domingo, 31 de marzo de 2024

Desde la terraza del museo



Tiene su encanto pasar la semana santa en casa, el pueblo está tranquilo, vacío,   esperándo la eclosión festera que nos llegará a los pocos días de la  resurrección y pascuas en donde las monas son protagonistas por su precio, me comentaban que su coste está a partir de dos euros unidad, la tradición manda, seguro que se han vendido todas viendo las colas en las panaderías.


Veo en las redes anuncios para ir a las oficinas de la Unión de Festejos a recoger carteles anunciadores de las fiestas de Mayo y del desfile infantil, esto no lo había visto en mi larga trayectoria festera www.facebook.com/share/r/c2cRyyQH6azQVk46/  a estas alturas deberían estar en los sitios para lo que son creados que no son otros,  repartidos por todo el mundo si se hubieran confeccionado en el mes de Enero y no ahora a unos días de celebrar la fiesta, que no sabemos que hacer con ellos.

A la semana santa nuestra le hace falta algo, crear algunas cofradías ? crear más ambiente ? fomentar la religiosidad ? no hay tradición santa y se percibe cuando ves la afluencia a los actos,  se sufre porque no se ven costaleros para procesionar con las imágenes.

Así son las tradiciones, unas, pérdidas desde la protección del Arenal, una horteta insuficiente que se salva con los servicios y amplitud de ferrusa, llegará Abril, todo se olvidara con la celebracion del pregón de fiestas, presentación de trajes, programa de fiestas y mucha alegría para celebrar la fiesta de Moros y Cristianos.

La vida sigue.

Pablo Carrillos Huertas

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