lunes, 23 de septiembre de 2013

Cómo hacer del rechazo tú mejor arma competitiva



¿Cómo haces que algo suceda masivamente – ejemplo: crear un negocio, un blog exitoso, escribir un libro, aprender a hacer Kitesurf, bailar o mezclar música – cuando no estás seguro si puedes hacerlo suceder? a mi hay algo que me funciona: rechazo – entre otras cosas.
Lanzar mi primer libro me está costando más de lo que hubiera imaginado, quizás por el montón de líos en lo que me encuentro metido, porque no era el momento hace dos años ni el año pasado o simplemente porque no le doy la atención, enfoque, cariño y esfuerzo que debería darle. Lo que si que sé es que lanzar un negocio o un libro es ir más allá de la hermosa prosa de que hay en un público, un presupuesto, una editorial esperándote con los brazos abiertos y estrategias de marketing, todo esto intimida tanto como los 10 mandamientos y las dietas milagrosas.
Cuando te enfrentas a estas dificultades tan dantescas, hay algo que a mi me funciona: rechazo, decepción y desilusión.
Me explico: si me forzara a actuar de manera optimista – que viene en mi por defecto – empezaría a contactar con otros y pedir consejo. Me forzaría a mi mismo a ir de puerta en puerta con un plan elaborado para el lanzamiento del libro buscando editoriales que lo quisieran publicar, ¿funcionaría?

El rechazo se convierte en tu mejor motivación

El rechazo, desilusión, indiferencia o ser infravalorado crea inevitablemente pesimismo y este pesimismo es una excelente manera de andar hacia el optimismo. Llega a ser una práctica: cuando te enfrentas a una pared en blanco o al bloqueo de un escritor, empieza a escribir sobre cualquier cosa ridícula y sin sentido que aparezca en tu mente, desde algo que no tenga nada que ver con los que escribes como por ejemplo la lista de la compra hasta el logo de Mapmakers.
Entonces, el desbloqueo desaparece y el momentum aparece para poder escribir algo que merezca la pena y editar la lista de la compra.

Creando la ventaja en la desventaja

En otras palabras, el rechazo, decepción o desilusión del “poder hacer algo” conquista el “realismo” de “no puedo hacer.” Ahora lo interesante, ¿cómo integrar esto en nuestras vidas?
1. Empieza: cómo dicen en Pixar, una vez que tienes la idea fuera de tu cabeza y está escrita en un papel, ya puedes jugar con ella y moldearla. Así que lánzala tan pronto como sea posible. Bonus: escribe, lanza o intenta tanto como te sea posible.
2. Acostúmbrate: si eres introvertido, tímido o vergonzoso y por lo tanto la razón para no hacerlo es que no puedes hablar en público, practica con el micrófono y el escenario y tu gente una y otra vez hasta que sea una cosa más. Si no posees habilidad de negociación encuentra pequeñas oportunidades, incluso por teléfono o email. S tampoco puedes con sentirte temeroso, mejora tu capacidad de comediante.
3.Falsifícalo: si eres tímido o te sientes fuera de lugar, toma una postura potente y abierta. Si te sientes sombrío u ofuscado, trata de poner una sonrisa en tu rostro. Podría funcionar porque tu cerebro siempre está monitorizando que ocurre en tu cuerpo. Analiza la tensión en los músculos, postura, latidos del corazón, respiración y sí, las expresiones faciales, para juzgar como te sientes. Fuente: Psychology Today.
Colócate en una posición más feliz y podrás potenciar tu estado de ánimo.

¿No viste que era algo más que una oportunidad?

He sido rechazado, ignorado, engañado, criticado y despreciado más veces de las que seguro piensas. Esta es la parte donde todo el mundo se detiene y por lo tanto la que retiene en su mente, la acción. Sin embargo, esto continúa, toda acción conlleva una reacción, pues bien, cada una de esas veces se han ido convirtiendo en una especie de movimiento vital que te hace trascender cualquier límite inimaginable, conseguirlo depende de ti, aquí te he dejado unas claves, las otras están ahí dentro.
Dejar que otras personas se adueñen de tu vida es un precio que nadie podrá pagar jamás, así que lo mejor es aprender a hacer del rechazo, critica y desilusión una ventaja competitiva. Isra Garcia.

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