jueves, 3 de marzo de 2022

GRANDEZAS Y MISERIAS: LOS HIJOS DE LUCY

 Textos  científicos que el  ser humano espera  su pronta realidad


GRANDEZAS Y MISERIAS: LOS HIJOS DE LUCY

Seleccionado por Francisco Máñez Iniesta

En el campo de la ciencia, se predijo, que el primer siglo de este tercer milenio sería la rampa de lanzamiento donde el mundo  científico cambiaría la inercia de los siglos pasados, dónde la especie humana elegida dejó impregnando  sus huellas históricas,  un lastre de sangre y muerte que alertaban de que en la impunidad  crece  la maldad humana.  Y en  eso estamos últimamente,  con el contraste de las  guerras con infinidad de  muertos, cuando al mismo tiempo el hombre está  apunto de conquistar el espacio infinito.  

La historia del ser humano empezó con la pequeña Lucy, con su hijo en brazos, emprendiendo su recorrido desde la sabana africana, caminando  penosamente debido a  las secuelas de sus  antepasados de locomoción  cuadrúpeda.   Emprendió el camino junto a otros miembros de su  clan  sin  destino fijo, guiados por su intuición de encontrar mejores  tierras por  toda  la faz de este maravilloso  planeta, acomodándose dónde mejor vida tuviese... Y  todavía sus hijos  siguen en ese camino, y pronto saltaran a otros mundos de los que llenan  el   espacio,  hasta que se apague el sol, y con él, el sueño de la vida.  Lucy  desde su infinita  ignorancia y poco más de un metro de altura contempló la vida en sus diversas manifestaciones humanas, animales y vegetativas y siguió luchando por su existencia.

Había pasado  un millón de años desde que  sus antepasados habían abandonado el bosque y entraron en la sabana a disfrutar del cambio climático que se estaba produciendo. La plenitud de la vida se le mostraba espléndida y hermosa en aquél paraíso lleno de peligros.    Allí, en ellos y en cuanto les rodeaba  estaban las respuestas a todas las preguntas de la vida y la muerte que el ser humano no ha dejado de formularse, sin que  Lucy y su grupo tuviesen consciencia de ello,  y que ella,  era un  nuevo  eslabón de la cadena humana que compartían   la  flora y fauna de aquel paraíso.

Han pasado casi otro  millón  de años y en la cadena de transmisión aparece,   Juan Carlos Izpisúa Belmonte nacido en Hellín en 1960, descendiente como todos de la lejana madre Lucy.  Como ella, él también salió a búsqueda de la vida  y trabajó en la hostelería  de botones y de camarero incluso antes de tener la edad apropiada. 

Fue un estudiante tardío y estudió en el Instituto de Altea y en  la Universidad de Valencia  farmacia, doctorándose  posteriormente en Bioquímica y Farmacia en las universidades de Bolonia y Valencia.  Hizo sus  estudios en el Laboratorio Europeo de Biología Molecular de Heidelberg (Alemania) y en la Universidad de California en Los Ángeles (EE UU).  En 1993 ficha por el Instituto Salk de San Diego para dirigir un equipo de investigación en biología del desarrollo en vertebrados, sobre la capacidad genética que tienen éstos para desarrollar sus extremidades o de otros órganos, como la regeneración de la cola de las lagartijas cuando se las cercena. 

Juan Carlos es la síntesis  de Luly después de otro montón de millones de años y está a punto  de revolucionar la historia científica del ser humano. Es uno de los grandes científicos del mundo. Izpisúa comenta, que desde que aislaron las células madre del organigrama humano en un laboratorio nos han dado una enorme esperanza  con sus más 250 tipos  de células que tenemos en nuestro organismo; que existen unas células  que se mueren y otras no.  Que   las células madre  no se mueren, viven siempre y que las células madre adultas de piel, de nuestro cerebro, hígado, si que mueren después  de 40 o 50 divisiones, y a partir de las células madres empiezan a regenerar más y que suelen ser como camaleones que se adaptan a cualquier  parte del cuerpo. 

