viernes, 1 de mayo de 2020

La plaça de Baix

LA PLAÇA DE BAIX ha sido testigo mudo de muchos acontecimientos históricos de Petrer.La plaça de Baix ha sido testigo mudo de muchos acontecimientos históricos de Petrer. Año 1935.

Esta emblemática plaza ha tenido diversas denominaciones a lo largo de su dilatada historia: Mayor, de la Constitución, de la República, del Generalísimo y plaça de Baix.
En ella se localiza desde el siglo XVII el ayuntamiento de Petrer, la Parroquia San Bartolomé Apóstol Petrer, la abadía o casa del cura pyárroco, la casa del conde, la del mayorazgo y las residencias de los mayores contribuyentes y familias más prestigiosas de la villa.
A finales del siglo XVII, se ubicó en ella el pósito municipal, destinado a mantener acopio de cereal y prestarlo en condiciones módicas a los labradores y vecinos, en el mismo edificio que fue escuela pública, en 1935 dispensario de higiene, desde 1964 y hasta 1998 biblioteca pública, museo de Petrer hasta el 2019 y, en la actualidad, Turismo Petrer.

En este singular enclave estuvo también el beaterio, colegio mayor de los Dominicos, que fue desmantelado y vendido con la desamortización de Mendizábal en 1837; así como la administración de correos y la Caja Postal de Ahorros, en los años veinte del pasado siglo, hasta que se trasladó a la calle Pedro Requena.
En ella se celebraba el mercado los jueves y domingos y los puestos de venta del pescado se situaban en los bajos de las gradas de la iglesia debido a la proximidad de la fuente.
Las dimensiones y la fisionomía de la plaza no eran como la conocemos en la actualidad. Era más reducida puesto que entre el Ayuntamiento y la iglesia habían varias casas como lo demuestra el plano de 1779. Estas casas fueron derribadas con motivo de la edificación de la nueva iglesia que se bendijo en 1783, que sustituyó a la anterior y cuya orientación daba a la calle Mayor.
A la plaza sólo se accedía por la calle Miguel Amat y por los dos laterales de la iglesia hasta que se derribaron las casas que obstaculizaban la comunicación con la plaça de Dalt y con la calle Constitución.
En esta plaza siempre hubo una fuente y tenemos constancia de la existencia de cuatro distintas. La primera noticia de la fuente es de 1627 cuando se aprobó su construcción. En 1890 se colocó “una fuente monumental y de servicio público”, que reemplazó a la existente que estaba en pésimas condiciones. Sobre 1920 se instaló la empotrada en el muro de las gradas de la iglesia, que sustituyó a la que estaba situada en el centro de la plaza. Tenía un grifo cubierto por una hornacina y una pila de mármol. Ésta desapareció cuando se modificaron las gradas a finales de los cincuenta del siglo XX. Se remodeló la plaza talando los vetustos árboles y se construyó un surtidor decorativo de forma circular en el centro.
Se la conoce en 1819 como plaza Mayor. En 1836 y, entre los actos celebrados con motivo de la promulgación de la constitución de 1812, que se juró en Petrer en la misa conventual, se mandó construir una lápida con la inscripción de “plaza de la Constitución, proclamada en Cádiz el año 1812”. En 1914 se plantaron árboles y en 1930 todavía se la conocía como plaza de la Constitución.
Fue en la primera sesión plenaria del gobierno republicano, celebrada el día 15 de abril de 1931, cuando se cambió el nombre de plaza de la Constitución por plaza de la República.
Durante la contienda civil, hubo un refugio antiaéreo que se extendía desde la casa del médico D. Juan Rico hasta las puertas del Ayuntamiento. Tras la guerra, pasó a designarse plaza del Generalísimo en honor a Francisco Franco. Fue en la sesión del 31 de mayo de 1979, apenas transcurrido algo más de un mes desde la formación del primer Ayuntamiento democrático, cuando se cambió el nombre de este popular enclave petrerense por el de plaça de Baix.
En 1951 la plaza adquirió más vida al construirse el mercado de abastos y el nuevo consistorio. El edificio del Ayuntamiento durante la guerra civil se anexionó la vivienda de al lado que había sido la casa señorial del conde de Elda, que pasó a formar parte de las dependencias municipales. En la reforma efectuada a principios de los años cincuenta, se amplió el consistorio y desapareció la antigua fachada modernista, quedando definitivamente unidos los dos edificios, el del Ayuntamiento y el de la vivienda colindante. También en esta remodelación se habilitó el mercado municipal en lo que hasta entonces había sido el almacén de abastos, mercado que posteriormente se amplió ocupando los huertos que lindaban con la Bassa Fonda, a espaldas del consistorio. Este edificio permaneció en pie hasta el año 1976, en que fue derribado para levantar el que actualmente conocemos.
Esta plaza es el alma del pueblo, en ella se celebran los festejos más genuinos y es el punto de encuentro de la población tras los bautizos, bodas y comuniones, siendo también, el lugar donde despedimos a nuestros seres queridos.
Desde los años ochenta se han venido celebrando en este incomparable entorno los Conciertos de Verano y, cada mes de mayo, desde 1969, el día que se inician las fiestas de Moros y Cristianos los petrerenses llenan la plaza para unir sus voces y fundirse en el canto del pasodoble “Petrel”.
Tuvieron su domicilio en este enclave los mayores propietarios de la villa y los más altos exponentes de la vida local, entre otros, el conde de Elda, los Maestre, los Abellán, los Planelles, los Rico, el brigadier Algarra y sus descendientes y el médico D. Juan Rico.

Si quieres saber más sobre esta plaza puedes consultar mi libro “Las calles de Petrer” (2002).
Mari Carmen Rico

No hay comentarios:

Publicar un comentario