lunes, 4 de mayo de 2020

HISTORIA DEL THE BOÑ

Autor: Francisco Mañez Iniesta
 SIEMPRE  CON  NOSOTROS
DEDICADO A NUESTRO QUERIDO AMIGO 
 GABRIEL  GARCIA BROTONS
HISTORIA  DEL  THE  BOÑ 
¡¡  Lo que hemos visto en  estos últimos cincuenta años!!
FIESTA  SIN  HUMOR  NO  ES  FIESTA. 
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Se podría escribir una novela si se contara todo lo que ha pasado en el día de estos cincuenta años  de fiestas en este pueblo. ¡Menudo  novelón saldría! 
Veamos, En año 1958 apareció en el culo de la carroza de la comparsa de estudiantes el primer The Boñ en formato gigante recogiendo la tradición valenciana  de criticar  humorísticamente los sucesos más sobresalientes  de la comisión de fiestas y de nuestra población. Los primeros textos de desahogos y chismorreos  del The Boñ  se escribieron sobre las servilletas de los bares de Tonet, Pebrella,  Panet, etec… ubicados en el centro del pueblo donde bullían las noticias a medida  que los vinos  soltaban las lenguas de la clientela en las aburridas tardes  de los sábados y, domingos.  Como el tema daba para mucho  y cada vez llegaban la redacción  más servilletas  con textos que olían a “fabes y ví” se pensó en comprar a plazos una Hispano –Olivetti  y así, gracias a los  benditos plazos se pasó  al primer IBM  que nos introducía en el mundo de la informática, congraciándonos de  ser hoy, decanos de la prensa local.

En un principio como todavía existía la antigua ley de prensa del franquismo, había que escribir en clave para que no te cayera un paquete por orden de la autoridad y  ello obligaba a escribir entre líneas, o sea para los que bajo manga ya sabían lo que pasaba. Cuando se publicaba  algún comentario de este tipo, a unos  solo se les escapaba un Je Je… y los más se quedaban con los chistes  de Octavio,  Maikel, Mingote y Edu que hacía  chistes  para el periódico  local Villa  y en la prensa nacional de entonces.  También hizo de actor  galán  junto a José Mª Bernabé en una película de amoríos ocultos,  pues entonces no existía el divorcio,  y esta película  que se rodó por la calle por carecer de plató, durante una entrada encima de nuestra carroza,  bajo la dirección del Italiano Victorio d. Sica  siendo muy exitosa en aquel tiempo.

Como era lógico  el objetivo primordial del The Boñ  tenía que  cubrir toda la información  de la comisión de fiestas  de moros y cristianos,  que si ahora es un filón, en aquellos tiempos  fue un campo de batalla del que tuvo que huir el mismísimo Hipólito Navarro completamente acobardado.  Ante el vacío de poder  se nombró a un grupo de sabios  que formaron la  comisión Warren  para poner orden ante los duros enfrentamientos y follones  que desde la época del tío Pajuso se montaban  intentando hacer prevalecer  derechos  adquiridos  de siglos para  hacer sus santas voluntades. En tres años se tuvo que dotar de un órgano jurídico con sus estatutos para hubiera  paz y orden. Aquellos  hombres  sabios  dieron mucho se sí   y generaron muchas noticias que anunciaban cambios profundos en nuestra fiesta. 

El The Boñ dobló su plantilla para seguir los pasos de los sabios que  establecieron los boletos  de oro , invento que los Vizcaínos ya lo tenían  en explotación y les jodió tener que compartirlo, invento que llenó de pelas las arcas  de la Unión, con lo que los hombres de la Warren ,iluminaron  el castillo histórico, compraron las casas donde posteriormente se edificaría la Casa del Festee, confeccionaron  los estatutos que regirían los nuestros destinos festeros en el futuro y demás iniciativas que llevaron a nuestros redactores de culo.  The Boñ dedicó una edición especial en el año 1967 para que no se olvidara la gestión de aquellos  hombres, que presididos por  Vicente  Amat allanaron los caminos  por los iba a discurrir el futuro de nuestra fiesta de la mano del incombustible  “tío Guitarra” cuya  oculta fuerza radicaba en su puro, al igual que Sansón el de Dalila  la tenía en su pelo. Este un hombre pequeño con muchos humos  fue el David  bíblico que vencería al gigante Goliat. Hipólito, con su puro en la boca era invencible  y  nuestros redactores del The Boñ de entonces, supieron que se estrenaba una nueva época al comenzar  la batalla a muerte con  los privilegios heredados. Desde aquellos años  nada fue igual y nuestro The Boñ  cuando llegaba mayo, se esperaba con más entusiasmo que  el agua para nuestros campos. Repasen las  hemerotecas  y verán que pitotes se armaban.

