La Asociación de Sordos de Elda es la única de la Comunidad que carece de un convenio municipal para poder contratar un mediador y un intérprete que le permita eliminar las barreras de la comunicación.
La Asociación de Sordos de Elda y Comarca lleva dos años seguidos sin subvención municipal para poder disponer, aunque sólo sea durante unas pocas horas a la semana, de un mediador social que se haga cargo de la administración y gestión de la entidad así como de un intérprete de la lengua de signos. Figura, ésta última, imprescindible en la vida cotidiana de cualquier persona sorda para entender y hacerse entender al acudir, por ejemplo, a la consulta del médico, a un banco, a una asesoría, a la oficina de Correos o del Servef, al propio Ayuntamiento, a la notaria, a una reunión en el colegio o a una entrevista con un medio de comunicación como ha sido éste el caso.
En Elda se da, además, el agravio comparativo de que es la única asociación de sordos de las 13 que existen actualmente en la Comunidad Valenciana que carece de mediador y de intérprete. Todas las demás tienen convenios vigentes con sus respectivos ayuntamientos para prestar ambos servicios o, al menos, uno de ellos. Las asociaciones de Alicante, Alcoy y Elche son los ejemplos más cercanos. Pero esto no siempre ha sido así. Entre los años 2006 y 2009 la Asociación de Sordos de Elda y Comarca recibía fondos municipales destinados a contratar los servicios de un mediador social durante un máximo de cinco meses al año. Pero llegó la crisis y con ella los recortes de la Administración local así que en los años 2009 y 2010 el convenio quedó suspendido.
“Somos conscientes de que la actual coyuntura económica es muy dura pero también lo es nuestra situación como personas sordas, y el abandono municipal que sufrimos viene ya de muchos años atrás”, han querido puntualizar Pepi Sánchez y Roberto Pastor insistiendo en reivindicar un convenio con el Ayuntamiento de Elda para poder disponer de los dos especialistas que necesita de forma continuada esta asociación. Una entidad que se creó hace 35 años y que ahora solo cuenta con 32 socios porque, sin mediador ni intérprete, es muy difícil hacerse oir.
La autonomía personal como principal objetivo
Roberto Pastor, el presidente de la asociación, tiene 32 años, su discapacidad es congénita y procede de tres generaciones de familiares sordos. Pepi Sánchez, la secretaria, nació oyente pero adquirió la sordera con un año de vida a consecuencia de la reacción adversa de un tratamiento médico. Ambos utilizan perfectamente el lenguaje de signos pero sin un intérprete la comunicación con el oyente es complicada. Y este diario lo ha podido comprobar durante la entrevista que se ha realizado gracias a una intérprete enviada la Federación Valenciana de Personas Sordas. Por eso Roberto y Pepi sitúan a la autonomía personal como el primer objetivo de su “lucha” para romper la dependencia que las personas sordas tienen de sus familias.
Fuente: http://www.diarioinformacion.com
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