viernes, 10 de agosto de 2012

INSEGURIDAD JURIDICA = ALARMA SOCIAL

Nuestros dirigentes han conseguido algo que parecía imposible, crear en la mayoría de los ciudadanos (dejando a un lado a las clases altas) una situación de ansiedad que ya, en algunos casos, comienza a ser insuperable. Hay personas que están tomando decisiones sobre algunos aspectos de su propia ida, solo porque no se fian de que el próximo "viernes negro" o al siguiente, o al otro, pero cualquier viernes, se adopten cambios legislativos que rompan con cualquier proyecto de vida razonable para su futuro y ello, porque temen que se produzcan modificaciones que les afecten y destruyan sus esperanzas futuras.

Nunca, hasta ahora, o al menos durante los años que puedo recordar, se había producido un grado de inseguridad jurídica como el actual, precisamente, la seguridad jurídica es la base de cualquier Estado moderno y democrático, sin seguridad jurídica, la anarquía se instala en todas las capas de poder y los ciudadanos pierden toda capacidad de discutir u oponerse a los cambios, pero raya el absurdo lo que está ocurriendo en los últimos tiempos, Reales decretos que se aprueban y se publican para su inmediata entrada en vigor y que se modifican a la semana siguiente, por muy increible que parezca eso es lo que está pasando.
Es una norma de seguridad jurídica largamente establecida, que los cambios legislativos se aplican a partir de su entrada en vigor y obligan a partir de entonces, pero nunca, nunca, se anulan derechos adquiridos con anterioridad en aplicación de normas legales vigentes con anterioridad a las modificaciones, lamentablemente esa norma, en la actualidad, se ha roto de forma dramática, de ahí que la alarma social se esté instalando en amplias capas de la sociedad. No es posible, como lo ha sido, que un viernes se decida recortar el derecho al acceso al subsidio por desempleo para trabajadores mayores de 52 años y pasarlo el lunes a mayores de 55 años, sin que el colectivo afectado e incluido en la franja de entre 52 y 55 años se encuentre, transitoriamente, en una aplicación progresiva de la norma, como así ha venido siendo siempre que los cambios afectan a derechos vinculados a la edad.
Y no es solo ese cambio, ya de por si grave, también se anulan bonificaciones a la seguridad social, de hoy para mañana, pese a que estaban reconocidas por normas legales anteriores que las concedían por un tiempo determinado o de forma indefinida, es decir, anular derechos adquiridos, y esto son solo unas muestras de lo que está ocurriendo.
Y la peor ansiedad, es, ciertamente, la que genera desconfianza hacía nuestros políticos y el miedo a que tomen nuevas decisiones que pueden "amargarnos la vida y romper todos nuestros proyectos de futuro", miedo a que cualquier otro viernes negro se modifique alguna norma que nos quite más y más derechos, sin seguridad jurídica básica, crece la incertidumbre, la inquietud, la ansiedad y la alarma social, más grave imposible.
Y los políticos conservando sus privilegios......................... vaya por Dios.

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