domingo, 27 de abril de 2014

Nos estamos quedando sin valores


Otro adiós forzado

Hoy es un día triste para todos, el cáncer se lleva a otra persona, una enfermedad que cada día sigue creciendo impasiblemente ante los ojos incrédulos de un mundo que parece no saber (o no querer) cómo poner fin a este gusano insaciable. Quizás esta persona sea más conocida que las que a diario se marchan – el mismo valor y respeto que al resto – Tito Vilanova, una persona conocida en el mundo del fútbol. Sin embargo, esa no es la cuestión por la que escribo este post.

 El post hace referencia a una persona que en su Twitter lanzaba un tweet sobre la muerte de Tito Vilanova:

En un principio imaginas que es un comentario extremadamente desafortunado en un momento de inconsciencia desmesurada, pero cuando entras a leer su timeline (parece que Twitter ha eliminado su cuenta, afortunadamente) te das cuenta de todo lo contrario. Este energúmeno, que incomprensiblemente tiene 9.000 followers, era totalmente consciente de lo que había hecho (además incluía el hashtag “#AnimsTito”), se sentía orgulloso de la publicación e iba alardeando de ella, contestando con chulería, prepotencia y desfachatez a los cientos de usuarios que indignados arremetían con su comunicado.
Si me lo permites obviaré cualquier alusión a esta persona, merece absolutamente cero.

Nos quedamos sin valores

¿En qué sociedad vivimos? ¿Qué valores estamos transmitiendo a nuestras futuras generaciones? ¿Qué clase de país tiene como habitantes a personas que hacen humor sobre la muerte por cáncer de una persona? Pero hay más ¿Y qué aquellos que están deseando que alguien falle para destrozarlos públicamente? ¿O los que ser alegran de las desgracias ajenas? ¿O los que se dedican a criticar a personas que están haciendo grandes cosas sólo porque la envidia les come por dentro? ¿Y las personas que cuando están a tu lado parecen tus mejores amigos pero luego te acuchillan delante de cualquiera? Podría seguir aquí. ¿Son tan pobres y están tan vacías las vidas de algunas personas que encuentran placer en los infortunios de la gente? En todo esto, parecemos estar a la cabeza como país.
Cuando leo algo como esto , confirmo mi teoría y quizás la tuya, sí, es verdad, estamos en crisis. Pero no una crisis económicos, sino una crisis de valores humanos.
Cuesta absolutamente lo mismo impulsar, apoyar, animar, motivar, posibilitar, incentivar, inspirar, mejorar y potenciar que destruir, criticar, frenar, restar, imposibilitar, desmotivar y limitar. En cambio cada uno de los dos caminos lleva a un mundo completamente diferente.

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