Las sesiones de Unión de Festejos  siempre eran noticia de primera página y “el tío Guitarra” el Capitán Trueno , el héroe de las historietas que allí se montaban. Tuvimos que aumentar las ediciones  y aumentar la plantilla de redactores para seguir los acontecimientos  e innovaciones  que parían las directivas  de aquel imbatible con su puro y su famoso artículo 29  que tantas batallas ganó. La fiesta se pasó a fin de semana, se hizo la Casa del Fester con sótano y tres plantas,  se declaró la fiesta de Interés Turístico Nacional entre un montón de paridas  más.

La celebración de nuestro 25 aniversario nos pilló en plena efervescencia festera y aquel año de 1982 la edición se hizo a todo color del que destacamos su editorial que entre otras cosas apuntaba  “Al celebrar esta efemérides, queremos destacar brevemente alguno de los hechos más notables en los que The Boñ tuvo  parte directa o indirecta, y aunque nos tachen de inmodestos no podemos de sentirnos ajenos a hechos  de tanta trascendencia  como nuestra decisiva influencia en la Ley de Prensa y la sensacional   subida al mando festero y pertinaz permanencia  cargo del presidente de la Unión de Festejos, D. Hipólito Navarro Villaplana, que tanto lastre y palustre ha dado a nuestros festejos, con la gestación y parto de la Casa  del Fester, de tanta aceptación por parte de todos, incluidos los Marinos.” Junto al editorial  el genial chiste de O.V. que representaba un trono  con Hipólito  leyendo su discurso de abdicación en su hijo. Una época concluía y con ella el hombre  que fue el motor de su cambio. El mismo, poco después, declaraba refiriéndose al The Boñ: “Yo, personalmente, he de confesar que, durante algún tiempo, por mi cargo de presidente de la junta de fiestas, fui la “vedette” y llegaron acobardarme con sus cargos y arrebatos.”  (El pobre. Que majo fue este tío y cuanto lamentamos que ahora no lo tengamos con nosotros  con la que está lloviendo en nuestra fiesta.)

La ausencia de Hipólito  iniciaba nueva época, y el The Boñ tenía que estar al pie del cañón, pues existía la incertidumbre de saber que iba a suceder en la Unión sin Hipólito. La portada del   siguiente año 1983 con la  viñeta del humorista Maikel  a toda plana,  cuyo título rezaba con contundencia: REUNION DE LA INJUNTA CENTRAL DE COMPARSAS. Más claro agua, el cachondeo de una reunión de los gerifaltes festeros  y la aclamación  del tío Guitarra diciendo: “ Che, quin merdé . No puc desarlos soles.” lo decían todo. Empezaba otra época convulsiva  cuyos presidentes protagonizarían las más asombrosas aventuras  al entrar los clanes en acción. The Boñ sabedor de la que se avecinaba contrató a periodistas corresponsales  de guerras especializados  en mafias y clanes. 

Desde entonces la lista de los nuevos gerifaltes presidentes de la Desunión fue larga y dura para Enrique Navarro “Guitarra II” al que recordamos  por los cabreos que cogió.   José Rico “Bandera” que  pasó a la historia de los pregones  por querer hacernos colar el pregón vía línea telefónica,  además de iniciar terna  flamenquil de asalto al poder de la Unión seguido por Antonio Navarro “Raiman, el hombre que nos trajo la lluvia , la informática y la reglamentación”, y Pablo Carrillos “Pau” el presidente más “grande” de la terna flamenquil, que culminó  brillantemente el plan establecido desde la “saga de los guitarras”  que comprendía  doce años de flamencos en el poder. Con Paco López “ el Almirante Sopetes” llegó  la rebelión de los compromisarios que desde entonces están jodidos, la revista pasó a ser un catálogo fotográfico  en 2001, negó la democracia festera por estar dirigida por la peña el “Túnel”, y un sin fin de escándalos más.

