jueves, 14 de enero de 2021

MARUJA VERDU NAVARRO, SIEMPRE EN NUESTRO RECUERDO... Francisco Máñez Iniesta

 



MARUJA VERDU NAVARRO

Expresión humana de equilibrio y humanismo  con sentido de  libertad y grandeza de  espíritu  humano rozando  lo   sagrado

VIAJE  A  LAS ESTRELLAS DEL  CIELO

Maruja  Verdú Navarro, fue un trocito de alma de su  pueblo ubicada en una familia  de corazones  pletóricos de amor por sus semejantes. Sus padres sus tíos y sus primos se  comprometieron con la palabra del Evangelio, y su tío Jesús apostó por entregar todo de amor  ala humanidad  a  través  de su  servicio a la iglesia de Jesús  de  Nazaret.

Maruja heredó ese espíritu de entrega y puso toda se  vida a desarrollar la voz del Evangelio, pero pronto supo cómo los teólogos que elaboraron  la Teología de la liberación, que ello le obligaba a comprometersesocialmente con los otros, con los más humildes, los desheredados, los desahuciados… los  hambrientos de pan y justicia que ahora son millones. Ella con sus pocos recursos  económicos, por con sus dulce voz y sus obras rebosantes de amor  por los más débiles,  estaba  siempre con su compromiso  social al lado de las víctimas.

Maruja se fue cuando más se le necesitaba,  cuando una vez más – las clases de siempre -  están siendo atropelladas  por los que dirigen  egoístamente el mundo. Y se fue sin llegar a escuchar la voz del nuevo Papa,  que le hubiese llenado de contento, saber que élsuele invitar a sus misas diarias de las siete de la mañana a los trabajadores del Vaticano y  que le  gustaría una iglesia pobre para los pobres, además de querer vivir de una forma de concuerde  con los sacerdotes y obispos de la Iglesia.

Sin  duda abran  sido  las palabras más hermosas en este tiempo de crisis también de la iglesia, de un  papa, para  un cristiano con las señas de  identidad  que ella poseía. Hace unos días, viendo una de las películas religiosas propias de esta pasada semana santa, recuerdo que en una escena  Jesús  les dice a los iban con  él:” Si tuvierais un gramo de fe moverías esa montaña”. Maruja, aspirante a esa fe “movió“los corazones de cuantos la conocimos  y de una  gran parte del tejido social de su  pueblo.

Maruja  se ha ausentado de su pueblo, su bondadoso cuerpo descansa  unos metros  más debajo de su casa, en el cementerio con sus familiares y amigos  de cuerpo y alma como  el inolvidable Pedro Brotóns, compañero de viaje por este desquiciado mundo.Ambos se identificaron, cristianos,  corazones ardientes y cultivadores con ejemplos  silenciosos; de la  bondad, de alegría  vivir, sembradores  incansables de la paz y amor. Se fueron  despidiéndose calladamente,  muy despacio casi de puntillas, unidos al dolor del mundo que clama y agoniza con el  horror y llanto de los inocentes.  Nos queda tu ejemplo de vida, de tu  riqueza  humana que heredamos   de tus valores de amor a la humanidad  y santidad que hiciste tuyos. Descansa  en la paz  de la  divinidad que tu  alma   sagrada  que  tanto  anhelase  y comunicaste  con  tu  ejemplo  al mundo.

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