sábado, 10 de agosto de 2013

Periodismo: la hora del innovador


La llegada de Jeff Bezos al Washington Post es un momento importantísimo en la historia del periodismo. Con el tiempo, mostrará que el periodismo no está en crisis, lo que está en crisis es el mal periodismo. Que la crisis se debe a no haber sido capaces de entender un medio que Jeff Bezos ha demostrado gestionar mejor que casi ningún otro, no a que el periodismo no sea com tal un negocio sostenible. Jeff Bezos tiene sus puntos negros y sus problemas: la prosperidad y la visión idílica de Amazon como un lugar maravilloso para trabajar no es compartida por todos los que trabajan en ella, y la perspectiva de que un medio con la independencia de The Washington Post sea propiedad de la misma persona que posee la empresa cuya nube es utilizada por la NSA o que expulsó a WikiLeaks de sus servidores no deja de resultar en cierto sentido inquietante, pero también tiene unas impresionantes credenciales como innovador. Y eso es lo más importante que el periodismo necesita en nuestros días.

La mayor parte de los que se quejan del impacto de la tecnología en el periodismo tienen un problema: no hacen periodismo, sino mal periodismo. Elaboran un producto que no estaba a la altura de lo que el público demanda, pero que sobrevivía gracias a la fricción que existía antes de la red. The Washington Post no es así: hablamos de un histórico del periodismo, del medio que ha publicado algunas de las portadas más relevantes grabadas en la memoria colectiva norteamericana, del único medio que fue capaz de provocar la dimisión de todo un presidente de los Estados Unidos. Un monumento al periodismo paciente, a la comprobación exhaustiva de fuentes, y al compromiso con la investigación. Pero también una compañía tradicional, una empresa familiar cuyos propietarios carecían de las habilidades necesarias para entender el nuevo entorno.
E.Dans

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