Este científico, hermano Lucy,  sostiene que  los  embriones son los que tienen más potencia y que las células de pluripotencialidad  inducidas son las del pelo y la piel, que añadiéndole unos cuatro genes  se convierten en una célula  madre embrionaria. Lo más asombroso es que  todas las células del  organismo a partir  de un simple pelo, pueden  generar  vida nueva, como ha sucedido con un ratón sin necesidad de destruir un embrión causante del problema moral ético, pues con nuestro  pelo podemos hacer células  madre nuestras, que podrán  crear órganos para nosotros mismos sin rechazo y con ellas conseguiremos reponer las células cardiacas, hepática que perdemos con el tiempo.  

Las células célula madre pluripotente inducida conservan   su memoria y estamos  siendo capaces de borrarlas. Sin control puede generar cáncer, hasta que no sepamos como corregir este problema no podemos  trasplantarlas. También dice que  hay anuncios de clínicas que se publicitan asegurando la curación con este sistema, y no es cierto. La naturaleza es muy sabia y genera estas células  cuando las pierden como las salamandras. El ajolote  Mexicano,  especie de  Salamandra recupera cualquier órgano que pierde exactamente igual y el ser humano es capaz de regenerar sus tejidos. 

 En el laboratorio  intentamos copiar a la naturaleza haciendo que se reproduzca  en el mismo cuerpo humano que ha perdido un órgano. Esto es algo que perdemos después de nacer, por ello  hay que volver  para  atrás, pues siempre podrán regenerar órganos muertos. Podemos generar en el laboratorio células que vamos perdiendo como las que nos llevan al Parkinson, y trasplantarlas, pero lo que se pretende  es hacer lo mismo que la naturaleza, generarlas en el cuerpo. Resultada asombroso que este hombre pertenezca a la familia de Lucy, viéndola caminar  con dificultad pues sus ancestros lo hacían con cuatro patas, desconocedora de si misma y del mundo cósmico que le rodeaba.

 Lucy tuvo más hermanos que  la esclavizaron, la violaron,  la engañaron, la robaron su cuerpo y alma… Juan Carlos sabe que su conocimiento  lo hace un dios, pues muy pocos  hombres han llegado  a tener tanto poder sobre la vida eterna. Sabe que en este mundo infecto y corrupto por la codicia, con estos conocimientos en sus manos se podría esclavizar a la humanidad. 

También sabe, que hay otros científicos como él  que se llenan de grandeza cuando con su trabajo  elevan  la condición humana. Ellos no son especiales, sino seres que aman la vida y escrutan en  su lado oculto, en su misterio…  y eso des da una nueva visión de la vida y del ser humano, pues  muchos salieren de hogares  sencillos como él, y que en  cualquier ser humano se podría  hallar  otro si se le ponen las  posibilidades necesarias. Su voz es pausada y reflexiva y se sienten más  humanos  procurando el beneficio del otro. Son el otro lado de la vida,  de esta generación de corruptos sin  valores ni principios. 

Juan Carlos prosigue… Las células madre son inmortales, no mueren nunca, están en los órganos sexuales. Si cuando morimos  las pudiésemos poner en cultivo continuarían viviendo. En unas décadas  no sólo vamos a ser capaces de retrasar el envejecimiento, sino que desaparecerá totalmente. Las células no tienen  porque en vejecer sin que ello  signifique que no vayamos a morir. Trabajamos para  eliminar esa etapa  de la vida del envejecimiento   que es donde aparecen  las enfermedades  importantes como el cáncer y otras degenerativas. Evitar el envejecimiento sería evitar la aparición de las  peores enfermedades humanas y eso será pronto. Los debates de sobre población  humana serían otro debate. Hay niños de la enfermedad de Jasinson  Limford que envejecen en pocos años y mueren. Últimamente hemos conseguido células viejas  con éxito. Células que morían  en 10 o 12 años vivir muchas más  dejando de ser viejas. Las respuestas a estas nuevas preguntas  son la clave del problema. ¿Dónde está escrito que tenemos que envejecer¿

Ésta es la grandeza del ser humano de verdad… son los hijos de Lucy con valores…los otros son los inmundos depredadores enfermos de codicia que abusan de sus hermanos  más débiles y desprotegidos… como los intocables Neocon  de Wall Estreet, responsables de la pobreza europea y miseria de gran parte de la humanidad; amigos de los Gürtel, Brugel, y demás familias canallescas que no les importa el sufrimiento de las personas… de la miseria… de las necesidades básicas, ignorando que la  esencia del todo está en el ser humano… 


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