestros redactores de culo. The Boñ dedicó una edición especial en el año 1967 para que no se olvidara la gestión de aquellos hombres, que presididos por Vicente Amat allanaron los caminos por los iba a discurrir el futuro de nuestra fiesta de la mano del incombustible “tío Guitarra” cuya oculta fuerza radicaba en su puro, al igual que Sansón el de Dalila la tenía en su pelo. Este un hombre pequeño con muchos humos fue el David bíblico que vencería al gigante Goliat. Hipólito, con su puro en la boca era invencible y nuestros redactores del The Boñ de entonces, supieron que se estrenaba una nueva época al comenzar la batalla a muerte con los privilegios heredados. Desde aquellos años nada fue igual y nuestro The Boñ cuando llegaba mayo, se esperaba con más entusiasmo que el agua para nuestros campos. Repasen las hemerotecas y verán que pitotes se armaban.
Las sesiones de Unión de Festejos siempre eran noticia de primera página y “el tío Guitarra” el Capitán Trueno , el héroe de las historietas que allí se montaban. Tuvimos que aumentar las ediciones y aumentar la plantilla de redactores para seguir los acontecimientos e innovaciones que parían las directivas de aquel imbatible con su puro y su famoso artículo 29 que tantas batallas ganó. La fiesta se pasó a fin de semana, se hizo la Casa del Fester con sótano y tres plantas, se declaró la fiesta de Interés Turístico Nacional entre un montón de paridas más.
La celebración de nuestro 25 aniversario nos pilló en plena efervescencia festera y aquel año de 1982 la edición se hizo a todo color del que destacamos su editorial que entre otras cosas apuntaba “Al celebrar esta efemérides, queremos destacar brevemente alguno de los hechos más notables en los que The Boñ tuvo parte directa o indirecta, y aunque nos tachen de inmodestos no podemos de sentirnos ajenos a hechos de tanta trascendencia como nuestra decisiva influencia en la Ley de Prensa y la sensacional subida al mando festero y pertinaz permanencia cargo del presidente de la Unión de Festejos, D. Hipólito Navarro Villaplana, que tanto lastre y palustre ha dado a nuestros festejos, con la gestación y parto de la Casa del Fester, de tanta aceptación por parte de todos, incluidos los Marinos.” Junto al editorial el genial chiste de O.V. que representaba un trono con Hipólito leyendo su discurso de abdicación en su hijo. Una época concluía y con ella el hombre que fue el motor de su cambio. El mismo, poco después, declaraba refiriéndose al The Boñ: “Yo, personalmente, he de confesar que, durante algún tiempo, por mi cargo de presidente de la junta de fiestas, fui la “vedette” y llegaron acobardarme con sus cargos y arrebatos.” (El pobre. Que majo fue este tío y cuanto lamentamos que ahora no lo tengamos con nosotros con la que está lloviendo en nuestra fiesta.)
La ausencia de Hipólito iniciaba nueva época, y el The Boñ tenía que estar al pie del cañón, pues existía la incertidumbre de saber que iba a suceder en la Unión sin Hipólito. La portada del siguiente año 1983 con la viñeta del humorista Maikel a toda plana, cuyo título rezaba con contundencia: REUNION DE LA INJUNTA CENTRAL DE COMPARSAS. Más claro agua, el cachondeo de una reunión de los gerifaltes festeros y la aclamación del tío Guitarra diciendo: “ Che, quin merdé . No puc desarlos soles.” lo decían todo. Empezaba otra época convulsiva cuyos presidentes protagonizarían las más asombrosas aventuras al entrar los clanes en acción. The Boñ sabedor de la que se avecinaba contrató a periodistas corresponsales de guerras especializados en mafias y clanes.
