miércoles, 14 de septiembre de 2022

José Antonio Hidalgo, Ex alcalde de Petrer

 









Foto de José Antonio Hidalgo, Ex alcalde  de Petrer-  Bitrir en  Arabe.   


EL   PRIMER   CABALLERO    DE   VILLA PETRARIA:




Texto de F. Máñez Iniesta


Suponiendo que sea una virtud, una de las mayores que tiene la democracia, es que, instalados en ella se puede oler a podrido. Los vientos no se detienen ante nada y los trapos sucios son aireados, aunque, a veces, el hedor  sea demasiado nauseabundo.

Aunque nos moleste el olor, habrá que admitir que quizá sea éste un hedor sano. El nos hará huir de su procedencia. Nos avisará dónde está la corrupción, la mugre, la caca...

En democracia, también, las cualidades que persisten en el tiempo, se consagran y se les dotan de los mayores beneficios. Los implicados en estos méritos, acaban siendo paradigmas de los valores más preciados, mientras no se demuestre lo contrario.

Un clamoroso rumor, dota a nuestro Primer Caballero de una moralidad impecable.  Su gestión humanitaria rebasa el ámbito municipal.  Las féminas - que ya no tienen pelos en la lengua -  dicen de él  que está más bueno que el Richar Gere. Al Hidalgo Caballero, lo están convirtiendo en un mito, en un ídolo, cuando en realidad es un tipo bastante normal, quizá con más endorfinas que otros, pero nada más.  Cioran ya lo advirtió: " Aferrarse a una idea, es edificar un patíbulo en el corazón". O sea, que nuestro Primer Caballero es uno más de los millones de españoles que andan dolidos por este perro mundo, como usted o como yo.  Aunque, y ello debe de complacerle," sentirse amado da más fuerza que sentirse fuerte."  Como dijo, hace ya bastantes años, un tal Goethe.

El Primer Caballero, cuando preside la mesa de herradura del Palacio de cristal, nadie se queda sin desvainar su espada. Los ataques pueden ser duros, pero  caballerescos. Ello le lleva, a veces, a tener que increpar, incluso, a los de sus mismas armas.

 Él, siempre creyó que las minorías son tan respetables como las mayorías. Él, se formó en las minorías apaleadas, cuando las mayorías eran absolutas supo tragar sapos,  y  su venganza  fue prometerse a sí mismo - cuando fue proclamado Primer Caballero - que nunca más  nadie volvería a ser humillado en la mesa de herradura del palacio de cristal.  Dicen que el hermoso Hidalgo Caballero está cumpliendo  la promesa  de su venganza. Su forma de golpear es sabia, porque duele en las conciencias sucias. 


El Hidalgo Caballero es un fenómeno.  Esta clase de tipos sólo subsisten  en las películas de Frank Capra.  Lo dicho; está loco. Loado sea, pues a pesar de su locura a través de todos ellos aparece  el milagro de ver la creación milagrosa de lo imposible, como nos ha  sucedido a todos  los hijos  del pueblo  al ver  resucitar  nuestro castillo lleno  de nuestra  historia ,después de que sus  ediles y sus  hijos amantes  de la  historia del pueblo le aportaron,  su  historia, celebrando  que después  de  siglos  de mutismo  se hubiese producido  el  milagro – aunque el famoso escritor Azorín  en sus  textos nos insinuó la posible noche de felicidad  de Jaime I.


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