Harto el bando Moro del dominio  Cristiano,  en una reunión urgente de las cinco  Taifas musulmanas  acuerdan nombrar  un caudillo al estilo de Almanzor que gane las elecciones  a la presidencia,  y así José Verdú, alias  “J” el más internacional y tecnócrata de todos  obtiene el poder por amplia mayoría, si bien  durante su primer  mandato  se le achacó su manía de  meter la nariz,  para reclutar  a su  gente en todas las comisiones  .  La ambición por perpetuarse  en el poder, le lleva a un segundo mandato que consigue sin problemas  al ser el único candidato. El dicho de nunca segundas partes fueron buenas se confirma.  Si con todos estos presidentes esta redacción del The Boñ, ha tenido problemas, con el equipo del  economista y políglota  “J” hemos ido de cabeza por el modelo de carteles de fiesta  que han sido auténticas  “birrias” por su manía de  economizar   ahorrando  tinta. La rebelión de los compromisarios  del “Almirante Sopetes” fue una broma en comparación con  los zafarranchos  de combate  de J. con sus  luchas contra  los  Compromisarios de la Unión en los debates del cambio de fiestas, tema que continuará al comienzo delcurso festero de 2008-9


Cincuenta años dan mucho dé si cuando se vive la  fiesta tan intensamente y  eso provoca  que el follón  cuando no está en un sitio está en otro.  El éxito del The Boñ en sus cincuenta años de vida, es el éxito de la fiesta. A ella se lo debemos todo y por ella nos esforzamos en estar en  pie de guerra cada año para que los  líos  no paren. Por eso la cosa no termina aquí. Los acontecimientos que  ya se anuncian respecto a los cambios de fiesta nos obliga a  modernizar  nuestros equipos  ya que van a dar mucho de sí a tenor  de los ánimos  y deseos manifestados por todos  - Junta Central Compromisarios- de trabajar conjuntamente. Y eso, conociendo a los protagonistas promete ser muy divertido, aunque estamos seguros que al final  la fiesta saldrá ganando, si entre todos se ponen los cauces para superar la multitud de problemas  que se vienen acusando, siendo el más gordo el problema de las finanzas de los festeros  que empezó con la competencia de nuestros zapatos con los Chinos y se extendido en la bolsa de  Wall Street de Nueva York, con las hipotecas basuras  y menos mal que la hipoteca de la Casa del Fester y la del  Campus ya las teníamos pagadas. El problema es gordo y desde siempre hemos sostenido que  había que cuidar el gasto de los inventos  que acababan pagando los sufridos festeros, además  de dejarse de tantas cenas con Montecristos y de emular a la pasarela Cibeles.  Estaba claro que más tarde o temprano  pagaríamos caro tantos inventos. Que nadie se equivoque,  desde siempre lo advertimos desde el The Boñ  y nos ganamos  algunas injustas antipatías.  Pasar de la bota de vino y el bocadillo de atún con anchoas  a los  mariscos  y demás  lujazos  tan alegremente,  siempre nos pareció exagerado cuando la vaca no daba tanta leche. 

Como desde  hace cincuenta años los redactores de este medio,   reconocemos que hemos  bebido más que comido,  al igual que muchos  compañeros del Siglo de Oro. Eso lo da  este cruel  oficio  que nos apasiona en el cual  nos hemos divertido mucho. Con eso nos sentimos pagados y agradecidos. El The Boñ, pase lo que pase, estará al pie del cañón como siempre en defensa de nuestra fiesta de Moros y Cristianos. Mande  quien  mande.   No lo duden. y que pare ahí, pues igual “Míster J” como es conocido en los EE.UU,  nos planificó en acciones  a  la Unión de Festejos y este  rotativo “The Boñ” se dispararon, al creer los accionistas que se trataba  de un importante medio de Londinense,  y gracias a esa entrada  de capital , nos hizo  vivir como rajas.  Gracias  J.




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