Como si de un tsunami se tratara,
distintos torrentes de agua, caudalosos y enfurecidos, se unen con tremebunda
fuerza, creando una Marea capaz de inundar el Estado Español. Una Marea que ya
no responde obediente y sumisa frente a cualquier dique o presa, aunque estén
construidas con las rocas y la argamasa de siempre: una insípida
social-democracia, más fraudulenta que representativa, más “suya” que
“nuestra”.
Son
muchas gotas de rabia que se han ido juntando, recorriendo la larga pendiente,
cogiendo cada vez más velocidad, cada vez más virulencia… cada vez más
conciencia de su papel en la sociedad. Gotas hipotecadas, gotas desahuciadas,
muchas de ellas empujadas a la impotencia de su evaporación fatal; gotas
condenadas al paro y a la marginalidad, a cambiar su felicidad por comedores y
asociaciones caritativas. Gotas hartas de padecer en eternas listas de espera
sanitarias, gotas que observan como no llegan las ayudas a personas
dependientes, y sí a macro-proyectos de dudosa legalidad; gotas que pierden fe
en cada sobre que nos han restregado por la cara con toda la prepotencia del mundo, en cada
corruptela y “amiguismo” de la Gürtel,
Brugal, Fabra, Nóos… También 150.000
humildes gotas que han tenido que abandonar su formación universitaria por no
poder hacer frente a las elevadísimas matrículas, gotas que se amontonan en
aulas de primaria y secundaria por falta de líneas y profesorado o tantas otras
gotas que no podrán acceder a la justicia por la imposición de unas tasas
judiciales precisamente injustas.
Nos
creíamos libres, con el control de todo, y nos creíamos democratizados. Y
ahora, millones de gotitas hirviendo, se juntan para acabar con las mentiras y
con la hipocresía de cierta casta política, empapando los camales de los
principales responsables de este vigoroso tsunami: la oligarquía financiera
-bancos y enchufados- y sus guardaespaldas del PPSOE, ese gran y único partido
que siempre nos ha engañado haciéndonos pensar que se trataban de dos entidades
enfrentadas: los “útiles” contra los “menos útiles”. Así que, los que parecían
la elección acertada mediante el “voto útil”, han sido los primeros que han
tendido la mano y han puesto alfombra (¿roja?) para convertirse en partidos no
tan útiles, gracias a su inoperancia jugada en una realidad paralela. Sobra,
por tanto, cualquier razón para apoyar a un movimiento popular, porque
cualquier movimiento popular surge de la máxima expresión de democracia: las
necesidades de un pueblo.
Por
ello, desde el BLOC-Compromís per Petrer anunciamos nuestra adhesión a las
demandas de esta Marea Ciudadana, que inundará las calles de Petrer y Elda
durante la jornada del sábado 23 de febrero. Asimismo, representantes del BLOC
JOVE Petrer estarán sumando fuerzas en la protesta de Madrid y participando en
el maremoto que sale del Puente de Vallecas, una de las cuatro columnas
madrileñas. Y lo tenemos claro: no seremos “una persona desahuciada”, o “un
minero en paro”, ni “una anciana pidiendo reinserción”. Tampoco seremos “una
bata blanca” o “una camiseta verde” pidiendo más educación, pública y de
calidad. Seremos LA CIUDADANÍA EMPÁTICA, toda; seremos la dignidad en su máxima
expresión democratizada: la Marea Ciudadana. Millones de gotas de aquí y de
allá que, unidas, anegarán los bajos de la democracia, concepto que tanto nos
dijeron que era nuestro, pero del que tan poco nos invitan a participar, a
moldear, ... a disfrutar. Enseñémosles, pues, dónde reside la base de ese bien
común: la Democracia!
BLOC-Compromís per
Petrer
Ejecutiva Local
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