martes, 23 de junio de 2020

Gent de Petrer . Un libro para no olvidar.




FRANCISCO MAÑEZ INIESTA
Gent de Petrer, no es libro como los demás que guardan en nuestras bibliotecas que lo sacamos de los estantes para leerlo o consultarlo. Este libro será muy difícil que esté guardado en nuestra biblioteca, porque a sus personajes, la gent de Petrer, seguimos oyéndoles con sus risas y sus enfados. 

Están vivos, sí viven en nosotros, estaban  en nuestro corazón y gracias a este libro, seguimos oyendo sus voces, sus risas sus dejes, sus o sus cabreos...Leyendo este libro volveremos a escuchar las sirenas de las  fábricas de calzado de LUVI y García Navarro,  anunciando la entrada y salida del trabajo, llenando la calle de Gabriel Payá de hombres y mujeres cuando este pueblo iniciaba el despegue de la industria del calzado.

Si bien en el pueblo nos conocíamos casi todos de una forma directa o indirectamente, el libro nos aclara las dudas  que teníamos, pues los autores detallan parte de la vida que les llevó a cargar con un apodo. Apodo que terminó configurando una estirpe local  que enorgullece a sus poseedores acompañándoles durante toda la vida.

El libro nos da a conocer como grandes emprendedores sin estudios pero con mucho impulso y espíritu de trabajo iniciaron grandes fábricas de calzado, como los hermanos Villaplana, Eliseo Poveda “Lito un amante del futbol con mucho futuro o la familia de la marca “Hispanitas” empresas de familias de emprendedores locales cuyos fundadores sentaron las bases socialdemócratas para resistir los embistes de las políticas que han llevado la ruina a sectores que fueron ejemplo de trabajo y concordia sectorial.

También nos volverá a recordar a “Pepica” la curandera que de niños nos curaba mediante plantas medicinales, agua y oraciones hasta que falleció a los 83 años con un bagaje de curas muy notorio en toda la provincia. Nombres populares por todo el pueblo como Fasio el amigo de todos, también  el donjuanesco Barril, con su traje  corbata, gorra, sus dos pares de gafas de sol y bastón todo un poema y otros hasta 482 apodos, tarea impagable que nos vuelve a conocer mejor la historia  íntima de familias con apodos  de este pueblo.

Este libro estará ya siempre junto a nosotros que por la edad los conocimos a casi a todos. Con ellos desfilamos en la fiesta nos saludamos cuando nos cruzábamos por la calle, o  les comprábamos los torraos o las habas hervidas en estos días de invierno en el puesto de la puerta del Cine Cervantes como el Tío Enrique “Coxay su adorable mujer Antonia. También  escuchando la portentosa voz del tío “Caball” hablando de su comparsa, o la voz  muy educada dándonos los buenos días del cartero Pascual, cuando con su cartera llenas de cartas se cruzaba  por las calles del pueblo repartiendo el correo del día. 

La gran cantidad de apodos que nos cuentan  sus jocosas  historias  de  vecinos  nos dice que este pueblo es muy sano, Pues el humor es la clave de todos los apodos, cuyo resultado es que tenemos un pueblo cuya salud cívica es   extraordinaria.

Es un placer tener  la oportunidad un felicitar a sus autores sobre todo a Vicente Maestre “Titin” cuya tarea empezó anotando nombres Luis Rico que la continuó  la ardua al  visitar a las familias recabando la información de cada apodo, fotos y recuperación de  imágenes muy antiguas, desarrollando   un trabajo de diez años, convirtiendo en realidad el sueño  del   amigo “Titín”.

Este libro  se  agotó enseguida, por   eso , ahora ante la adversidad que nos  acecha  debemos  de reponerlo para que nunca nos falte en  las  casa  nuestras, pues a pesar  de muchas  ausencias , será  el  testigo humano que siempre  acompañará a las  generaciones  futuras en la  memoria  del  pueblo .       

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