Siempre me ha llamado la atención oir que hay que privatizar los servicios públicos porque la iniciativa privada es más eficaz, lo que viene a significar un reconocimiento de que las administraciones públicas trabajan mal, pero la corrección de lo que se está haciendo mal, no puede pasar por privatizarlo, ya que ello supone desprenderse la sociedad de servicios básicos para cedérselos a las empresas que, legitimamente, tienen como objetivo la obtención de beneficios y cuanto más mejor.
Esto viene a cuento por el anuncio que ha hecho la Comunidad de Madrid de que ha proyectado privatizar la sanidad pública y para justificarlo plantea que así serán más eficaces. En la Comunidad Valenciana ya se realizaron privatizaciones en este campo, pero la experiencia del hospital de Alzira no ha debido ser muy buena porque no se han planteado repetirla y eso que hay dos hospitales construidos con 120 y 240 camas respectivamente que no se van a poder poner en marcha por falta de recursos económicos, lo que quedaría resuelto con su privatización. Conclusión, solo se privatiza aquello que deja dinero, lo que indudablemente supone un perjuicio para los servicios básicos y para la economía oficial a la que solo se le adjudican los servicios con pérdidas.
Lo más curioso es que la justificación de que la empresa privada es más eficaz es, como decía antes, la declaración de que las administraciones públicas son ineficaces y este reconocimiento expreso debería resolverse en favor de una mejor gestión pública y no de la privatización, es decir, para una administración de cualquier ámbito, las acciones a adoptar no debieran ser privatizar servicios y mucho menos si estos son básicos y necesarios para la sociedad civil, lo que si debería suponer es un cambio en el modelo de gestión para hacerlo más eficaz, más eficiente y más barato.
De como se puede hacer, se me ocurre algo tan simple como utilizar técnicas de gestión privada que funcionan y aplicárlas a la gestión pública, dejar de utilizar las administraciones públicas para enchufar amiguetes que gestionen asuntos de los que no tienen ni idea y buscar a los mejores profesionales para realizar una buena gestión, encaminada a mejorar los servicios que siempre, serán mejores que los ofertados por la empresa privada ya que los beneficios que se obtengan puede revertir en ellos mismos y no en un reparto privado de carácter económico entre los accionistas.
Es verdad que la rigidez del mercado laboral que forman los funcionarios se puede considerar un lastre para la eficacia, pero eso es tan sencillo como aplicar el derecho laboral (Estatuto de los Trabajadores) a todo el mundo, personal laboral y funcionarios, de forma que aquellas personas que no cumplan con su trabajo puedan ser despedidas (éste es siempre el último recurso) y evitar así las que suponen un lastre para la buena gestión.
En cualquier caso y para terminar, solo decir NO a la privatización de servicios básicos y SI a mejorar la gestión de estos servicios mediante la utilización de medios públicos.
Publicado por Antonio Navarro en http://www.mirinconabierto.blogspot.com.es/
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