Desde entonces la lista de los nuevos gerifaltes presidentes de la Desunión fue larga y dura para Enrique Navarro “Guitarra II” al que recordamos por los cabreos que cogió. José Rico “Bandera” que pasó a la historia de los pregones por querer hacernos colar el pregón vía línea telefónica, además de iniciar terna flamenquil de asalto al poder de la Unión seguido por Antonio Navarro “Raiman, el hombre que nos trajo la lluvia , la informática y la reglamentación”, y Pablo Carrillos “Pau” el presidente más “grande” de la terna flamenquil, que culminó brillantemente el plan establecido desde la “saga de los guitarras” que comprendía doce años de flamencos en el poder. Con Paco López “ el Almirante Sopetes” llegó la rebelión de los compromisarios que desde entonces están jodidos, la revista pasó a ser un catálogo fotográfico en 2001, negó la democracia festera por estar dirigida por la peña el “Túnel”, y un sin fin de escándalos más.
Harto el bando Moro del dominio Cristiano, en una reunión urgente de las cinco Taifas musulmanas acuerdan nombrar un caudillo al estilo de Almanzor que gane las elecciones a la presidencia, y así José Verdú, alias “J” el más internacional y tecnócrata de todos obtiene el poder por amplia mayoría, si bien durante su primer mandato se le achacó su manía de meter la nariz, para reclutar a su gente en todas las comisiones . La ambición por perpetuarse en el poder, le lleva a un segundo mandato que consigue sin problemas al ser el único candidato. El dicho de nunca segundas partes fueron buenas se confirma. Si con todos estos presidentes esta redacción del The Boñ, ha tenido problemas, con el equipo del economista y políglota “J” hemos ido de cabeza por el modelo de carteles de fiesta que han sido auténticas “birrias” por su manía de economizar ahorrando tinta. La rebelión de los compromisarios del “Almirante Sopetes” fue una broma en comparación con los zafarranchos de combate de J. con sus luchas contra los Compromisarios de la Unión en los debates del cambio de fiestas, tema que continuará al comienzo delcurso festero de 2008-9
Cincuenta años dan mucho dé si cuando se vive la fiesta tan intensamente y eso provoca que el follón cuando no está en un sitio está en otro. El éxito del The Boñ en sus cincuenta años de vida, es el éxito de la fiesta. A ella se lo debemos todo y por ella nos esforzamos en estar en pie de guerra cada año para que los líos no paren. Por eso la cosa no termina aquí. Los acontecimientos que ya se anuncian respecto a los cambios de fiesta nos obliga a modernizar nuestros equipos ya que van a dar mucho de sí a tenor de los ánimos y deseos manifestados por todos - Junta Central Compromisarios- de trabajar conjuntamente. Y eso, conociendo a los protagonistas promete ser muy divertido, aunque estamos seguros que al final la fiesta saldrá ganando, si entre todos se ponen los cauces para superar la multitud de problemas que se vienen acusando, siendo el más gordo el problema de las finanzas de los festeros que empezó con la competencia de nuestros zapatos con los Chinos y se extendido en la bolsa de Wall Street de Nueva York, con las hipotecas basuras y menos mal que la hipoteca de la Casa del Fester y la del Campus ya las teníamos pagadas. El problema es gordo y desde siempre hemos sostenido que había que cuidar el gasto de los inventos que acababan pagando los sufridos festeros, además de dejarse de tantas cenas con Montecristos y de emular a la pasarela Cibeles. Estaba claro que más tarde o temprano pagaríamos caro tantos inventos. Que nadie se equivoque, desde siempre lo advertimos desde el The Boñ y nos ganamos algunas injustas antipatías. Pasar de la bota de vino y el bocadillo de atún con anchoas a los mariscos y demás lujazos tan alegremente, siempre nos pareció exagerado cuando la vaca no daba tanta leche.
Como desde hace cincuenta años los redactores de este medio, reconocemos que hemos bebido más que comido, al igual que muchos compañeros del Siglo de Oro. Eso lo da este cruel oficio que nos apasiona en el cual nos hemos divertido mucho. Con eso nos sentimos pagados y agradecidos. El The Boñ, pase lo que pase, estará al pie del cañón como siempre en defensa de nuestra fiesta de Moros y Cristianos. Mande quien mande. No lo duden. y que pare ahí, pues igual “Míster J” como es conocido en los EE.UU, nos planificó en acciones a la Unión de Festejos y este rotativo “The Boñ” se dispararon, al creer los accionistas que se trataba de un importante medio de Londinense, y gracias a esa entrada de capital , nos hizo vivir como rajas. Gracias J.
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